[2] Luz verde

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El sol siempre iluminaba las calles de metrópolis, todas las mañanas se escuchaba a las aves cantar y el aroma de los desayunos calientes inundaba el lugar.
Era casi perfecto, casi porque Charlotte se encontraba corriendo por la ciudad ya que eran las diez de la mañana y estaba llegando muy tarde a su trabajo.

Se maldecía internamente no haberse dormido temprano, pero su rutina era complicada y más cuando era alguien que llevaba dos vidas, una común y corriente por el dia y otro siendo súper héroe de noche.

—Llegas tarde— reclamó su jefe al entrar a la cafetería en donde trabajaba —Harrison si vuelves a llegar tarde tendrás que buscar otro empleo— advirtió con notable molestia.

—Sí, lo siento— Charlotte suspiró y caminó a detrás de la barra para cruzar la puerta que daba a la habitación de empleados.

Se puso el mandil con el logo de la cafetería y comenzó con su atareado día de trabajo, sirviendo café, desayunos, pasteles, bocadillos y finalmente limpiando hasta que cayó la noche, no tenia grandes planes para esas horas nocturnas pero por primera vez quería llegar a casa y dormir, solo dormir profundamente como nunca antes lo había hecho.

Sin embargo el destino quiso que las cosas no fueran así.
Lo ordenes de si jefe tuvo que quedarse un par de horas más para limpiar los asquerosos baños, llegaba ese momento en el que odiaba su vida pero recordaba las cosas buenas y se le olvidaba porqué Charlotte Harrison era de las que preferia ver el vaso medio lleno.

—¡JA! ¡Acabé!— festejó con alegría al ver toda la cafetería limpia, pisos fregados, ventanas pulidas y baños excepcionales, con esto su jefe no podrá despedirla.

Se quitó los guantes y el mandil para después votar ambos en el cesto, uno en el de basura y otro en el de ropa sucia.
Tomó su bolso y salió del local cerrando con llave.

Las calles estaban vacías ¿Y como no iban a estarlo? Faltaban solo quince minutos para la media noche, la hermosa luna llena sería su única compañía en su trayecto a casa.

Comenzó a caminar mientras se abrazaba a si misma debido a intenso frío que emanaba de la noche.
Su celular sonó y lo sacó del bolsillo de su pantalón para ver quien la llamaba, al ver el nombre de su mejor amigo en la pantalla contestó.

Hola Clark— saludó pegando el frío celular a si oreja aún con la vista al frente para no tropesar por la falta de luz.

No te vi llegar Charli— contestó —¿Todo está en orden?

Kent y ella vivían en el mismo edificio, en el mismo piso y sus departamentos estaban frente a frente a lo que normalmente se veían cuando llegaban después de una larga jornada de trabajo por eso se habían vuelto más cercanos, poco a poco su amistad tomó fuerza y algunas veces Clark llegaba a comportarse como un hermano mayor y eso le daba cierta felicidad a Charlotte, ella a diferencia de él no tenía a ningún familiar que se preocupara por su bienestar.

Sí— aseguró la pelinegra caminando más rápido para llegar a su hogar —Sólo que me quedé un poco más a trabajar, ya sabes, adoro trabajar hasta tarde— soltó con sarcasmo recibiendo una ligera carcajada de parte de Clark —¿Y tú? Que haces despierto a la media noche?

—Salí con Louis a cenar— explicó —Y creí que podrías prestarme tu lavadora, ensucié una de mis camisas y...

Antes de que pudiera continuar él escuchó un quejido de parte de su amiga, Charlotte fue jalada con brusquedad haciendo que dejara caer el celular al pasar frente a un callejón totalmente oscuro, tanto que ni siquiera lo había visto.

—¿Que hace una bella dama tan sola por la noche?— preguntó un hombre que por su aroma parecía que estaba ebrio mientras la acorralaba a la pared.

—Oh pues salí a ver que clase de idiotas como tú hay en las calles— respondió igual de sarcástica y con tono relajado, el hombre acercó su mano a su rostro y cuando estaba a centímetros de tocarla ella le advirtió —Me tocas y pierdes la mano— habló con frialdad.

—Sí claro.

Apenas sintió el tacto de su atacante en un ágil movimiento tomó su brazo y se lo torció obligándolo a quedar frente a ella con las rodillas en el suelo y la cabeza agachada.

El anillo que llevaba en su mano derecha comenzó a brillar en un color verde fosforescente, tanto que llegaba a iluminar todo el callejón.
Tal vez ya era hora de comenzar con su siguiente trabajo, siento linterna verde por las noches.

Ahora su vestimenta consistía en un traje verde con tonos negros y un antifaz en forma de linterna que le cubría un ojo.

El hombre comenzó a hiperventilar y suplicar porqué lo dejara libre al reconocer a la mujer que había intentado atacar.
Linterna verde lo pensó un poco, no quería correr el riesgo de que su identidad sea desenmascarada pero probablemente el pobre diablo que estaba sometiendo nisiquiera recordaría lo que pasó la mañana siguiente.

—Tienes suerte— exclamó soltándolo para dejarlo caer con brusquedad al suelo
—Agradece que tengo buen humor pero si vuelvo a atraparte queriendo atacar a otra chica te haré la vida imposible— advirtió con un tono de voz dulce pero a la vez con molestia.

El hombre asintió frenéticamente y se levantó para salir corriendo en dirección contraria pero estaba tan borracho y asustado que se tropezaba con cualquier cosa que hubiera en su camino incluyendo un gato que pasaba por allí.

—Creí que tendría que intervenir— aún en estado de alerta volteó a ver de donde provenia esa voz gruesa y ronca.

Entre la oscuridad solo vio una silueta y enseguida supuso de quien se trataba.

—¿Que Batman no protege Gotham y Metrópolis se lo deja a Superman?— cuestionó más tranquila caminando hacía él para alumbrar con su anillo.

—Vine a hacerles una propuesta— respondió el caballero de la noche —A ambos— termino por decir viendo a la silueta del hombre con capa roja levitando en el cielo.

Linterna Verde volteó a ver a la misma dirección que él y notó que era Superman, era de esperarse que llegaría al haberla escuchado en aprietos pero nada grave que no pudiera resolver ella misma.
Porqué si, por su gran amistad ambos conocían su identidad.

—¿Que clase de propuesta?— cuestionó Superman bajando a tierra algo interesado.

Batman comenzó a explicarles la idea que tenia en mente, un equipo que protegiera por igual a Ghotman y Metrópolis y si se podía hasta el resto del mundo, la idea les agrado a ambos súper héroes y aceptaron.
Los tres se reunirían más tranquilos en la baticueva para hablar y poder revelarse su identidad aunque Bruce ya las conocía pero ese dato prefería guardárselo a si mismo.

Un par de días después el murciélago tenia a los cinco héroes en su equipo, juntos formarían la liga de la justicia.

Aunque ellos no tenían idea que de igual forma se había formado otro equipo, los vengadores, poco después lo descubrírian y aunque a Bruce no le agradaba mucho la idea tampoco le parecía mala, después de todo tenian el mismo fin, justicia por aquellos que sufran la maldad del mundo y venganza por los que no pudiera recibir ayuda en el momento.





































𝗚𝗥𝗘𝗘𝗡 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora