[9] Ninguno es digno

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Charlotte estaba sentada a la orilla de la cama moviendo el pie de arriba a abajo, esa noche era la fiesta a la que la invitó Steve y por la hora seguro llegaría tarde.
O más bien, llegarían tarde.

—¡Clark ya apurate o me iré sola!— advirtió soltando un bufido.

Kent estaba en el baño terminando de arreglarse, él también había sido invitado por Rogers aunque estaba seguro que lo hizo por parte de Natasha.

—Tendremos que irnos volando— respondió saliendo del cuarto de higiene acomodándose su camisa azul marino —Literalmente, tendremos que ir volando ¿Y quien de los dos vuela más rápido?— cuestionó con burla sabiendo perfectamente que él era más rápido.

Charlotte rodó los ojos —Entonces date prisa, ¿Que le dijiste a Lois para ir?

—La verdad— sonrió con amplitud —Que iré a Nueva York contigo, tú le agradas.

—Si pero Natasha....

—Terminaré con Lois mañana— aseguró haciendo que la pelinegra abriera los ojos con sorpresa.

—Clark, Lois es maravillosa ¿Estás seguro?

—Bastante— respondió saliendo de su departamento seguido por Harrison aún confundida por la reciente decisión —La relación de Lois y yo parece más una amistad desde hace unas semanas.

—De acuerdo— suspiró —Pero si le rompes el corazón utilizaré mi poder para formar kriptonita y te la clavaré en el pecho.

Clark enarcó una ceja levemente horrorizado por la advertencia, no la creía capaz de literalmente matarlo pero sí de lastimarlo sólo un poco, eso era lo que le agradaba de ella, cuando herían a alguien cercano no le importaba causar el daño suficiente al causante, con tal de hacerle sentir lo mismo.

Ambos utilizaron el ascensor para bajar al primer piso y después salir del edificio, se alejaron de las calles hacía un callejón solitario y Clark tomó a Charlotte de la cintura para emprender el vuelo a la ciudad.

Tan sólo unos minutos fueron suficientes para que los dos estuvieran frente a las puertas de la torre vengadores.

—¿Por qué nosotros no tenemos una torre?— preguntó Charlotte viendo los pisos desde abajo.

—Porqué Bruce quiere ser sigiloso, si todos supieran donde estamos cuando entrenamos o planeamos algo nuestros enemigos nos descubrirían.

Eso era cierto, aveces era malo tener que vivir una doble vida, aveces deseaban revelar quienes eran en realidad como lo hicieron los vengadores pero no, la liga de la justicia ya se había hecho varios enemigos y aunque la mayoría del equipo no tenia familia Clark y Barry aún tenían parientes cercanos, su madre y su padre.

—Andando.

En cuanto Steve, el rubio se encontraba junto a la barra con Natasha bebiendo vasos de refresco ya que según él, no servía de nada beber alcohol si no se podía embrigar.

—Relajate Steve— exclamó la pelirroja dandole un sorbo a su copa.

Rogers iba responder algo cuando logró divisar a Charlotte entre los invitados, con un semblante más calmado se alejó de la barra y caminó hacía ella.

—Lamento haber llegado tarde— se disculpó en cuanto estuvo lo suficiente cerca como para que la escuchara.

—No te preocupes, debo decir que creí que no vendrias— admitió —Por cierto— se inclinó a ella para susurrarle al oído —Te ves hermosa.

Su vestimenta consistia un vestido que le llegaba a la aultura de las rodillas color rojo vino con un escote en el pecho, no dejaba mostrar mucho pero tampoco se veía aniñado y para acompletar unos botines negros con plataforma.

𝗚𝗥𝗘𝗘𝗡 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora