[39] Luz Amarilla, Luz Verde

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Steve Rogers no era un hombre que improvisaba pues normalmente tenía un excelente plan para cada ocasión.

Pero siempre hay una primera vez y esta noche era su primer plan improvisado aunque ahora se arrepentía pues ¿quien no tiene un perfecto plan para una noche tan especial cómo esta? Se reprendía así mismo por haber escuchado a Jason.

“Proponle matrimonio mientras estén en la cama, seguro acepta”

Recuerda cómo le dio un golpe en la nuca al joven después de eso a pesar de que lo consideró.

Luego de estar una semana entera planeandolo finalmente llegó a la idea de una cena romántica bajo la luz de la luna.

Él era un hombre clásico y estaba seguro que Charlotte lo amaba por eso así que dejaría que ese hombre de los cuarenta lleve las riendas de la ocasión para esta noche.

Se echó agua fría en la cara para relajarse y salió del cuarto de baño sólo para encontrarse a su novia sentada en el borde de la cama con un hermoso vestido verde esmeralda poniendose los zapatos que llevaría para la especial ocasión.

Ambos estaban en su departamento pues arreglarse en un camper no era la mejor opción considerando que también allí se encontraba su protegido que a pesar de ser un joven adulto no perdía la oportunidad para molestar a la feliz pareja de súper héroes como comentarios cómo ”Barbie y el abuelo de Ken" o "Julieta y el tatarabuelo de Romeo"

—Pero que atractivo hombre estoy viendo en este momento— coqueteó la pelinegra en cuanto su mirada se alzó para verlo —¿Estoy alucinando o de verdad tengo a Steve Rogers con traje en mi casa?

Steve sonrió feliz ante esas palabras fué entonces cuando sus miedos desaparecieron. Realmente quería casarse con ella.

—¿Se puede saber porqué tanta formalidad?— preguntó la joven mujer levantandose de la cama para acercarse a él y acomodar un poco su saco.

—Esta noche me considero afortunado— contestó ladeando una sonrisa.

—Deberias agradecerme por convencerte para que te dejaras la barba— mencionó Charlotte observando detalladamente la barba bien peinada del hombre —Aunque me de cosquillas cada que te beso— añadió depositando un suave beso en su mejilla para luego formar una mueca divertida por las cosquillas.

—Admite que te fascina la barba— dijo tomando el rostro de la pelinegra entre ambas manos para plantar otro apasionado beso en sus labios.

La feliz risa de ambos se hizo presente en la habitación, definitivamente era momento muy hermoso que jurarían jamás olvidar.

Apenas había pasado un año desde que la liga de la justicia venció a Steppenwolf y desde entonces las cosas han marchado sorpresiva y aterradoramente bien, no ha habido ataques de gran magnitud ni algún meteorito que amenace a la tierra.

Los vengadores seguían separados pero la liga seguía buscando nuevos integrantes cada día, además de que se había formado otro pequeño grupo de héroes conformado por sus protegidos, los titanes.

La tierra estaba protegida y no esperaban un próximo ataque cercano.

O al menos eso creían.

La noche continuaba transcurriendo y todo seguía al pie de la letra, la suerte les sonreía al feliz dúo.

Ya estando en el restaurante y luego de cenar las cosas se pusieron en marcha.

—Tengo una sorpresa para tí— canturreó Charlotte golpeteando ligeramente la mesa del restaurante imitando unos tambores después, sacó una pequeña cajita de terciopelo que le entregó al rubio con impaciencia por verlo abrirlo.

𝗚𝗥𝗘𝗘𝗡 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora