Malfoy vs Weasley

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—Tienes que pronunciarlo claramente, cielo —dijo a Harry la señora Weasley, mientras George introducía la mano en la maceta—, y ten cuidado de salir por la chimenea correcta.

—¿Qué? —preguntó Harry nervioso, al tiempo que la hoguera volvía a tronar y se tragaba a George.

Era el día en el que todos iríamos a comprar nuestras cosas para la escuela. Los Weasley nos estaban enseñando como usar por primera vez los polvos Flu.

—Bueno, ya sabes, hay una cantidad tremenda de chimeneas de magos entre las que escoger, pero con tal de que pronuncies claro...

—Lo hará bien, Molly, no te apures —le dijo el señor Weasley, sirviéndose también polvos flu.

—Pero, querido, si Harry se perdiera, ¿cómo se lo íbamos a explicar a sus tíos?

—A ellos les daría igual —la tranquilizó Harry—. Si yo me perdiera aspirado por una chimenea, a Dudley le parecería una broma estupenda, así que no se preocupe por eso.

—Bueno, está bien..., ve después de Arthur —dijo la señora Weasley—. Y cuando entres en el fuego, di adónde vas.

—Y mantén los codos pegados al cuerpo —le aconsejó Ron.

—Y los ojos cerrados —le dijo la señora Weasley—. El hollín...

—Y no te muevas —añadió Ron—. O podrías salir en una chimenea equivocada...

—Pero no te asustes y vayas a salir demasiado pronto. Espera a ver a Fred y

George.

Haciendo un considerable esfuerzo para acordarse de todas estas cosas, Harry cogió un pellizco de polvos flu y se acercó al fuego. Respiró hondo, arrojó los polvos a las llamas y dio unos pasos hacia delante. El fuego se percibía como una brisa cálida. Abrió la boca y un montón de ceniza caliente se le metió en la boca.

—Ca-ca-llejón Diagon —dijo tosiendo.

Observábamos como Harry era succionado por las llamas, desapareciendo de la chimenea.

-Oh dios, a saber donde aparecerá ahora- Ron chocó su mano contra su frente.- Te toca a ti Lau-

Mi rostro expresaba mi espanto.

-Ah no, yo no pienso usar esa cosa, y si me lleva a un lugar totalmente diferente- lo sucedido hace segundos a Harry, en mi mente se convertía en algo que probablemente me pasaría a mi también.

-Tranquila querida, tu solo trata de pronunciar bien y llegarás sana y salva- Molly me extendió el tarro con las cenizas. Agarré un puñado y me dirigí a la chimenea.

-Recuerda, fuerte y claro- repitió Ron. Respiré profundo.

-¡Callejón Diagon!- Las llamas me succionaron, mientras dejaba de ver a la familia Weasley. Sentía que comenzaba a girar a toda velocidad mientras mi cabeza parecía estar a punto de explotar. Cuando pensé que no aguantaría más todo se detuvo. Abrí los ojos que no recordaba haber cerrado y me encontré en un bar conocido. Era el caldero chorreante. A un costado logré ver a los gemelos recostados a una pared. Estos me vieron y levantaron su mano para que me dirigiera a ellos.

-Llegaste entera Laurita- Dijo George.

-Y el resto'- preguntó su hermano.

-Ahora vienen. El problema es Harry. Cuando iba a pronunciar el nombre del callejón comenzó a toser por culpa de las cenizas, y viajó a otra chimenea.

Los gemelos me mirababan interesados.

-Tranquila, de seguro ya tiene que estar por aquí. Harry siempre sabe como salir de los problemas.

Los hermanos PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora