Las semanas hasta el 25 de Junio, pasaron volando entre entrenamientos, clases, estudio y las huidas furtivas con Cedric durante el día.
Aún no me había pedido salir, pero mucha gente en la escuela sabía que nos traíamos algo entre manos. Cho no se tomó muy bien el que Cedric le dijese que estaba enamorado de mi, pero aún así nos deseó lo mejor a ambos.
Otra de las sorpresas, fue que de un día para otro, Malfoy y Parkinson comenzaron a salir, por lo que la chica ahora tenía otra razón más para estar todo el día pegada a el como un chicle.
El desayuno fue muy bullicioso en la mesa de Gryffindor la mañana de la tercera prueba. Las lechuzas nos trajeron una tarjeta de Sirius para desearnos buena suerte. No era más que un trozo de pergamino doblado con la huella de una pata de perro, pero la agradecí de todas maneras. Llegó una lechuza para Hermione llevándole su acostumbrado ejemplar de El Profeta. Lo desplegó, miró la primera página y escupió sin querer el zumo de calabaza que tenía en la boca.
—¿Qué...? —preguntamos los tres al mismo tiempo.
—Nada —se apresuró a contestar ella, intentando retirar el periódico de la vista. Pero Ron lo cogió.
Miró el titular, y dijo:
—No puede ser. Hoy no. Esa vieja rata...
—¿Qué? —preguntó Harry—. ¿Otra vez Rita Skeeter?
—No —dijo Ron, e, igual que había hecho Hermione, intentó retirar el periódico.
—Es sobre nosotros, ¿verdad?
—No —contestó Ron, en un tono nada convincente.
Pero, antes de que Harry pudiera pedirles el periódico, Draco Malfoy gritó desde la mesa de Slytherin:
—¡Eh, Potter! ¿Qué tal te encuentras? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro de que no te vas a poner furioso con nosotros?
También Malfoy tenía en la mano un ejemplar de El Profeta. A lo largo de la mesa, los de Slytherin se reían y se volvían en las sillas para ver cómo reaccionaba Harry.
—Déjame verlo —le dijo Harry a Ron—. Dámelo.
A regañadientes, Ron le entregó el periódico. Harry le dio la vuelta y vio su propia fotografía bajo un titular muy destacado:
HARRY POTTER, «TRASTORNADO Y PELIGROSO»
El muchacho que derrotó a El-que-no-debe-ser-nombrado es inestable
y probablemente peligroso, escribe Rita Skeeter, nuestra corresponsal
especial. Recientemente han salido a la luz evidencias alarmantes del
extraño comportamiento de Harry Potter que arrojan dudas sobre su
idoneidad para competir en algo que exige tanto de sus participantes
como el Torneo de los tres magos, e incluso para estudiar en
Hogwarts.
Potter, como revela en exclusiva El Profeta, pierde el conocimiento
con frecuencia en las clases, y a menudo se le oye quejarse de que le
duele la cicatriz que tiene en la frente, vestigio de la maldición con la
que Quien-ustedes-saben intentó matarlo. El pasado lunes, en medio
de una clase de Adivinación, nuestra corresponsal de El Profeta
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Los hermanos Potter
FanfictionDos enemigos pero un solo corazón... Laura y Draco deberán afrontar grandes obstáculos para demostrarse el uno al otro que el amor lo puede todo.