Beauty In Death 》 Minsung

XX

— ¿Quieres por favor decirme que es lo que ocurre? — exigía Jeongin, mientras seguía a Christopher por todo el castillo pidiendo una explicación acerca de todo lo que ha escuchado — ¿Quién es Jisung? ¿Quién es ese chico rubio con alas? ¿La magia existe? ¿Y qué es eso de la sangre Bang? ¡Explícate Christopher!

El rey parecía fastidiado ante tantas preguntas, pero entendía tanto al menor que mantenía la paciencia dentro suyo para no explotar del estrés. Se dio la vuelta, encarando al pelinegro.

— Escucha, Innie. Es una historia larga, pero te prometo que un día te lo contaré todo, ¿Si? De momento solo te puedo decir que, efectivamente, la magia existe y en este castillo sólo tú y yo podemos ver a seres cómo él — señaló con el dedo a Hyunjin detrás de Jeongin, que salía de una de las habitaciones husmeando, cómo siempre.

Jeongin se giró a verlo. Aún no podía creer lo que veía, ni mucho menos tan siquiera pensarlo, porque nunca creyó que todo eso fuera real. Sólo pensó que eran cuentos, mitos, leyendas, jamás que fuese real. Ahora se notaba envuelto en un laberinto que lo aprisiona, dejándolo estancado en alguna de aquellas partes escondidas del mapa, viendo cómo todos avanzan menos él.

— Hyunjin, ¿Viene Seokjin? ¿Sabe de esto? — el rubio negó con la cabeza. Siempre mantenía un semblante divertido y tranquilo, pero ahora reflejaba lo contrario, se notaba triste y preocupado, ¿Dónde estará esa ardilla escurridiza?

— Me dio miedo decirle algo, luego regaña muy feo a Jisung. Así que vine a buscarte a ti. Seungmin y Changbin lo andan buscando, espero que lo hayan encontrado mientras estoy aquí contigo.

— Necesito reunirme con él — dijo el rey pensativo — ¿No tienes ni la menor idea en dónde se pudo haber metido?

— ¿Cómo saberlo? No es cómo si toda la vida hubiera estado fuera del páramo.

— ¿Páramo? — preguntó el menor, girando el rostro a ambos lados buscando explicación de los chicos.

Christopher lo volvió a tomar de los hombros, suavizando su mirada. Se sentía frustrado y nervioso, si que quería algún día contarle todo esto a Jeongin, pero el momento se presenta en un acontecimiento inoportuno. Se relamió los labios, conectando los ojos mismos con los contrarios.

— Iremos allí. Te vas a sorprender con lo que verás, pero todo tiene explicación. Porqué lo que habita ahí existe y la razón por la cual puedes percibirla. Pero por favor, no me odies por haberte ocultado esto.

Jeongin negó con la cabeza. Nunca podría odiarlo, jamás, ni aunque lo intentara. Tenían un lazo fuertemente estrechado que nadie podría romperlo. Christopher llamó a gritos a sus guardias para que prepararan el carruaje y aunque las quejas preocupadas por la seguridad del rey no faltaron, al final accedieron ante las estrictas órdenes.

Los dos humanos y ser mágico se subieron al móvil, siendo llevados por un jinete y una fila de caballos. Chris y Jeongin se sentaron juntos, y en frente se sentó Hyunjin. El pelinegro no le perdía de vista al ser alado, siendo la tercera vez de su encuentro y resultando igual de sorprendente que las veces anteriores.

El hada también lo observaba, teniendo una conexión con los ojos ámbar y el mar oscuro del contrario, inspeccionaban sus rasgos, apreciando la belleza de sus rostros y la magia del ser mágico rodeado de brillos. Es increíble, se ve completamente cómo un humano común y corriente, exceptuando esas alas en la espalda que el rubio intenta ocultar en vano ante la incomodidad de ser estudiado.

— Jeongin, ¿cierto? — Hyunjin rompió el silencio. Christopher miraba por la ventanilla, con el rabillo del ojo observó a los chicos. Jeongin asintió con la cabeza sin animarse a hablar — Me llamo Hyunjin — estiró la mano en dirección al pelinegro, pero esta sólo recibió un vistazo, siendo ignorada.