Lo veo en tus ojos

Persiguiendo al hacker

John se levantó temprano para desayunar con Victoria antes de que ella fuera a trabajar; luego se ocupó de llevar a Rosie a la escuela, y finalmente se encaminó a Baker St. De seguro que Sherlock se había pasado la noche despierto leyendo cada nota periodística que halló con respecto a los disturbios de Blackpool, tratando de enfocar su investigación hacia una dirección concreta.

En otros momentos, su conciencia le habría molestado un poco al pensar que dejó trabajando solo a su amigo, pero ahora eso ya no pasaba; él estaba casado y tenía una hija en edad escolar, ya no estaba para pasarse toda la noche escarbando en la internet, y las únicas noches que aceptaba no volver a su hogar eran cuando ya estaban tras la pista de alguien, y Sherlock realmente necesitaba de su ayuda activa. Aparte, ahora estaba Elizabeth para hacerle compañía y tenerlo controlado, por lo que el doctor no se arrepentía lo mas mínimo de haberlo abandonado la noche anterior.

Aún así, John no se había desligado del caso; una vez sus mujeres ya dormían, él había dedicado gran parte de su descanso a investigar acerca de los dichosos NFT y el Ox Universe, para tratar de comprender mejor hacia dónde se dirigía la investigación y, sobre todo, para que nadie lo mirara de manera tan despectiva como lo había hecho Craig la tarde anterior, haciéndolo sentir un completo idiota. Bastante conforme con sus nuevos conocimientos informáticos subió las escaleras hacia la planta alta del 221, preguntándose que les depararía ese nuevo día.

Sherlock estaba sentado en su sillón, repasando algunas cosas en su teléfono y bebiendo distraídamente una taza de café. Al oír pasos en la escalera, alzó la vista

- ¡Buen día John! - saludó con una energía que nadie que no lo conociera esperaría que mostrara, luego de pasar la noche investigando - Supongo que aún no tengo que afrontar un juicio de Victoria por haberte retenido lejos de tu hogar - agregó con sorna. John sonrió

- Yo me preocuparía más por alguna *armaia gitana. Pero como Toria quiere mucho a Eli, creo que estás a salvo; ella no va a querer que su amiga se quede sin el novio al que tanto le costó convencer de salir - respondió irónicamente. Sherlock asintió

(* maldición)

- Perfecto, entonces no tengo de que preocuparme. Bien, en unos diez minutos salimos para el Ministerio de Vivienda, donde nos vamos a entrevistar con Smithson y poner en marcha el plan. Le dije también que quiero hablar con su hijo ¿Estás listo? - el doctor se sentó frente a él

- Listo. Ayer me interioricé más en el dichoso jueguito ese, creo poder hacer un buen papel hoy al hablar con Smithson junior. ¿Vos hallaste algo anoche? - preguntó, echando una mirada hacia la 'pared de pensar', que ya tenía un par de anotaciones. Sherlock dio un sorbo a la taza

- Meh - bufó, encogiéndose de hombros - Pasé toda la noche repasando noticia tras noticia para llegar a la conclusión de que quién robó los archivos no es miembro de ningún partido político. El alcalde de Blackpool es del partido laborista, por lo cual había promocionado mucho las viviendas sociales, así que la noticia de la reducción de presupuesto no lo favorece en nada. Inmediatamente uno pensaría que fue perjudicado por algún fanático tory, pero el primer ministro y los secretarios de estado son todos del partido conservador, y por supuesto el saber que estas medidas provienen directamente del secretario de estado de la vivienda no deja bien parado al gobierno nacional, así que también descartamos a los tories. Nos quedaban entonces los whigs, miembros del partido liberal, pero ellos están a favor de las Universal Cards, pues eso fomenta el comercio y el crecimiento económico. Y el resto de los partidos políticos son demasiado pequeños para tener ingerencia en una ciudad alejada de las grandes urbes como lo es Blackpool. Así que la conclusión es que, evidentemente, el hacker dio con ese archivo de casualidad y decidió molestar al gobierno, dándolo a conocer a la prensa. En síntesis, probablemente sea un anarquista, uno de esos que siempre van a ir en contra de las autoridades, sean cuales sean - resumió. John alzó una ceja