¿Amor u Obsesión?

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El doctor Sand se llevó al pequeño pingüino rápidamente al acuario, después de darle cuidados paliativos inmediatos. Por suerte, aparentemente, no había daños significativos en el animalito. Apenas el doctor salió del departamento, Sherlock se concentró en la pobre Lori Emerson, que aún se hallaba sentada en la misma silla, con John a su lado tratando de calmarla.
Una vez las corridas terminaron, y con una taza de té de hierbas frente suyo, Lori se sintió más tranquila para hablar.

- Srta. Emerson, estoy seguro que se da cuenta de la gravedad de la situación, más después de oír al doctor Sand repetir hasta la saciedad que ese pingüino en particular está en grave peligro de extinción. También usted ha insistido en su inocencia, o al menos, de su ignorancia en este asunto. Yo le creo, he visto suficientes indicios para saber que no fue usted el autor material del hecho. Pero para que pueda quedar todo bien claro, necesito que se enfoque y recuerde la noche del viernes - Sherlock se sentó frente suyo y le habló con tranquilidad. Lori se fregaba un ojo con un puño, mientras con la otra mano rodeaba la taza.

- ¡Cuánto quisiera, Sr. Holmes! Pero realmente tengo una gran nebulosa en mi mente. No entiendo cómo, pero pasé de aburrirme en la fiesta del bufete a despertar acostada atravesada en la cama, con vómito pegado en el cabello. Cuando fui al baño a lavarme, el pingüino me terminó de despertar con sus graznidos. ¡Casi muero del susto! ¿Pero cómo llegó ese animal a mi casa, por Dios? - la chica se oía sinceramente angustiada, mientras pasaba de fregarse un ojo a frotarse la frente con la punta de los dedos, y luego a tomársela entre el índice y el pulgar, tratando de recordar. Holmes se inclinó un poco sobre la mesa hacia ella

- Vamos a intentar esto. Trate de darme respuestas cortas, yo la voy a ayudar. ¿Fue usted a la fiesta de Hittmans? - ella lo miró con evidentes ganas de colaborar

- Sí, soy la asistente personal del Dr. Teck, uno de los socios más importantes. Era casi una obligación - Holmes asintió, dando inicio a un ping pon entre los dos, donde John sólo era capaz de observar y tratar de seguir el hilo

- No se quedó hasta el final - ella hizo una mueca

- No, no es la clase de fiestas que me agradan. Me aburrí bastante - Sherlock suspiró

-Srta. Emerson, si quiere que la ayude debe ser sincera conmigo, no me mienta - los ojos azules del detective se clavaron con intensidad en los de la chica. Ella bajó la mirada

- Lo siento.... es que es tan vergonzoso. Bien. Apenas unos momentos luego de sentarme, mi ex entró al salón con su novia actual, muy felices los dos. El desgraciado trabajaba con nosotros, pero consiguió un puesto excelente en los tribunales y me abandonó. Todavía no puedo superar verlo con ella. Así que fui derecho a la barra, a tratar de "ahogar mis penas", como dicen - Lori suspiró profundamente

- ¿Y cuánto tiempo pasó hasta que dejó la fiesta? -

- Bueno... Recuerdo que había pasado una hora desde que llegué, las doce y media serían. Pase la hora casi completamente clavada en la barra. Cerveza, licores varios, tequila, más tequila.... hasta que se negaron a darme más tragos. Sin alcohol, no iba a aguantar seguir en la fiesta, así que busqué mi abrigo y me fui -

- ¿Por cuántos bares pasó luego de abandonar The Loop? -

- Sé que salí de ahí y me fui a "The Duke of York", enfrente, porque era el único bar abierto. Después... no recuerdo - dijo la chica con frustración. Sherlock la presionó un poco

- Piense. Entra al bar ¿Qué hace? -

- Voy directo a la barra, eso es seguro -

- Quiere borrar la imagen de su ex pareja de su mente ¿Entonces? - ella enfocó su mirada en la nada; aparentemente recordaba algo

Lo veo en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora