Bendito sea este maravilloso romance carmesí en el momento inoportuno.

OVA 1: El destino de las cartas.

*Perspectiva de Yui Yui*

Hola jovencitos~... Mi nombre es Yui Yui, si debería dar mi descripción sobre mi persona.... Mmmm... Cómo sería?...

Pues no sería tan especial mi vida, al menos en la actualidad. Yo era la sublider del antigua secta de brujas llamada "Heptagrama de las rosas encantadas", pero en la actualidad, uso esos antiguos conocimientos para crear medicinas naturales y servicios de aromaterapia.

A pesar de que mis servicios eran de primera categoría ya que tenía conocimientos que cualquiera no tendría, parecía que no tenía mucha demanda y no era tan conocida por alguna extraña razon.

Y si hablamos de mi esposo, el era miembro de la policía de el lugar en dónde vivimos, pero parece que lo culparon de un robo o de una extorsión que el no cometió , actualmente está desempleado... De hecho, esta situación ha estado igual incluso antes del nacimiento de mi primera hija con el nombre de Megumin, por culpa de esa reputación de ladrón, nadie lo contrata ni siquiera para las labores más básicas.

Y como se habrán dado cuenta, nuestra situación económica iba de Guatemala a Guatepeor con el incremento de deudas. Y el hecho de que mi marido esté en un estado leve de depresión por no sentirse útil y no encontrar algún trabajo, el incremento de deudas, el crecimiento de mi querida Megumin y mi hija más reciente con el nombre de Komekko, esto solo hacia que mis preocupaciones y estrés solo aumentaran.

Normalmente le hubiera pedido ayuda a mis únicas y confiables 6 amigas una mano o al menos uno de los 4 libros que nosotras habíamos creado en nuestra etapa de universidad, que por cierto, tengo uno a la mano para mis servicios de aromaterapia medicina antigua. Pero por desgracia, perdí el contacto de casi todas mis ex amigas.

Las únicas a quienes aún tenía contacto era a Wolbach-san y Wiz-san, pero Wolbach-san había salido de viaje hace algunos años y la situación de Wiz-san no era tan diferente a la mía con su trabajo de encargada de una posada en la que ella dirigía, pero ella tenía la peculiaridad de perder más dinero de lo que ella ganaba, además, ella no era portadora de uno de los libros.

Yo había llegado a un punto en donde habría tocado fondo y utilizaría el conocimiento de el libro de mi antigua secta para obtener dinero de forma "menos honrada", pero una semilla de esperanza empezó a sembrarse en mi cabeza cuando ví a mis hijas.

Mi querida Megumin, mi primogénita, era alguien curiosa e inteligente, era una persona con mentalidad madura a pesar de su corta edad, con una gran habilidad de adaptar cualquier conocimiento.

Y por el otro lado, Komekko, quien era la menor de las dos, era el encanto de la familia, era ágil, era carismática, y si bien tiene la intelecto e inocencia de un niño normal, era capaz de manipular a su antojo a cualquier persona de corazón débil a su antojo gracias a su inconsciente inocencia y ternura, además, era la que más me ayudaba en el poco trabajo en el que estaba.

Hace unos meses atrás, Megumin, que ya tenía 14 años, tuvo la oportunidad de terminar la secundaria antes que cualquier otro de su generación, al menos era una de las 2 personas. Cosa que me enorgulleció bastante en ese momento, después de festejar en familia, ella y yo averiguamos en todo lo posible para ver una oportunidad de que Megumin tuviera la ocasión de ingresar a la preparatoria.

Después de buscar y buscar, recurrí en mi última carta que era contactar a Wiz-san, dónde ella me dió la información de una preparatoria ideal con el nombre de "Axel". Donde incluso ella nos ayudó en conseguir una hoja de requisitos, una beca para Megumin, y la oportunidad de que ella se hospede gratis en la posada de Wiz-san.

Por fin, por primera vez, sentía que mi suerte había acabado y mi miseria se iba aflojando, ya que si ella tiene la suerte de su lado, Megumin terminaría ayudarnos en un futuro, no digo descaradamente que ella nos mantenga, sino que ella nos ayude monetariamente en algunos gastos y que me ayude en difundir mi trabajo.