El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~

Misteriosa Aparición

Naruto buscó a Sasuke revolviendo cielo y tierra sin lograr nada de nada. La agencia había desaparecido como si de niebla se tratara. Los años fueron pasando y el pelinegro jamás volvió.

Siete años después los gemelos se hicieron unos niños preciosos que parecían muñecos vivientes. Naruto era un papá muy posesivo, en especial con el niño doncel quien tenía la misma personalidad de su papá Sasuke.

El rubio nunca se rendiría en la busqueda de su esposo, pero luego de tantos años sus esperanzas iban mermando. Sin embargo no descansaría hasta haber acabado con esa maldita agencia.

Su padre Minato había muerto de cáncer hacía tan solo seis meses, quedando solo Naruto con sus hijitos.

Por supuesto que sus amigos más allegados jamás lo abandonaron, apoyándolo en todo lo necesario. Así fue que Naruto pudo sobrevivir luego del secuestro y desaparición de Sasuke. Sus hijitos y sus queridos amigos lo sostuvieron durante todos esos años.

No obstante la depresión se había hospedado en el alma del rubio y planeaba quedarse allí. Esa noche veía a sus hijitos dormir en sus camas, cuando su celular sonó.

Era su amigo Gaara quien lo llamaba desde la puerta de un burdel, lugar que cada tanto el pelirojo solía frecuentar con sus amigos de los suburbios avivando así su lado más siniestro algunos veces.

Naruto salió de la habitación para atender. Gaara se oía alterado y angustiado.

- Por dios Naruto, soy yo....Gaara.
-¿Gaara? ¿Qué ocurre amigo?

- Debes venir pronto Naruto.
-¿A dónde? ¿Qué pasa?
- Es Sasuke

-¿Sasuke? ¿Cómo que Sasuke?
- Está aquí, en el burdel donde ahora me encuentro.

Ante aquella información, el rubio empalideció al oír aquello. Luego de tantos años al fin aparecía y en un lugar muy inesperdo. El pelirrojo le dió la dirección y él tras anotarla colgó, para llamar a su amigo Shikamaru para que vaya a su mansión a cuidar a los gemelos.

Cuando éste llegó, el rubio salió y se dirigió al burdel donde Gaara le dijo. El pelirrojo lo aguardaba ansioso.

Cuando el rubio llegó, Gaara lo llevó dentro de ese lugar de mala muerte impregnado por mujeres y donceles que se prostituían.

Algunos estaban conscientes, mientras que otros estaban tan drogados que no tenían idea sobre dónde se encontraban siquiera.

Exparcidos por doquier, mujeres, donceles y sus clientes estaban en diversos sitios del lugar. Gaara y Naruto se fueron adentrando hacia el corazón de ese burdel de mala muerte, hasta llegar a una sala donde había puertas transparentes alrededor.

Eran siete en total y tras cada una de esas puertas se encontraba un doncel completamente desnudo encadenado del cuello a una argolla ubicada en el suelo.

Luces rojas y azules alumbraban cada habitación. Aquellos donceles prisioneros tenían la mirada perdida, era más que evidente que se habían desconectado con la realidad que los rodeaban.

Naruto miró aquel lugar asombrado, pero su amigo lo condujo frente de la puerta de vidrio donde se encontraba Sasuke. El corazón del rubio se disparó a mil latidos por segundo.

Se desesperó a más no poder. Colocó sus manos sobre el vidrio golpeandolo al tiempo que decía:
-Sasuke....¡Sasuke!

Pero el pelinegro lo miraba sin ver, con la mirada perdida moviendose sobre el asiento donde se encontraba de forma en extremo sensual. Parecía un muñeco sin vida, un autómata.

Gaara miraba a su alrededor, sabiendo que en cualquier momento llegarían los guardias con alguien para hacer negocio.

Pero Naruto se hubo olvidado del lugar para centrar toda su atención en Sasuke, quien estaba prisionero del otro lado de la puerta ignorandolo todo. Ni siquiera era consciente del sitio donde ahora estaba.

-Por dios mi amor ¿qué fue lo que te hicieron esos monstruos? - susurraba el rubio llorando con intensa desesperación - Sasuke ¡Sasuke!