El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~

Te Encontré Nagi

Nagi era un gran papá doncel ya que el bebe de su amado lo seguía a donde sea que éste vaya. Nada podía hacer más feliz a Kawaki, sentía que tocó el cielo con las manos.

Amaba tanto a Nagi que era cspaz de hacer cualquier cosa por su bello esposo doncel.

EL doncel dorado no sentía ningún orgullo ni se mostraba prepotente a la hora de tratar a los demás. Su amabilidad y dulzura despertaba el cariño en quienes lo rodeaban.

Pero dicha felicidad llegó a su fin cuando Nagi fue descubierto por Juugo, quien le contó a Sasuke. Una tarde de invierno, Nagi salía con el bebe de su esposo en el coche rumbo al almacen en busca de vívieres cuando Sasuke se le acercó.

La palidez del doncel dorado fue notoria, su nerviosismo lo hizo temblar. No quería volver a esa lujosa prisión donde ahora se encontraba. No soportaría aquello.

—Nagi, llevas meses desaparecido hijo — decía Sasuke con dureza.
—Papá....¿qué demonios haces aquí?

— Vine por tí
—No...no....¡No! ¡Déjenme en paz!
— Sabes que eso no pasará hijo.

Sin pensar en nada más, Nagi sujetó al bebe que por entonces tenía un año de edad y salió corriendo pero Juugo le cortó el paso.
—No escaparás esta vez Nagi — dijo el pelirojo
— ¡Maldita sea!

Nagi giró para huir por otro lado, cruzó la calle sin fijarse que el semáforo estaba en luz verde dandole paso a los autos. Y así le fue. Un auto lo golpeó arrojandolo al suelo.

Al bebe no le pasó nada de nada, se levantó y llorando empezó a caminar por la calle ocasionando un gran caos en el tráfico.

Pero Nagi quedó inconsciente en el suelo. Juugo sujetó al bebe mientras Sasuke socorría a su hijo.
—¡Nagi! — gritó con profundo terror

Llamó a Naruto por su celular sin dejar de temblar. A lo lejos Sakura contemplaba la escena con una siniestra sonrisa en sus labios.

— Perfecto, es hora de que los empieces a perder a todos los que amas, maldito — murmuró ella mirando a Sasuke.

Sasuke abrazaba a Nagi sintiéndose angustiado y desesperado. No entendía cómo pudo suceder eso. Él solo quería hablarle, hacerle saber lo mucho que lo extrañaban y lo preocupado que estaban debido a su desaparición.

— Naruto, por dios....no lo entiendo....te juro que no se qué pasó....
— Sasuke dime ¿dónde estás? Iré ahora mismo.

Juugo tenía en sus brazos al bebé cuando Kawaki llegaba ya que fue llamado por la gente del lugar que lo conocía.

—¡Nagi! ¡Dios mío! ¡Mi amor! — apartó a Sasuke para sujetar a su amado doncel —¿Qué pasó?

— Ellos quisieron secuestrarlo Kawaki — dijo uno de sus vencinos — Ya hemos llamado a la policía.

— No somos secuestradores —expuso Sasuke colocandose de pie — Somos su familia. Nagi es mi hijo y es menor de edad.

— Por lo tanto tú, Kawaki, eres un pedófilo y su secuestrador — prosiguió Naruto que había llegado con la policía — Guardias arrestenlo — Servicios sociales se llevará al bebe.

—¡¿Qué dices?! ¡No soy pedófilo ni secuestrador! ¡Nagi es mí esposo maldita sea!

Ante sus palabras todos quedaron en una pieza debido al asombro.
—¿Cómo dijiste Kawaki? — preguntó Naruto

— Nagi es mi esposo y lleva mí apellido. Además el tiene 17 años. Eso lo vuelve libre para elegir a quién amar.