El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~

Lazos Rotos

Los días pasaban y Boruto decidió ayudar a su amado desde la misma ley, él estudiaba abogacía por lo tanto algo podría hacer. Esa tarde había estado dedicado al estudio en la biblioteca donde pudo ir detectando varios aspectos que podrían serle útil para liberar a Shinki. Sin embargo necesitaba seguir indagando más a fondo.

Sabía que un buen abogado lo podría ayudar y sacar de ese encierro a Shinki, pero al ser sus padres abogados y encima pertenecer a la aristocracia, era consciente que nadie se prestaría para oponerse a ellos.

Menos aún al ser ahora tan populares debido al gran éxito que tuvieron al haber exterminado a una agencia que a ojos de todos parecía ser prácticamente invencible como lo era la agencia del Doncel Perfecto de Sakura.

En otras circunstancias él en verdad se sentiría más que feliz ya que su papá Sasuke y su gemelo Nagi fueron víctimas de esa agencia. Sin embargo en estos momentos sentía que ese triunfo le  jugaba en contra.

Por eso no tenía a nadie a quien recurrir salvo a los libros y a sus profesores con preguntas técnicas encubiertas para que no se dieran cuenta de nada.

Naruto, por su parte deseaba hacer las pases con su hijo, nada lo haría más felíz que eso. Pero Boruto había colocado un gran muro entre ambos.

Algo parecido sucedía con Nagi también, ya que el doncel deseaba la felicidad de su gemelo.

Ésto empujó a Naruto a acercarse más al pequeño Itachi. No quería seguir cometiendo tantos errores como padre.

El pequeño valoraba cada momento en que su padre pasaba con él, por tal razón el rubio empezó a dedicarle largas horas logrando generar un hermoso lazo de unión entre ambos.

Sasuke también empezaba a dedicarle tiempo al pequeño, esto despertó en Itachi un instinto protector hacia su papá doncel mucho mayor que el que tenía Boruto.

Eran una hermosa familia los tres. Nagi junto a Kawaki y el pequeño Kawasaki vivían solos en un  departamento del bajo mundo que alguilaban. Trabajaban a medio tiempo tanto él como Kawaki debido a que Naruto los había hechado  de su mansión y de su vida.

Nagi se había distanciado de su padre, no así de su hermano Boruto con quien compartía buenos momentos. Pero le dolía no poder ver a su padre Naruto ya que este se hubo cerrado en su oscura decisión.

No obtante las cosas estaban así. Boruto, si bien valoraba la cercanía de sus padres y su hermano menor, le dolía que su papá Sasuke sea tan infelxible al respecto.

Esa tarde había descubierto una luz en medio de tanta oscuridad. Podría liberar a Shinki valiendose de un tecnicismo si conseguía hacer bien la jugada en cuestión.

Para ellos tendría que tragarse el orgullo y la bronca para poder recurrir a Mitsuki quien estaba al final de la carrera, a diferencia de él que estaba a medio camino.

Había anotado todo en su libreta, ahora tenía que buscar a Mitsuki. Fue cuando Sasuke entró a la biblioteca donde él se encontraba. El pelinegro quería hacer las pases con su hijo favorito.  Boruto frunció el ceño al verlo acercarse.

— Boruto, tenemos que hablar hijo.
— ¿Qué quieres Sasuke?
— Esto no puede seguir así hijo. Somos una famiiia y debemos comportarnos como tal. Demasiados problemas tuvimos en el pasado ¿no te parece?

Boruto lo sabía, en verdad lo entendía y nada quisiera más que volver a ser con sus padres como antes. En especial con Sasuke, su querido papá.

Pero estaba en extremo dolido porque no hacían el menor intento por entenderlo. Ni ellos ni Gaara.

— No es mi culpa que la agencia de Sakura los haya secuestrado a tí y a Nagi. Tampoco es mi culpa que ahora las cosas estén así. Pero a ustedes no les importa, ya nos remplazaron a Nagi y a mi por Itachi y el que viene en camino.

—¿Cómo puedes decir algo así Boruto? Nadie reemplazó a nadie. Cada hijo es unico, por dios. A Naruto y a mí nos importan todos ustedes.

—¿En serio?
— Si, por dios.
— No se nota papá. Ahora si me disculpas estoy ocupado.
— Boruto por favor

Sasuke se veía dolido y angustiado, pero Boruto se mantuvo firme. No daría un paso antes de haber liberado a Shinki. Él era su prioridad y sus padres seberían ser capaces de comprenderlos.

— Sasuke, no fui yo quien ocasionó esto. Sino la inflexibilidad de Naruto y tu incondicional apoyo hacia su persona.

—¿Cómo pretendes que le dé la espalda? Es mi marido por dios
— Claro, y yo no cuento para nada. Aunque sea tu hijo.
— Boruto, no sigas así...nosotros en verdad te queremos.
— Debo irme padre, es tarde.

Cuando quiso irse Naruto le dijo.
— Piensa lo que haces Boruto porque si te vas no dejaré que vuelvas a entrar a esta casa. Lo mismo le dije a Nagi y bueno....él eligió marcharse dandonos la espalda a todos. Tú ¿harás lo mismo?

— Shinki, ayúdame a liberarlo de su encierro y no solo me quedaré aquí, conseguiré que Nagi regrese.

— Nagi ya no cuenta Boruto. Se fue y no podrá volver a pedir nada de nada. Su vida, su elección.

Boruto miró a su padre anonadado. Su gemelo siempre fue su favorito.
— Pero Nagi siempre fue tu favorito padre.

— Y su actitud fue imperdonable para mí. Pero aún estás tú.
— Ya veo padre, entonces tus palabras solos fueron eso. Palabras vacías.

Boruto no tenía donde ir, a diferencia de Nagi, él no estaba acostumbrado a otro tipo de vida. Respiró profundo pero no se resignó.

— De acuerdo no me iré a ningún lado padre, pero este no es el camino adecuado.

—Se hará lo que yo ordene unicamente. Esta es mi casa por lo tanto son mis reglas.

—¿En serio? Creí que te importaba que volviesemos a ser una familia.

— Me importa más de lo que puedes llegar a imaginar. Mucho más.

— ¿Por eso es que hechaste a Nagi a la calle? Porque te importa que volvamos a ser una familia ¿eh?

— Nagi se pudo en una actitud muy inflexible para conmigo. No me dejó otra opción.
— Siempre hay opciones padre. Que tú no quieras verlas es otra cosa.

Boruto se retiró a su habitación mientras que Sasuke abrazaba a Naruto sintendose dolido.

— Naruto, trae a Nagi de vuelta a casa. No quiero que siga en esa oscura zona donde vive. Ya pasó un mes.

— Inmediatamente iré a buscarlo amor. Tú procura que Boruto no salga.
— Él tiene razón, no es la mejor opción amor.

— Llama a Gaara.
— ¿Lo harás después de todo?
— No tengo opciones ¿cierto?
— Muy cierto

Esto ultimo Sasuke lo dijo con una luminosa sonrisa.