Todo En Orden

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Al salir afuera en medio de la tormenta, Konan y su víctima se fueron por el camino de piedra naranja rumbo a su auto. Boruto mordió la mano de su secuestradora sin dejar de forcejear.

-¡Ay maldito mocoso!
¡Me las pagarás caro!
-¡Auxilio! ¡Ayúdenme!
-Ya eres mío - Konan abrió el baúl del auto y arrojó al niño adentro cerrandolo al instante siguiente - Quedate ahí dentro maldita bestia.

Boruto golpeaba el baúl gritando desde adentro llorando a más no poder. Pero no bien cerró el baúl, la mujer sintió un agudo dolor en abdomen.

Tardò unos segundos en comprender por qué su sangre iba humedeciendo su ropa abandonando su cuerpo, llevándose con ella sus energías.

Una herida mortal provocada por Sasuke quien estaba parado frente suyo, con una bata negra de cama que envolvía su cuerpo.

Era lo único que llevaba puesto. El pelinegro estaba descalzo. En su mano derecha llevaba una manopla con tres cuchillas de acero filosas.

Konan miró a Sasuke más que asombrada ya que desde que lo conoció, ese doncel solo sabía llorar y temblar.

Se veía siempre como una víctima y en extremo débil. ¿Cómo es que ahora se veía como un....asesino?

-¿Tú?
- ¿Quién te mandó?
- ¿Qué?
- Mala respuesta

Sasuke volvió a atacarla haciendo que cayera al suelo, ella respiraba entrecortado sintiendo que la vida se le escurría entre sus dedos.

Sasuke se acucliyó mirandola con frialdad, ambos estaban empapados por la lluvia helada. Ella empezaba a tiritar del frío.

-¿Quién te mandó?
-N-Nadie
- ¿Por qué quisiste secuestrar a mis hijos?

- Son hermosos y....y....ustedes millonarios. Pretendíamos pedir rescate y devolverles a uno solo.

-¿Por qué?
-Quise conservar a uno de tus hijos conmigo ¡Ya te dije! ¡Son hermosos!

Sasuke comprobaba que nada tenían que ver con la organización. No valía la pena matarla pero si darle una lección. Le había dañado la matriz imposibilitandole poder tener hijos.

Naruto salío al tiempo que Sasuke se colocaba de pie. Tras el rubio salían algunos criados que llevaron a Konan al interior de la casa junto al mayordomo.

Naruto abrió el baúl y sacó a Boruto de allí quien se pegó a él temblando y llorando. Sasuke volvió al interior de la casa, ya que no quería ser visto así por su hijo.

Gaara y Shikamaru llegaron al poco tiempo, ya que Naruto los llamó. Como abogados que eran los tres, se ocuparon de Konan y su cómplice el mayordomo.

Los acusaron de intento de secuestro y asesinato. Por supuesto que la policía se los llevó y a los pocos días eran condenados a treinta años de prisión.

Mientras eso ocurría Sasuke entró a su habitación, se duchó y secó. En breves se vistió y fue a ver a sus hijos. Naruto estaba con ellos quienes seguían muy asustados.

Sasuke abrazó a Boruto quien le rodeó el cuello con sus brazitos. El pelinegro lo sujetó en sus brazos con fuerza mientras no dejaba de besarlo.

Boruto lloraba aún ocultando su carita en el hombro de su papá doncel. Pero Sasuke no dejaría que nada malo les pase a su hermosa familia.

- Fuiste muy valiente Boruto, muy valiente. Pero tu padre y yo los cuidaremos a tí y a tu hermano. Nada tienen que temer.

- Así es pequeñito - Naruto tenía en brazos a Nagi- Nosotros los cuidaremos siempre, después de todo somos una familia.

Sasuke se quedó con los gemelos durante el resto del día mientras Naruto se ocupaba de lo legal con los traidores.

Cuando pudieron meter en prisión a Konan y al mayordomo, lo cual sucedió una semana después, Naruto y Sasuke cambiaron gran parte del personal. Y en ésta ocasión se asegurarían de obtener a los más leales y habiles.

Naruto llamó a su amigo Rock Lee como nuevo mayordomo, mientras que Sasuke los llamó a sus tres leales amigos. Karin, Juugo y Suigetsu quienes serían capaz de morir si con eso podrían ayudar a Sasuke.

Karin sería la nueva niñera y maestra, mientras que Juugo sería el nuevo chofer, y Suigetsu sería un criado más, que se ocuparía de la limpieza de las esculturas y demás adornos importantes de la mansión. Ellos tres, además, eran buenos científicos y doctores.

Sasuke y Naruto no cometerían el mismo error dos veces. Karin pronto supo ganarse el cariño y la confianza de los gemelos disfrutando así permanecer con ellos por el solo hecho de ser los hijitos de Sasuke. Ella además les enseñaba técnicas de defensa personal.

Días les llevó a Naruto y Sasuke recuperar la paz y seguridad dentro de la mansión. Pero al fin llegó la tranquilidad a sus corazones. Ahora sí, la mansion Uzumaki era una fortaleza impenetrable al fin.

El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora