El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~

Prisionero Otra Vez

Nagi iba despertando lentamente, todo le daba vuelta. La luz y las sombras lo rodeaban envolviendolo y confundiendolo.

Lo último que recordaba era ser atacado por Shinki, su amigo, sin previo aviso para llevarlo vaya a saber dónde. Estaba sobre algo blandito y calentito, pero al querer moverse no pudo hacerlo.

Todo su cuerpo le pesaba, como si una aplanadora le hubiese pasado por encima. Alguien caminaba cerca suyo ¿acaso sería Shinki?

Sintió que le levantaban la manga de su polera negra y su campera azúl dejandole libre una parte del brazo derecho.

Inmediatamente sintió algo frio y húmedo sobre esa parte libre del brazo. Era alcohol.

Nagi respiraba entrecortado al tiempo que hacía su mayor esfuerzo para abrir los ojos. Pero cuando al fin lo logró, deseó no haberlo hecho.

Vio a Shinki con sombría expresión, sujetando una inyección. Sabía que había empezado a estudiar medicina. Sin poder evitarlo, Nagi empezó a llorar de la desesperación.

- Shinki....¿por qué me haces...esto? Shinki...amigo...por dios no...no...

- Eres fuerte Nagi, creí que ese calmante te dejaría dormido por más tiempo.

- Shinki ¿por qué?
- Deja de luchar Nagi, me perteneces...

- Por dios Shinki...escuchate...así me...me trataban los lunáticos que me violaban....

- Se que no naciste con suerte Nagi y creeme que lamento tener que hacerte esto pero...no tengo otra opción.

-¡Shinki! ¡Por favor! ¡¿Qué te pasó?! ¡¿Por qué me haces ésto?! ¿Qué te hice yo?

- Nada Nagi, nada. Tú no me hiciste nada, de hecho eres un gran amigo.
-¿Entonces? No lo entiendo....

La visión del rubio se le aclaró y recién pudo ver mejor a Shinki, éste lloraba intensamente.
-¿Shinki? ¿Qué sucede amigo?

- Lo siento Nagi, por dios...perdoname amigo. En verdad entiendo tu desesperación pero...pero...debo hacerle sentir de alguna manera mi dolor...mi propia desesperación...

-¿Qué? ¿De quién estás hablando?

Shinki se acercó a él dipuesto a inyectarle esa droga.
- De tu gemelo, Boruto. De él hablo

-¿Boruto? ¿Qué pasó?
- Me engañó Nagi, eso pasó. Tu hermano siempre tuvo otro novio....

- Eso no...no tiene sentido alguno Shinki.
- Tengo pruebas de su traición y tú serás su perdición. Tu desaparición le destruirá el alma misma.

Diciendo aquello Shinki lo inyectó, aquella droga le hizo efecto al instante. Le empezaron a pesar los parpados.

-¿Qué...qué harás conmigo....Shinki?
- Ya lo verás Nagi, ya lo verás.

Nagi cayó en un sueño vacío y deseperante. Shinki se quitó las lágrimas de su rostro con furia, se odiaba a sí mismo por hacerle eso a su gran amigo Nagi.

Estaban en el departamento de Shinki, que casi nunca solían usar, dentro de la zona privilegiada. Shinki lo mantenía drogado para que no solo no hiciera ruido y algún vecino lo escuche, sino también para que no intente escapar.

Nagi se durmió al segundo siguiente. Shinki limpidió todo y cerró las cortinas. Fuera era ya de día y nevaba. Hacía más de veinticuatro horas que Nagi desapareció. Sabía que su familia estaba desesperada, y lo estaban buscando.

Su celular sonó. Era su padre. Estaba muy preocupado, debido a la desaparición de Nagi era lógico ya que todos creían que había sido secuestrado otra vez por Sakura.

-Hola papá ¿qué ocurre?
-¿Dónde estás Shinki?

- Estudiando en la biblioteca de la universidad ¿por qué?

-Ven inmediatamente a casa. Es peligroso....
- Papá ¿qué ocurre?

- Sakura, esa mujer volvió a atacar. Secuestró a dos donceles más. Y uno de ellos es Nagi.

-¿Qué dices? ¿Cómo que a dos? ¿Estás seguro papá?
- Por supuesto hijo. Ven a casa por favor.

-De acuerdo papá, tranquilo. Voy para allá.
- Apurate. No dejaré que salgas solo otra vez.

- No estoy solo papá, nunca salgo solo - Shinki miraba a Shikadai mientras hablaba - Mi primo está conmigo.

- Regresa a casa Shinki, puedes seguir estudiando aquí.
- De acuerdo.

Al colgar Shinki suspiró profundo mientrs Shikadai tapaba a Nagi.

- Descuida primo - dijo Shikadai - Vendré a verlo yo.

- No dejaré que te ocupes tú solo primo, no es justo.

- Se que vendrás pero no podrás hacerlo tan seguido como creíste. Además te dije que te ayudaría en ésto Shinki.

Ambos cerraron la puerta del departamento con llave y se fueron. Shikadai dejó a Shinki en casa y se fue a la suya. Aún no podía creer lo que Boruto le hizo a Shinki.