El Dolor De Shinki I

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Shinki había dejado de ver a Boruto sin darle ningún tipo de explicación. El joven doncel fue a la fiesta de año nuevo de su familia solo, como siempre.

Y como siempre, estuvo apartado de todos y sin interactuar con nadie. Solo que en esta ocasión no quiso irse a casa, eligió quedarse para regresar junto a su padre a la hora que sea.

Ahora, cuatro días después, se encontraba en su mansión planificando su venganza hacia Boruto quien había matado su corazón.

Esa tarde había recibido un sobre de un destinatario misterioso. El mayordomo se lo dió, Shinki se encontraba en el salón de arte cuando recibió aquel sobre.

Al quedar solo, lo abrió y contempló las fotos de Boruto y Mitsuki besandose en una confitería y en uno de los parques. Shinki desconocía al chico peliceleste de ojos dorados que abrazaba a Boruto.

El rubio no parecía estar feliz, pero los celos y el odio de Shinki lo enceguecía al punto de ignorar muchos detalles.

Apretó los labios con furia intensa, aquello solo intensificaba su desición de vengarse de Boruto por burlarse de su persona.

Shinki se fue a su habitación donde guardó las fotos en el cajón de su escritorio.

Su mayordomo le dijo que Boruto quería verlo, pero una vez más Shinki se negó a verlo ordenandole a su mayordomo que no le permita entrar. A su vez su propio celular estaba lleno de llamadas perdidas de ese pesado infiel y de mensajes.

Desde la ventana de la sala de arte, Shinki podia ver a Boruto alejarse de su mansión. No se veía nada bien ese rubio, parecía muy triste aunque Shinki no se dejó engañar por él.

- Maldito mentiroso, nunca más confiaré en tí ni en nadie más que mi padre.

Diciendo aquello se alejó tanto de la ventana como de la sala de arte. Su padre había emprendido un viaje de negocios de cuatro días. Era el tiempo suficiente para dar inicio a su venganza.

Despidió a su padre fingiendo tranquilidad, sin embargo Gaara conocía a su hijo como para dejarse convencer de su falsa calma.

- Que te vaya bien padre, cuidate y vuelve pronto.
- Shinki, se que las cosas entre tú y Boruto no están nada bien.
- ¿Qué te hace pensar eso?

- Hijo por favor, te conozco muy bien. Por eso quiero que aproveches estos días que estarás solo para que pienses al respecto.

- Gracias padre pero no hay nada que pensar - respondió Shinki con firmeza
- Si en verdad se aman podrán salir a flote de lo que sea que les esté pasando. Después de todo de eso se trata el amor.

- Gracias por el consejo padre. Buen viaje.
- Hazme caso Shinki, eres un joven muy noble.
- De acuerdo padre.

Se abrazaron con fuerza. Gaara se fue y Shinki quedó solo. Listo para dar inicio a su venganza. Sonrió con crueldad al tomar su celular y marcar un número.

Nagi estaba en el centro, había salido a comprarle un regalo a a su amado esposo Kawaki, ya que al día siguiente era su cumpleaños, cuando se celular sonó. Era Shinki.

- ¿Hola?
- Nagi
-¿Shinki? ¿Qué fue de tí amigo? Boruto estuvo intentando verte sin éxito.

- Si, apuesto a que sí.
-¿Qué ocurre Shinki?
- Necesito verte pero solo. Es urgente Nagi.
- Claro ¿dónde estás Shinki?

Shinki le dió la dirección donde se encontrarian y le pidió estrictamente que no dijese nada a nadie, mucho menos a Boruto.

Al colgar guardó su celular y salió a la cochera, donde se subió a su auto particular y se alejó.

Nagi llegó primero, era un sitio solitario ya que estaba bastante alejado de los lugares que eran frecuentados por las personas. El rubio sentía curiosidad e insertidumbre y que su gemelo estaba desesperado debido a la extraña ausencia de Shinki.

El frío empezaba a morder con mayor intensidad aún, cuando Shinki llegó.

- Nagi - dijo tras colocarse detrás del rubio quien se sobresaltó al escucharlo de repente

-Shinki - el rubio lo miró asombrado - ¿Qué sucede amigo?

Sin previo aviso, Shinki lo atacó con su pistola eléctrica noqueandolo al instante siguiente.

Al momento lo subió al auto en el asiento delantero donde le colocó el cinturón. Luego se subió y se alejó del lugar.

- Lo siento Nagi, pero tendrás que pagar las consecuencias por ser el gemelo del maldito bastardo infiel y mentiroso de Boruto.

Nagi respiraba entrecortado debido a que no había perdido la consciencia del todo, sabía lo que le estaba sucediendo solo que estaba paralizado y siendo atrapado por la oscuridad.

-No...no me...lastimes Shinki...eres...eres mi...mi amigo....

Las lágrimas humedecieron el rostro de Nagi mientras perdía la consciencia, haciendo que Shinki se sienta peor que basura.

Sus lágrimas también humedecieron su rostro mientras se alejaba del lugar cada vez más, sin hacerlo de la zona aristocrática.

El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora