El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~

Te Amo Locamente

Shinki disfrutaba del poder que Nagi le había ensañado a utilizar. En verdad le resultaba maravilloso ese poder, que ejercía sobre aquel hermoso rubio.

Si bien su padre Gaara no le permitía salir solo de la mansión jamás, eso no significaba que Shinki se encuentre imposibilitado de seducir a su amado dorado.

Filmaba, en su habitacion, videos sensuales donde hacía las más sexys y eróticas poses y movimientos. Luego los editaba en su computadora para finalizar enviándoselos a Boruto a su mail.

Inmediatamente le mandaba a su celular un mensaje de texto diciendole sobre el "regalito" virtual que le acababa de enviar.

Boruto quedaba en extremo excitado sin siquiera poder pensar con claridad. Normalmente volaba a la mansión de Shinki para devorarlo con su amor salvaje, quedándose toda la noche con él.

Pero había ocasiones en las que Gaara no le permitía tocar a su hijo siquiera. Era un padre en extremo celoso y protector. Shinki era el unico pariente que Gaara tenía, toda su familia, padres y hermanos, estaban muertos. Y la madre de Shinki murió cuando éste nació.

Era lógica su reacción para con su hijo. Aunque a Gaara le caía bien Boruto, no estaba preparado para cederle a su hijito doncel. No aún. Por tal razón a Boruto no le caía nada bien el padre de su amado.

Esa noche, era una de esas ocasiones donde Gaara no iba a permitirle a ese rubio demandante tocar a su hijo. Ni siquiera estaba dispuesto a permitirle entrar más allá del living de las visitas. Shinki era solo suyo y de nadie más.

Aunque Gaara se mostraba amenazante, Boruto no se dejaba intimidar por ese celoso pelirojo. No obstante Shinki no la estaba pasando nada bien, debido a que él en verdad deseaba estar un rato a solas con su amado rubio.

- Shinki vete a tu habitación
-Pero padre...
- Sin peros hijo

- Oye Gaara, él ya no es un niño - intervino Boruto.
- Lo que suceda en mi familia no es de tu incumbencia Boruto.

-Pero padre no quiero irme, quiero....
- Nada - lo cortó Gaara - Tu obligación es obedecerme en todo y sin protestar.

Shinki cerró las manos en forma de puños debido a la impotencia que sentía. Era plenamente consciente que a su padre no se le discutía, y que sus órdenes se obedecían si o sí. Pero aquello lo desesperaba en verdad.

-Padre....por favor....
- Shinki ¿desde cuándo discutes mis ordenes?
- Por favor te lo pido, por favor - el pelinegro empezaba a llorar de la desesperación.

Boruto no pudo más y corrió a abrazarlo, Shinki se perdió en ese abrazo con intensa desesperación. Incluso temblaba.

- Gaara, entiendo que te preocupa tu hijo pero...miralo ¿en serio no te importa su dolor? Gaara yo jamás le haría daño. Lo amo - el rubio hacía el sobrehumano esfuerzo por mantener la calma pero en verdad le estaba costando.

Gaara apretó los labios con furia ya que sentía que su hijo se le escapa de control como agua que se escurre entre sus dedos. Pero pudo ver lo que Boruto le intentaba mostrar, el intenso dolor de Shinki y se odió por ello.

Suspiró profundo intentando aclarar su mente.
- Shinki....hijo....yo....
- Padre no me separes de Boruto, por favor te lo pido.

- Yo....no quiero perderte hijo, eres todo lo que tengo en la vida.
- No me perderás papá, pero no me alejes de quien amo.

- Gaara, incluso mantenerlo encerrado en la mansión es demasiado excesivo - decía Boruto con dolor.
- Lo que yo hago....

- ¡No! - explotó Boruto - Lo siento Gaara, pero no es asunto tuyo sino de nosotros tres. Gaara, no quiero separar a Shinki de tí. Quiero formar parte de tu familia, que en todo caso que ustedes dos formen parte de la mía ¿Tan difícil te resulta entenderlo?

Gaara respiró profundo antes de responder.
- Si, me cuesta bastante. Porque no quiero que me quites a Shinki.

- Papá ¿no te diste cuenta que donde sea que yo vaya tú siempre vendrás conmigo? Jamás te dejaré ¿entiendes? Jamás.

Padre e hijo se abrazaron con fuerza. Recién Gaara terminó de aceptar a Boruto y el rubio se sintió en paz.

Shinki sujetó a su dorado amor y lo arrastró rumbo a su habitación donde se desnudaron con intensa desesperación para amarse con salvaje pasión.

En tamto Gaara llamaba a su amante, esa noche la tendría entre sus brazos.

- Iré a tu mansión - le decía el pelirojo - No pienso despegarme de tu cuerpo en toda la noche
- Te espero ansiosa Gaara - la voz femenina lo excitó a más no poder.