Sasuke tenía ratos de lucidez cada tanto, eran esos los momemtos en los que era sincero y directo con Naruto. Necesitaba recuperar su tan ansiada libertad o acabaría suicidandose en serio.
Pero su recuperción wra en extremo lenta, más aún si él mismo no cooperaba. Su esclavitud mental seguía vigente, pero reconocía a Naruto como su dueño. Ésto le fascilitaba hacer sus necesitades fisiológicas, pero el rubio debía estar muy atento a ello.
Ésto se debía a que Sasuke no decía nada cuando tenía ganas de orinar. Naruto era quien tenía que tocar su vejiga para saber si sentía ganas o no.
Ino le dijo al rubio que tendría que ser en extremo paciente con respecto a eso ya que sería muy difícil liberar a Sasuke en su mente.
Ahora ambos esposos estaban en la habitación donde Sasuke debía estar, el rubio tenía las llaves de la puerta además de Ino. No dejarían que Sasuke sea atormentado por nadie más.
En los momentos de lucidez Naruto prefería tenerlo en la habitación junto a él, lejos de los demás pacientes protegiendolo. Sasuke se asustaba en extremo al oír a los demás pacientes aferrándose a Naruto con fuerza.
Era el único que podía tocarlo y a quien él tocaba. Por tal razón el rubio se hubo instalado allí sin moverse de su lado.
Cuando debían inyectarlo, para evitarle la desesperación Naruto lo abrazaba con intenso amor, susurrandole palabras tiernas a su oído. Solo así permanecía calmado aunque no dejaba de temblar.
En esos momentos estaban en la cama abrazados, el pelinegro se sentía comodamente bien allí. Pero no podía dejar de llorar cada tanto ya que se sentía peor que basura.
Temblaba intensamente, era precisamente aquellos sentimientos los que hacían que Sasuke insista en ocultarse dentro de sí mismo protegiendose con la locura, solo así podía tener paz.
- Por favor amor, por favor te lo pido - decía Naruto con dulzura - No te vayas, no te ocultes.
- No soporto ésto....no puedo seguir aquí....
- Sasuke te lo suplico, no me dejes...no te vayas. Resiste y confía en mí.Sasuke miraba a su amado con desesperación, era un esclavo vease como se vea. Si conservaba su cordura era por la orden recibida de su dueño.
Aquello desagradaba bastante a Naruto, pero lo necesitaba cuerdo para ser tratado por Ino. Pasaban los días juntos, el rubio le mostraba las fotos de Boruto y Nagi que ya tenían seis años de edad.
Aquello daba fuerzas a Sasuke para aferrarse a la cordura y desear curarse. Pero a medida que su recuperación avanzaba también lo hacía su frialdad y dureza. Solo así podía resistir aquella cruel realidad.
Solo reía cuando veía las fotos de sus hijitos. Ni siquiera con su amado Naruto lo hacía, solo se limitaba a ocultar sus sentimientos ya que estaba cansado de lamentarse.
Naruto debía acariciar su cuerpo con cuidado de no dejarse llevar por la pasión debido a los traumas padecidos.
Durante las noches debía ser sedado de lo contrario no se dormía. Pero tras ocho meses al fin Ino le dió el alta ya que se había curado gran parte.
- Podrás proseguir afuera, en tu casa pero recuerda Sasuke. Los medicamentos son indispensables - decía Ino - Naruto deberás estar a su lado todo el tiempo.
- Lo haré y me aseguraré de que vuelva a ser el de antes.
Cuando salieron Sasuke respiró bocanadas de aire con desesperación sintiendose libre al fin. Durante todo el trayecto Naruto no lo soltó en ningún momentos.
Al llegar a casa el rubio lo llevó a la habitación, y después fue por los gemelos quienes al verlo se lanzaron a él alegres. Naruto los abrazo sintiendo que los había extrañado en exceso.
El rubio les explicó sobre la aparición de su papá doncel, los gemelos lo conocian gracias a Naruto quien les solía mostrar las fotos dr Sasuke mientras les hablaba de él. Siempre tuvo la esperanza de poder encontrarlo.
Cuando los gemelos estuvieron listos se los presentó a Sasuke quien al verlos empezó a llorar de la emoción.
Nagi, el pequeño doncel, se ocultó tras su padre Naruto mientras que Boruto se le acercó y sonriendo lo abrazó cuando Sasuke se acuclilló. El pelinegro lo sostuvo en sus brazos y se colocó de pie.
- Menos mal que viniste papá - le dijo Boruto - Nuestro padre te extrañaba mucho ¿sabes?
- Mi pequeño, yo los extrañé a los tres.Boruto reía al sentir el cálido abrazo de su papá Sasuke. Al pelinegro le fascinaba Boruto por ser igualito a su papá Naruto.
Luego lo colocó en el piso y se acercó a Nagi, quien no paraba de mirarlo con cierta desconfianza. Pero Sasuke supo ganarse la confianza de su otro hijito quien se le acercó tímidamente.
El pelinegro lo sostuvo en brazos sintiendo intensa felicidad. Nagi no era como Boruto, el pequeño doncel era en extremo desconfiado de todos y aunque conocía a su papá doncel por las fotos, se sentía raro en sus brazos.
- Bajame....por favor...papá Sasuke - dijo Nagi muy asustado.
- Nagi, deberás acostumbrarte a él y a permanecer en sus brazos hijo - exclamó Naruto.
Pero Sasuke lo devolvió al suelo entendiendolo perfectamente ya que ese pequeño se parecía a su persona más de lo que llegó a imaginar.
Cuando se vió libre, Nagi corrió a refugiarse en los brazos de Naruto. Sasuke volvió a sostener en sus brazos a Boruto.
- Volveremos a ser una familia mi amor - le dijo Naruto a Sasuke quien lo miró con frialdad como empezaba a acostumbrarse a hacerlo.
El pelinegro necesiraba embriagarse de ellos, su familia para dejar atrás lo que vivió durante esos siete años.
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El Doncel Perfecto ~ NaruSasu ~
FanfictionCallado, obediente, deseable, atractivo, fiel a su dueño varón y solo hablar si su esposo así se lo permite. Así es como deben ser los donceles. El Doncel Perfecto es una agencia que secuestra donceles y los adiestra para ser perfectos y luego vende...