Al final se sentía la mejoría de las tardes frías, las noches, porque sentía la paz de apreciar a sus padres en cada orquídea que mimaba.
Y es tan inentendible cómo los linajes tiran con fuerza.Sentada en la terraza de su amplia casa, se encontraba Larissa conversando con la señora Liesel, hasta que se desbordaron a flote evocaciones desde el día uno de la historia de amor de los señores Marx.
Tomando el té de manzana y comiendo galletas de miel y avena, se miraban sus rostros con un poco de silencio, el único ruido que se escuchaba era el crujir de las galletas y los sorbos de té acompañados de la brisa.
De repente se escuchó una voz y pregunta de golpe.
––¿Sabes cómo se conocieron mis padres, Lie? ––Inquirió Larissa con cierta nostalgia y añadió––: Alcanzo a recordar que a mi madre le apasionaba capturar fotos y las estrellas marinas eran sus favoritas, al igual que las orquídeas, girasoles y tulipanes. ¿Sabes Lie? ¡También la veo en cada orquídea que palpo y el aroma tan melifluo que desprende!
Y a mi padre... a mi padre puedo hallarlo en cada texto, sé que ambos amaban leer y se los heredé. Lo percibo en cada restaurante elegante lleno de bombillitas amarillas y de paso el océano es suficiente para traerlos a ambos de vuelta.
––Sé un pedazo extenso de la historia ––conmovida y con voz tenue continuó la señora Liesel––: Te la podría repetir cada vez que desees, cuando estés feliz, cuando te sientas acongojada, podemos revivirlos a través de cada historia contada o fotografiada. Espérame un momento...
La señora Liesel se dirigió hacia la habitación de "reminiscencias" de la familia. Era como una especie de museo, aferrándose a las cosas más hermosas que todos vivieron juntos. Se acercó a una diminuta puerta que no tenía seguridad, pero no era notable a simple vista. La abrió y tomó especie de una bitácora fotográfica.
Sabían que eran momentos pasados a la historia por la señora Suzanne y también fotografiando su maravilloso esposo el señor Marco.Aceleró su paso hasta la terraza nuevamente, hasta llegar a Larissa.
Y le dijo:––Mira, bonita... es algo muy sagrado. Ya solo no podrás revivirlos a través del océano, las flores, las estrellas, también observarás todos los lugares que visitaron en sus viajes por gran parte del mundo... la señora Suzanne, hizo una bitácora llena de fotografías y la tituló en honor a su familia "Unser Traum, Liebe und Sterne". (Nuestro sueño, amor y estrellas).
¡Revívelos a través de todos esos sueños y amor!
Esto estaba guardado en el salón de recuerdos, pero a partir de hoy es tuyo, solo para ti. Un nuevo universo para atesorar. ––Contextualizó la señora Liesel.––¿De verdad, Lie? ––los ojos de Larissa se llenaron de lágrimas, sus mejillas se ruborizaron y esbozó una sonrisa de media luna y añadió––: ¿Puedo quedármelo? ¡Lo observaré siempre, siempre! Me llena el alma de felicidad y nostalgia, atesorar tan preciosas fotografías. ––Dijo mientras abría la primera página––. Mira, Lie, aquí están en Roma, justamente en el Coliseo Romano y data el 02 de enero de 1961, mi madre lucía hermosa de joven y mi padre también. ¡Qué apuestos eran!
––Estoy en total acuerdo contigo, mi Marx. De ellos emana tu belleza y el resplandor de tu aura, los ojos de tu padre, el cabello y las cejas de tu madre, su tez morena predominante y la talludez de tu padre. Sin duda eres la mezcla perfecta de ambos.
Fuiste tan deseada, tan anhelada, eras ese granito de azúcar extraviado en la inmensidad de la arena del mar.
Tu nombre estaba elegido desde antes, porque después de tantas amarguras, llegaste tú para endulzarnos la existencia con tu ternura.
Eres nuestro milagro, porque cuando no hay siquiera un ápice de olvido se sigue mutando, volando o viviendo.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas de un alma valiente antes de ser occisa.
General Fiction¿Qué es de tu vida cuándo lo posees todo y a la vez nada? Cuando lo intangible lacera cada rincón del alma y ser. Por más que poseas, a veces no sirve de nada cuando suena el tic tac y lo más preciado de tu vida está a un paso del otro mundo. Dos...