Contra todo pronóstico Juan, salió del coma; los médicos habían bajado su sedación, pero despertó antes del tiempo estipulado. Tres meses y un poco más con la esperanza esparcida en el abismo profundo y oscuro de la soledad.
La voz de sus padres contribuyó a sacarlo de ese letargo y dura batalla con la muerte.Un encuentro no agradable a sus ojos y un apretujón de manos que se aferró a la certeza de volver a vivir y romper todas las barreras y trabas de respirar por sí mismo otra vez. Una nueva ilusión nacía en el interior de todos, empezar a ser partícipe en cada segundo de la recuperación de Juan. Debía aprender a hablar, sujetar y concentrarse de nuevo.
Una semana entera de estudios para cerciorarse de que parte de su actividad cerebral marchara con normalidad. Eso marcaría los pasos importantes en la rehabilitación de Juan.
Dos padres postrados de rodillas e inundados en lágrimas; después de todo el calor del momento se percataron de la única razón que importaba: la salud de su hijo poco a poco mejoraba. Y ellos estaban dispuestos a dar todo por su adorado hijo. Las niñas estaban tan sorprendidas, ofuscadas y nerviosas, que Gustav, decidió llevarlas al jardín para que distrajeran su mente.
El milagro por el que toda la familia había suplicado estaba sucediendo, lo estaban viviendo, era una realidad. Juan, estaba fuera del coma y con esto se iba marchando el peligro de dañar funciones vitales y que sus músculos se atrofiaran, pese que le realizaban terapias a diario.
En los momentos más angustiantes ninguno de sus familiares consideró desconectarlo; aunque eso significase elaborar un hospital en la mansión con tal de mantenerlo con vida, por muy egoísta y osada que fuera esa decisión.
Karl, miró con desprecio a todos y habló con el director de la clínica, pues eran íntimos amigos y necesitaba que la atención a su nieto fuera rigurosa. No pudo fijarse que tenía dos nietas más enfrente porque su odio lo tenía cegado. Después de causar tanto revuelo caminaba sin perturbación hacia su camioneta. Era un ser frívolo, no colocaba a nadie por encima de él... a excepción de su nieto.
Antes de que cerrara la puerta de la camioneta, alguien en el exterior se la haló con fuerza.
—Nunca había presenciado tanta maldad. ¿Cómo puede ser capaz de dañarle el festejo a su nieto? —reclamó con indignación la mujer.
—Todo está dicho... no tengo nada de qué hablar con usted. La misma joven aceptó que parte de todo esto es su culpa. Además Juan, ha despertado y ha sido gracias a toda la presión que en esa habitación se ha ejercido. —resopló Karl con ironía mientras limpiaba sus lentes.
—Escúchame bien, Karl —sentenció con suficiencia Margaret y siguió—: toda mi molestia la he sacado con esa niña, quizá lo merecía o tal vez yo soy la equivocada porque me dejé llevar de tu odio absurdo. Es que tú no sabes vivir en paz sino a cuesta del sufrimiento de los demás, pero no esta vez. Te quiero fuera de la vida de mi hijo...
—¿Y quién me lo va a impedir? ¿Tú? —interrumpió Karl, dejando a Margaret con la palabra en la boca y marchándose en su camioneta.
Margaret, regresó adentro del hospital, donde ya estaban haciéndole el cronograma a Juan, con cada uno de los terapeutas para su recuperación.
Gustav, llamó a muy emocionado a Annette, para darle la magnífica noticia; también le comentó que pospondrían el viaje para dentro de una semana y así él poder fijarse en la evolución de Juan y que las niñas pasaran más tiempo con él. Annette, no objetó nada, por el contrario estaba muy dichosa y en cuanto tuviera tiempo llamaría a Margaret.Annette, ya había finalizado la exposición por la que había estado trabajando con mucho empeño; Gustav, para felicitarla le envió un ramo de trescientos lirios amarillos, anaranjados y rojos. Annette, lloró de la emoción al leer la tarjeta:
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Crónicas de un alma valiente antes de ser occisa.
Ficción General¿Qué es de tu vida cuándo lo posees todo y a la vez nada? Cuando lo intangible lacera cada rincón del alma y ser. Por más que poseas, a veces no sirve de nada cuando suena el tic tac y lo más preciado de tu vida está a un paso del otro mundo. Dos...