Prestamente ingresaron a sus habitaciones, abrieron el grifo del agua caliente, se sacaron la ropa aún húmeda, envueltos en sus batas de baño escogían sus trajes azules. Sin importar mucho lo recatado de esa época Suzanne escogió un vestido con escote al pecho y alargado que cubría parte de sus pies.
Marco un traje azul oscuro con camisa blanca por dentro sin necesidad de corbata o corbatín.
—¿Está lista, señorita? —con voz dramática y dándole leves golpecitos a la puerta preguntaba Marco—; estoy esperando aquí por usted.
—Un momento por favor, ya salgo, estoy colocándome los pendientes y recogiendo el abrigo.
Antes de que Marco respondiera algo más, Suzanne abría la puerta y Marco se desvanecía con ese azul que resaltaba la noche.
—Buenas noches, señor Marco. Estoy lista, ya podemos irnos —exclamó sujetándose al antebrazo de Marco y continuó—: el azul va bien con todo, una gala bañada en azul, siempre diré que sí y nunca me negaré; pero qué radiante está usted, ese azul oscuro le va muy bien con su elegancia y porte, sin olvidar el azul de sus ojos.
—Buenas noches, señorita Suzanne. A la que mejor le viene el color azul es a usted. Es extremadamente hermosa. Gracias por sus halagos, me hacen sentir afortunado. ¡Vamos!
Llegaron a la sala exclusiva, todo lucía de azul, desde las luces, hasta las velas dentro de las peceras, todos vestían trajes muy acorde a la gala.
De fondo sonaba "In other words" - Felicia Sanders.
Una velada sin duda alguna muy romántica. En su mesa les servían las primeras copas de vino blanco. Brindaron por estar conociéndose.
La luna estaba tan llena y tan diáfana, le yacía un halo inmenso por gran extensión del cielo, este estaba acompañado de un gran séquito de estrellas y luceros.
Pastas, vino, la luna, la música, la compañía. Todo era perfecto y quimérico.
Una rica "panna cotta" bañada en salsa de frutos rojos.
—El postre estuvo alucinante desde el primer hasta el último bocado. Me ha cautivado. ¡Qué delicia! —exclamó Suzanne.
—A mí me ha encantado más la pasta con champiñones, la salsa muy cremosa. Ha sido una maravilla. —replicó Marco.
Empezó a sonar "Stand by me" – Ben E. King.
Emocionado Marco invitó a Suzanne a bailar y de paso se la dedicaba... —"Por lo tanto querida, quédate conmigo". —musitaba muy cerca al oído de Suzanne.
La pista se abrió e hicieron un círculo, para que solo ellos danzaran.
Repentinamente entra un mesero a la pista y le entrega un ramo de azules orquídeas a Suzanne.
El significado de la orquídea azul es el amor eterno. Inmensidad del cielo y el mar.
Antes de que Suzanne, pudiera voltear a ver a Marco él ya se encontraba con la banda musical y sujetando en micrófono entre sus manos declamó:
–El cielo y el mar
se unen cada vez
que la miro.
Pierdo los estribos
cuando muy cerca
la percibo.
Entre orquídeas y
narcisos,
entre girasoles
y manzanillas,
entre tulipanes
coloridos y canciones
de amor que toman
sentido cuando la
miro.
El mejor momento
de la noche,
la mejor tarde de
mi vida,
cuando tocó
esa puerta,
sentí que me
volvía la vida.
En la lluvia fría de Roma,
la he visto saltar como niña,
sin prejuicios, sin temores,
porque a usted solo le interesa vivir...
Y a mí me interesa vivir la vida junto a usted.
Marco soltó el microfóno y se encaminó hacia a Suzanne.
Del bolsillo interno de su abrigo sacaba un cofrecito azulado cubierto de brillantina argentada simulando la luna.
Arrodillándose y mientras abría el cofrecito y musitaba:
—He sido lo suficientemente evidente, la estoy queriendo y sé que también lo estás haciendo —Marco se llenaba de confianza y tuteaba a Suzanne—. Quisiera saber... si usted está dispuesta a compartir su vida conmigo, porque yo estaría muy a gusto.
Querida Suzanne... ¿aceptarías casarte conmigo?
—¿Así qué esta era la sorpresa? —Indagó Suzanne con una mirada cristalina y lágrimas rodando por sus mejillas—. ¡Acepto, encantadísima acepto! Cerrando con un beso furtivo muy prolongado, sus bocas hace tiempo morían por eso y sucedió.
Estaban tan fundidos en sí mismos, que ni siquiera escuchaban los aplausos de todas las personas a su alrededor.
Así que nuevamente tocaron "Stand by me", en un abrazo fortísimo y cálido continuaron danzando en medio de flores, luces, ovaciones y felicitaciones.
El anillo de compromiso era en oro dorado con una pronunciada estrella marina, al lado una ostra simulando que una perla salía de su boca, era una esmeralda importada desde Colombia. —tu madre siempre usaba el anillo de matrimonio, el de compromiso está en el vagón de las reminiscencias, puedes ir por él, señaló Liesel y continuó—: es muy precioso y se dice que en Colombia se producen unas de las mejores piedras preciosas y la Esmeralda es una de ellas, algo he oído de su café y la gentileza de su gente.
Las copas de vino estaban en un vaivén, los sentimientos embarcados en un desdén, la sangre fluyendo al compás de las pasiones, eso que los hacía arder, los hacía ser.
La gala azul concluía, salieron del salón de eventos con sus manos enlazadas.
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Crónicas de un alma valiente antes de ser occisa.
General Fiction¿Qué es de tu vida cuándo lo posees todo y a la vez nada? Cuando lo intangible lacera cada rincón del alma y ser. Por más que poseas, a veces no sirve de nada cuando suena el tic tac y lo más preciado de tu vida está a un paso del otro mundo. Dos...
