Entre preparativos y saliéndose de lo tradicional, acordaron que la boda sería en tonos azul celeste y blanco nacarado, en alusión al mar en plena primavera en el corazón de Heidelberg a orillas del río Neckar, en cercanía del Palacio o Castillo de Heidelberg.
Heidelberg es una de las ciudades más acogedoras de todo el país, cuenta con la universidad más antigüa y prestigiosa de Europa.
Heidelberg queda a dos horas de Frankfurt, desplazándose en automóviles; así que la mayoría de invitados podría viajar.
Por fin la fecha había sido escogida; las invitaciones fueron entregadas:"Nuestra boda.
Marco Marx & Suzanne Dietz
Los invitan con mucho amor y orgullo
a celebrar sus votos de amor y la entrega de sus vidas y a celebrar la unión de un infinito amor.Fecha: 11 de abril de 1961. Lugar: Jardín de Heidelberg. Hora: 16:00 h".
Desde hace una semana se encontraban en Heidelberg ultimando detalles.
Los días pasaron muy rápido, a un día de la ceremonia ya la carpa con inmensas telas una blanca nacarada, intercalando con una azul celeste simulaban un castillo, en la varilla del centro de la carpa descendían hilos de bombillitas azules y blancas.
Las mesas circulares con hermosos centros de mesas tupidos con las flores favoritas de Suzanne orquídeas azules y blancas, unas que otras manzanillas, las sillas estaban vestidas de blanco y un prominente lazo azul celeste.
Una pequeña y rústica tarima para el baile de los novios.Esa tarde se encargó la madrina de bodas de realizar la despedida de solteros y romper algunos platos para que la pareja los recogiera y aprendieran a trabajar en equipo, también atravesaron juntos un inmenso corazón de tela.
Los trajes de los novios se encontraban en habitaciones separadas, porque es de mala suerte que el novio vea el vestido de la novia, pero ellos no creían tanto en eso, pero solo querían llevarse la sorpresa de mirarse vestidos de novios en el altar para casarse.El día del festejo llegó, estaban tan nerviosos y al tiempo tan dichosos que de tanta felicidad no cabían en sus cuerpos. Sería una ceremonia por lo civil y otra envuelta en la bendición de Dios.
—¿Estás lista, Suzanne? ¿Cómo te sientes? —inquirió Carlota, mientras arreglaba el cabello de Suzanne—: el día más anhelado de sus vidas ha llegado, hoy en medio de la primavera... sus almas dirán que sí.
—¡Estoy nerviosísima, mi estimada Carl! —el corazón se me quiere salir del pecho—: estoy tan contenta, no alcanzo a imaginar a Marco.
Parece haberlo traído con el pensamiento porque entró una llamada al teléfono de la habitación de Suzanne.
—¿Estoy hablando con la prometida más hermosa de toda Alemania? —preguntó Marco y continuó—: hoy damos un paso gigante en nuestras vidas y lo más importante decidimos amarnos por sobre todas las cosas. Estoy muy feliz de haberte conocido y casarme contigo, los nervios me están consumiendo... no imagino cómo has de estar tú.
—Soy yo la que hablo con el prometido más dulce de todo el planeta —respondió Suzanne—; estamos en igualdad de condiciones, cielo mío. Hoy aceptamos entregarnos nuestras vidas y vestirnos de cielo. Te adoro, también estoy hecha un manojo de nervios, pero contentísima.
—Te amo, Suzanne.
—Te amo, Marco.
Los teléfonos cerraron y siguieron alistándose, solo debían preocuparse por lucir hermosos, porque del servicio y atención estaba el equipo de meseros, la banda musical y la madrina de boda. El pastel era estupendo, conformado por tres pisos; el bizcocho era el favorito de Marco y la decoración del pastel era en azul celeste, con conchas, estrellas marinas y perlas en ese blanco nacarado; en el último piso se encontraban los muñequitos simulando a los novios.
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Crónicas de un alma valiente antes de ser occisa.
General Fiction¿Qué es de tu vida cuándo lo posees todo y a la vez nada? Cuando lo intangible lacera cada rincón del alma y ser. Por más que poseas, a veces no sirve de nada cuando suena el tic tac y lo más preciado de tu vida está a un paso del otro mundo. Dos...