Thalía
Pasaron algunas semanas y yo seguía con Duki, aún seguía esperando a que cumpliera lo que prometió... Había seguido viéndome con Mauro, y mi novio lo sabía, no le hacía especial gracia, pero entendió que no era nadie para retenerme a verlo.
-¿Ya volvés a salir? -preguntó él mirándome.
-Sí, amor.
-¿A dónde?
-Con Mauro, te lo dije antes -hizo una mueca de desagrado.
Dejé un beso en sus labios y salí de su casa hacia la plaza donde habíamos acordado vernos. Al verme sonrió de oreja a oreja y eso producía algo en mí que hacía mucho que no sentía.
-Hola, princesa -dijo yendo directo a abrazarme.
-Hola -dije feliz-. ¿Cómo estás?
-Mejor, creo que mejor.
-¿Mejor de qué?
-Estoy conociendo a alguien.
-¿De verdad?
Ahora es cuando yo me preguntaba porque no me alegraba oír eso.
-Sí, es muy linda conmigo... -sonrió.
-Eso es genial, Mauro -intenté sonar contenta.
-¿Estás bien? Vos misma me dijiste que rehiciera mi vida y creo que ella es la indicada...
Me dolió como un cuchillo en el corazón eso de "la indicada".
-Sí, sí, solo me ha tomado de sorpresa. Yo estoy muy bien, poco a poco va dejando de ser celoso y esas cosas.
-Bien, solo te pido que a la mínima me llames... No quiero que vuelva a tocarte.
-No, tú céntrate en hacer feliz a esa chica, por mí no te preocupes.
-No, vos también sos importante.
-En serio, estoy bien, no te preocupes.
-¿Segura?
-Sí, será mejor que me vaya.
-¿Eh? Pero si acabas de llegar...
-Adiós, Mauro.
-Espera, no te vayas... -agarró mi brazo-. ¿Estás bien?
-Sí...
-Thalía... -dijo mirándome fijamente a los ojos-. ¿Estás bien? -repitió está vez con esa mirada profunda que me hacía querer confesarle todo.
-No lo sé.
Quería salir de allí corriendo, quería llorar.
-No te pongas así, por favor... No me gusta verte mal, ¿qué es lo que pasa?
-Nada, me duele la cabeza.
-En serio... -me juntó a él, y sentirlo tan cerca de mí me puso nerviosa, no entendía nada.
-No, no hagas eso -me alejé sin mirarlo.
-Estás muy rara, ¿que pasó? En serio, me estás preocupando.
-Creo que no me ha sentado bien que hayas conocido a alguien más.
-... ¿Qué? -preguntó con una mirada completamente distinta.
-No lo sé, que seas feliz, Mauro.
Era hora de soltarlo de mi vida para que fuera feliz con otra persona, y eso me dolía.
-Yo quería ser feliz a tu lado... Pero tú no te dejabas ayudar.
-Da igual, Mauro, si yo puedo ser feliz con otra persona tú también.
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Camisa de once balas I
Fanfiction"La mafia tiene peligros, armas y gente despiadada, pero en todos los sitios se puede encontrar un buen corazón..." ¿Quieres averiguarlo? (Mucho contenido y lenguaje explícito, no vamos con intención de sexualizar a nadie) 2 libro ya publicado