Adhara
Habían pasado algunos días, Mauro se había quedado conmigo, y agradecida estaba, me ayudaba mucho. Era un buen amigo. Empecé a verlo de otra forma a veces, bueno, verlo salir de la ducha con la cintura rodeada con una toalla, viendo ese torso desnudo delante de mi cara no ayudaba, la verdad. Pero evité esos pensamientos siempre que puse, era el ex de Thalía, no quería más problemas. Y mi corazón era de Biza, a pesar de ese engaño. Y así de días, meses, y un día me presente en la mansión, ellos se reconciliaron, yo me reconcilie con Thalía, y ahora me faltaba la persona de la que estaba enamorada.
Me costaría un poco perdonarlo, aún lo veía a él debajo de mi mejor amiga, me daba coraje. Pero bueno, todos merecían una segunda opción y si él le demostraba que seguía enamorado de mí, se la daría. Todavía no lo había visto, me preguntaba dónde estaría.
–Está en su habitación –dijo Tiago. Asentí y fui hacia allí, tenía miedo de que ya no estuviera interesado en mi. Al abrir la puerta lo encontré en su cama con el portátil encima. Di un toque en la puerta.
–¿Se puede?
–Ah, hola –deja el portátil a un lado–. Pasa.
Entré y me senté en el borde de la cama, lo miré, ¿se había olvidado de mí?
–¿Estás bien? –me mira.
–Sí, perfectamente –sonreí.
–¿Qué haces acá?
–Arreglar las cosas.
–Entiendo… ¿Me vas a perdonar?
–¿Sigues enamorado de mi?
–Claro –me sonríe, yo rodeo los brazos en su cuello y lo abrazo.
–Te perdono –no era capaz de hacerle más daño, se le veía en los ojos que estaba cansado.
–¿De verdad?
–Sí –lo miro. Él mira mis labios.
–¿Puedo?
No digo nada, simplemente uno sus labios con los míos y dejo que el amor que nos tenemos haga el resto. Lo había echado de menos, y me doy cuenta de que lo que había "sentido" por Mauro no era más que una confusión por su apoyo. Me centro en besar a la persona que amo, sus labios se sienten realmente bien. Es como siempre, su tacto, su amor y la forma de volverme loca no ha cambiado, y menos mal.
–¿Me has echado de menos? –sonrío.
–No te imaginas cuanto… pero aquí hay otra persona que te ha echado mucho más de menos que yo.
–¿Quién?
–Tu amiga.
–Lo sé, ya hablé con ella. Después no pensé en nadie más que tú y vine a buscarte, te echaba de menos…
–Menos mal que estén bien… yo también. Te amo mucho.
–Yo también… Prométeme que no volverás a hacerme esto, si te cansas de mí solo déjame…
–Te lo prometo.
A los meses las cosas dieron un giro muy grande. Empecé a sentirme muy mal, y llamé a Thalía, ella podría saber que era. Al llegar a su casa estaba con Mauro y Abril.
–¿Qué te pasa? –me miró preocupada mientras entraba en su casa.
–Tengo muchas ganas de vomitar.
–¿Algo más…?
–No me viene la regla, me estoy agobiando, no sé qué me pasa.
–¿Has probado a hacerte una prueba?
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Camisa de once balas I
Fanfiction"La mafia tiene peligros, armas y gente despiadada, pero en todos los sitios se puede encontrar un buen corazón..." ¿Quieres averiguarlo? (Mucho contenido y lenguaje explícito, no vamos con intención de sexualizar a nadie) 2 libro ya publicado