Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"

Capitulo 44

Bakugou y tú observaban la escena en silencio, si bien era cierto que no conocías lo suficiente a la pareja podías sentir el dolor que enfrentaban en ese momento.

—Tienes que marcharte— ordenó Bakugou y Kaminari lo observo con súplica en su mirada —sabes que tengo que interrogarla, has estado el tiempo suficiente en compañía del pelos de incendio como para saber que sucederá si no coopera—

—¡No! ¡Ella no por favor!— el rubio suplico a sus pies —¡Debe haber un motivo, ella no es capaz!—

—Se que no es fácil— te acercaste a él —estoy segura de que hay un motivo detrás de esto pero no podemos ignorar las vidas que puso en peligro— intentaste tranquilizarlo —si ella coopera me aseguraré de que la veas la más pronto posible pero debes dejar que Katsuki se encargue ¿O a caso no confías en tu rey?— tus palabras fueron suficientes para que las súplicas se detuvieran.

—Jirou— Kaminari se dirigió a quien había escogido como compañera de vida —se que no eres así, se que amas está tierra por lo que te suplico que no te resistas y digas la verdad— la tomo de la mano —vendre a verte inmediatamente y sin importar que aceptaré el mismo castigo que se te imponga— dicho esto salió rápidamente del lugar para que ella no pudiera replicar.

Observaste a la chica frente a ti, estaba atada sentada en una silla. Su rostro y cuerpo tenía algunos golpes probablemente por qué se resistió a ser capturada. Bakugou te pido que esperaras afuera; temias que las cosas se pusieran un poco agresivas pues si bien nunca habías acompañado al rubio a un interrogatorio habías escuchado lo cruel que podía llegar a ser con aquellos que lo traicionaron y se rehusaban a cooperar. Aún así abandonaste aquel lugar.

—Sabes cómo es esto— hablo Bakugou cuando se quedó a solas con la prisionera —se que has sido un buen elemento en mis tropas por lo que te daré la oportunidad de explicarme todo pero si no la aceptas sabes que no me tentaré el corazón para hacerté hablar— aquella mirada rubí estaba llena de advertencia.

—¿Servirá de algo?— respondió Jirou —el daño ya está hecho y nada de está conversación lo cambiara—

—Cambiara tu castigo— Bakugou no quería dañarla si no era necesario —pero si así quieres que sean las cosas no tardaré en sentenciarte a muerte y como ya lo escuchaste no morirás sola—

—¡No! ¡Denki no tiene nada que ver con esto!— replicó asustada.

—Tu lo escuchaste, el recibirá el mismo castigo que tú y como el fiel guerrero que ha sido no puedo negarle su petición—

—Él no... él no merece sufrir por mi culpa—

—Entonces habla—

—Si lo hago ¡Los mataran!— su mirada estaba llena de desesperación.

—¿A quien?— Jirou se rehuso a responder y Bakugou la tomo de la ropa furioso —¡¿A CASO NO CONFÍAS EN MI?! ¡¿CUANTAS VECES NO HE SALVADO TU VIDA?! ¡¿CUANTAS VECES NO HE DESIGNADO HOMBRES PARA AYUDAR A ALGUNO DE MIS COMPAÑEROS?! ¡¿CREES QUE NO HARIA LO IMPOSIBLE POR QUE SEAS LIBRE?!— unos sollozos que amenazaban con convertirse en llanto fueron la única respuesta que recibió el rubio —¡HABLA! ¡DIME QUIEN TE OBLIGO Y CON QUE TE ESTA AMENAZANDO! ¡ASI PODRE ACABAR CON EL MALDITO!—

—Tienen a mis padres— soltó finalmente en medio del llanto —Me contactaron en una ocasión que salimos a explorar, intenté negarme pero un par de días después me enviaron el dedo de mi madre con la argolla que le había regalado mi padre— Bakugou sentía como la furia aumentaba dentro de su ser con cada palabra que escuchaba —No podía negarme después de eso, no después de descubrir que ambos seguian con vida—