Un nuevo viento soplo con tal fuerza que desvaneció las llamas, dando paso al inicio de un nuevo día. Los guías se habían marchado.
—¡¿Pero que demonios fue eso?!— se quejo Bakugou mientras se aseguraba de haber recuperado el control de su cuerpo por completo.
—No tengo idea— le respondió Midoriya —pero aún puedo sentir ese extraño poder recorriendo mi cuerpo—
—¡Los voy a destruir a todos!— AFO grito interrumpiendo cualquier conversación, se había vuelto a poner de pie a pesar de sus heridas, ríos de sangre brotaban de su cuerpo mientras desesperadamente intentaba regenerar sus brazos.
No podían desaprovechar esa oportunidad pues prácticamente les habían entregado a su enemigo en bandeja de plata, solo tenían que lograr darle el golpe final. Bakugou miro al peliverde y este asintió, nuevamente la experiencia de los años se hizo presente en sus ataques que no tardaron en llegar. Shoto y Dabi volvieron al plan anterior de tratar de quemar lo más posible a AFO.
Sin embargo el trabajo más importante recaía en tus manos, de nada serviría la ayuda de los dioses si no lograbas quitarle el regalo de curación, a pesar de que los hilos habían disminuido a tal grado que podías contarlos con los dedos de las manos aún necesitabas algo de tiempo.
—Siguen aqui— te menciono Kirishima y al levantar la vista logras distinguir todas las siluetas de aquellas estrellas que volvían a ayudarles en batalla.
Una muy particular se coloco a tu lado y puso sus manos sobre las tuyas para ayudarte a desatar con más rapidez.
—Estoy muy agradecida de que se me diera la oportunidad de conocerte— la voz hizo eco en tu mente —nunca creí que ayudaría a la Tywysoges de la profecia que me mostró la Madre Luna— en cuestion de segundos los hilos disminuyeron a poco más de la mitad —eres fuerte, serás una buena compañera para mí nieto— giraste el rostro para encontrarte con la sonrisa de una mujer muy parecida a la anterior Reina —falta poco, te ayudaré hasta el final— asentiste.
Bakugou sentía la desesperación al ver como una extraña masa volvía a formarse en donde antes había un brazo en el cuerpo del enemigo, sus ataques le seguían haciendo daño pero necesitaban algo más poderoso, no había mucho tiempo. Entonces se giro hacia ti, fue imposible que no sonriera al encontrar su mirada con la tuya y saberte sana, al verlo con tu mano le mostraste el número de hilos restantes y aún que él no comprendió pues no los veía entendió que debía darse prisa. Así que bajo la espada y camino hacia el enemigo, no sin antes hacerle una seña al peliverde de que se preparará.
—¡Creí haber escuchado que acabarías con nosotros!— se burló con la clara intención de provocar a AFO —¿Pero que puedo esperar de un remedo de rey que no ha podido lograr su objetivo en tantos años?— la expresión del enemigo cambio a una furiosa —Pero dime ¿Que se siente que un rey mucho más inexperto vaya a acabar contigo?—
—¡Mocoso estupido! ¡No tienes idea de lo que hablas!— AFO por fin respondió —¿Crees que estás heridas me detendrán? ¡Solo espera y verás como te retorcere el cuello con mis propias manos! ¡Ni tú, ni tú gente me impedirán conseguir mi objetivo!— entonces dirigió una mirada hacia ti dirección y con una voz más calmada sonrió —y te juro que me encargaré de que ella pague por todo— la mira de odio que apareció en el rostro del rubio causaba terror.
—Estas muy equivocado si crees que te dejaré siquiera tocarle un solo cabello— su voz estaba llena de amenaza —tu vida terminará hoy—
—Eso dijeron todos, y mirame, sigo aquí mientras ellos se pudren en el suelo— sonrió —en cuánto mis brazos estén recuperados— inclino su cabeza hacia donde se encontraban unas protuberancia surgiendo de sus heridas —ire a por ella, después de que obtenga lo que necesito les arrebatare esa brillantes armas y por último te dejaré ver cómo acabo con todo lo que te importa—
—No harás nada— el rubio sonrió con seguridad —¿Que no escuchaste? ¡Tu vida se acaba hoy!—
—Insolente, ni siquiera puedes detenerme— dijo en tono burlón.
—No debo detenerte— la sonrisa de Bakugou se ensanchó —solo entretenerte ¡AHORA DEKU!—
Para cuando AFO reacciono, la espada del peliverde se cernía peligrosamente sobre él. Todo ese tiempo Midoriya había estado preparando su mejor ataque, esos minutos habían bastado para que centrará todo su poder en una última estocada.
Y gracias a la ayuda que recibías de las estrellas solo un hilo queda en tu mano, solo un hilo protegía al enemigo, así que rápida le hiciste una seña a quien se había mantenido ocultó, era momento de atacar.
Shigaraki había pasado desapercibido, ese fue su plan desde el inicio, cuando todos olvidarán su presencia él por fin se vengaría de aquel que le arruinó la vida, así que con enorme sigilo se había acercado hacia el enemigo.
Midoriya dejo caer su espada con toda su fuerza, con asombro observaste cómo cientos de manos se unian a él presionando aquella poderosa arma. AFO intento defenderse pero no tenía escape, descubrió que sus regalos le habían sido arrebatados y en su desesperación uso lo que a penas se había formado de sus brazos en un intento por protegerse. A pesar de no tener más habilidades su cuerpo era demasiado resistente debido al paso del los años y los efectos de los regalos robados.
Bakugou no perdió el tiempo y le atacó por la espalda sin mucho resultado pero debía hacer algo.
El peliverde apretó la empuñadura con todas sus fuerzas mientras observaba fijamente si objetivo.
Aquel último hilo que sostenías en tus manos se desvaneció justo en el momento que el cuerpo del enemigo comenzaba a desmoronarse, un segundo más basto para que su cabeza rodará por el suelo.
Gracias por leerme ❤️
Nos vemos el próximo martes ✌️

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Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
FanfictionLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...