Seguiste a Bakugou completamente nerviosa pero el sonreía de manera burlona. Te llevo hasta el último piso del castillo y se detuvo frente a una enorme puerta doble.
Al entrar había una gran habitación con una sala de estar, una enorme chimenea y un librero sin igual tan lleno de libros que podría parecer una biblioteca, además había un comedor y una gran ventana que también funcionaba como puerta para el balcón. En cada extremo de la habitación se encontraba una puerta.
—Apartir de hoy está es tu habitación— dijo el rubio.
—P... pero ni siquiera nos hemos casado ¿C... cómo es que compartiremos habitación?— los nervios te invadían.
—A veces olvidó esas tontas costumbres— sonrió el rubio y al ver cómo enrojeció su rostro se rió —la puerta de la derecha es tu habitación, la de la izquierda es la mía—
—¿Eh? ¿No dormiremos juntos?— preguntaste.
—No me conoces lo suficiente aun, así que dudo que quieras compartir cama conmigo—
—Pensé...— te veías claramente aliviada y esto molestó al rubio.
—¡¿PENSASTE QUE?! ¡¿QUE POR SER UN BÁRBARO ME APROVECHARÍA DE TI?! ¡NO SOY UN ANIMAL! ¡NO ME CONFUNDAS CON EL IMBÉCIL DE TU REY!— dicho esto se marchó a su habitación azotando la puerta.
Te quedaste observando su puerta unos segundos sin comprender la reacción del rubio. Decidiste entrar a tu habitación y al hacerlo te quedaste sorprendida, era hermosa, estaba decorada de color verde en tonos pastel. Tenía un inmenso vestidor y un baño con tina. Nunca en tu vida llegaste a pensar que disfrutarlas de esos lujos, por un momento incluso te pareció excesivo.
Sobre la cama había un camisón de seda, lo tomaste sorprendiendote por la calidad de la tela. Decidiste que lo mejor sería tomar un baño antes de dormir y así lo hiciste. La cama era la más suave que alguna vez habías tocado y eso que atendiste a varios nobles de buen estatus pero ninguna de sus camas se parecía a esta. Rápidamente te quedaste dormida.
Bakugou daba vueltas por la habitación, estaba claramente molesto. No debió reacciónar así pero el ver tu expresión y que pensarás que era capaz de un acto tan vil y asqueroso lo enfermaba. Aún así no podía culparte pues claramente estabas influenciada por la propaganda del rey enemigo.
Después de un tiempo decidió que lo mejor era ir contigo pues había cosas importantes que aún debían hablar. Estaba por salir de su habitación cuando unos gritos lo alertaron e hicieron que saliera corriendo en tu dirección.
Al entrar en tu habitación te encontró bañada en sudor, llorando y gritando aún presa de aquella pesadilla. Se reprochó el no haber hablado contigo antes y se apresuro a despertarte.
Volviste en ti después de unos segundos y te sonrojaste al ver que el rubio te tenía entre sus brazos y tú lo sujetabas fuertemente. Reaccionaste intentado empujarlo pero lo único que lograste fue caerte de la cama. Bakugou se acercó a ti y se sentó a tu lado en el suelo.
—¿Estas bien?—
—Yo... no sé que pasó, no recuerdo pero debió ser una...—
—Pesadilla— termino el rubio y suspiró —de esto tenía que hablarte—
—No entiendo—
Bakugou recargo su espalda en la cama y con su brazo te atrajo hacia él, te sonrojaste ante la cercanía pero no cambiaste de posición.
—Cuando un nuevo Rey asciende al trono— comenzó a hablar el rubio —la Madre Luna le muestra una serie de posibles candidatas a Reina, lo hace mediante sueños pero por alguna razón al pasar un tiempo estos sueños se convierten en pesadillas—
—Debe ser difícil dormir—
—Lo es, había ocasiones en las que no dormía durante dias— suspiró —pero estás pesadillas incluyen fragmentos del futuro y el pasado, así que debemos aprender de ellas tanto como sean posibles—
—¿Son como visiones?—
—Si y no, hay ocasiones que te muestran futuros posibles que nunca se cumplirán y otras sucesos que pasan casi inmediatamente— te miro y tú desviaste la mirada por la cercanía —las pesadillas se detienen al escoger a una Tywysoges— escuchar esto te sonrojo aún más.
—¿Entonces tus pesadillas...—
—Se detuvieron cuando te vi— con la mano que tenía libre te tomo de la barbilla e hizo que lo miraras —Tu eres mi Tywysoges—
Bakugou empezó a acercarse hasta que sus alientos comenzaron a entrelazarse, su nariz rozo tu mejilla, por algún motivo te sentías hipnotizada ante su mirada, ese color rubí intenso te atraía como si de un imán se tratase. Cerraste los ojos a un instante de que sus labios se tocaran y cuando estos hicieron contacto un extraño hormigueo te recorrió la espalda y sentiste la necesidad de acercarte más, el rubio noto tu reacción tomando esto como una aceptación e intento profundizar el beso, pero debido a tu inexperiencia esto te asusto provocando que te alejaras.
—¡MALDICIÓN¡— se quejo el rubio, tu rostro estaba completamente rojo y te sentías avergonzada por haberte dejado llevar —¡POR ESTE MALDITO MOTIVO NO QUERÍA ENTRAR A TU HABITACIÓN!—
—¿Hice algo mal?— murmuraste preocupada.
—¡NO! ¡MALDICIÓN! ¡ES COMPLICADO!— el rubio se pasó una mano por el cabello por la frustración —¡ES LA MADRE LUNA!—
—¿Que?—
—Durante la Luna llena la Madre Luna tiene más control sobre nosotros por eso aceptaste mi acercamiento, ¡no por que realmente lo quisieras!— Bakugou bufo molesto —¡Y si no te hubieras alejado yo podría haber perdido el control!— se puso de pie —Lo mejor será que me marche y que cierres la puerta con llave, no creo que tengas más pesadillas por hoy, ya hablaremos por la mañana— sin decir nada más se marchó.
Te quedaste inmóvil unos segundos pero después te levantaste y seguiste sus instrucciones, cerraste la puerta y volviste a la cama. Inconscientemente te tocaste los labios, no le dijiste pero era tu primer beso. Pasaste unos minutos pensando en lo que el rubio había dicho.
¿Realmente fue la influencia de la Madre Luna?
¡Muchas gracias por leerme! ¡Ya llegamos a 500 vistas y eso me hace muy feliz!
❤️❤️❤️❤️
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Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
FanficLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...