Al escucharte los gritos de felicidad no se hicieron esperar más al ver tu sonrisa que les aseguraba que había buenas noticias.
—¿Seguro que él está bien?— le preguntaste de nuevo a Dabi.
—Tan seguro como que fue su maldita voz la que escuche— finalmente te permitiste sentir una calma y tranquilidad real.
El ánimo del palacio había cambiado drásticamente, ahora todos comían y bebían con alegría.
—¡Ya vienen!— grito alguien y a lo lejos lograste ver al ejército qué se acercaba con Bakugou liderandolos.
Querías correr a su encuentro pero debías mantente en tu lugar por el bien de tu gente, pues si todos corrían hacia los recién llegados solo habría confusión y desastre.
Bakugou desmonto al estar cerca y corrió hacia ti sujetandote con fuerza. Al sentir su calor y cercanía no pudiste evitar comenzar a llorar de alivio y alegría. A su alrededor cientos de familias se reunían después de una larga y agotadora noche. El rubio no tardó en colocar sus labios sobre los tuyos ante la necesidad de sentirte lo más cerca posible.
—Estoy de regreso— dijo mientras coloca su frente sobre la tuya.
—No sabes lo feliz que me hace— le sonreiste.
A su alrededor sucedían varias escenas similares a la que ustedes protagonisaron, pero fue inevitable que algunas familias cedieran al llanto al ver qué la persona que habían esperado no regreso. Pero era algo inevitable, era una guerra y todos tomaron las armas sabiendo que tal vez no volverían.
—¡EN ESTA BATALLA SALIMOS VICTORIOSOS!— Bakugou te tomo de la mano y le hablo a su gente —¡Lamentablemente el costo de la guerra es muy doloroso! ¡Tengan por seguro que cada vida perdida nos acerco más a la victoria! ¡Y todos aquellos que no volvieron, ESTA NOCHE ESTARÁN AL LADO DE LA MADRE LUNA!— lograste escuchar como un pequeño que había perdido a su padre le preguntaba a su madre sobre eso y ella le señalaba el cielo diciéndole que la estrella que lo observará en la noche sería su padre cuidándolo desde el firmamento —¡Ninguna familia quedará desamparada! ¡Cómo lo prometí, todos estarán bajo mi cuidado!— sin duda Bakugou sabía lo que su pueblo necesitaba y estaba dispuesto a dárselo.
Poco después, Midoriya se acerco y le susurro algo a Bakugou.
—Debemos reunirnos con los demás en la sala de audiencias— te dijo y lo seguiste dentro del castillo.
Ahí ya los esperaban los demás, el ambiente parecía un poco tenso y no pudiste evitar tener un mal presentimiento.
—Habla— fue lo único que dijo Bakugou e inmediatamente Midoriya se puso de pie.
El peliverde comenzó relatando los hechos de la batalla y las pérdidas. Pero después sugirió que había dos posibilidades a seguir. Era probable que el enemigo estuviera debilitado pues no esperaba esa derrota por lo que sería un buen momento para atacar el palacio de sorpresa, después de todo había perdido casi todas sus tropas.
Pero también estaba la opción de esperar, no hacer ningún movimiento hasta que el enemigo lo hiciera primero, sin embargo existía el riesgo de permitirle crear más tropas en ese lapso o de que planearan una nueva emboscada.
—Los trucos y espías que usamos no volverán a funcionar— intervino Shigaraki —estoy seguro de que ese maldito rey ya está averiguando que fue lo que salió mal y les puedo asegurar que en este momento ya está tomando medidas al respecto—
—Entonces las mejor opción sería atacar ahora— menciono Todoroki.
—Es cierto que el enemigo no esperaría un ataque en este momento— agrego Dabi —pero nosotros estamos en las mismas condiciones, si van no saben que es lo que podrían esperar— en cuestión de segundos las opiniones de los presentes se habían dividido.
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Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
FanfictionLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...