Capítulo 12

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Bakugou y tú siguieron a Kirishima para encontrarse con las dos mujeres mayores que los esperaban. Juntos entraron al castillo y se reunieron en una pequeña sala de estar.

—Asi que tú eres la Tywysoges de Katsuki ¡Es un placer conocerte al fin!— menciono alegre la madre del pelirrojo y pudiste notar un gran parecido en ambos, sin mencionar que compartían el color en su cabello.

—¿Y bien? ¡¿Que rayos es lo que sucede?!— intervino Bakugou e inmediatamente la expresión alegre de la pelirroja cambio por una más sería.

—La verdad es que no estoy muy segura, los escritos más antiguos se han perdido y la memoria de madre ya no es confiable— entonces tomo entre sus manos aquella extraña piedra —se suponía que esto solo era una roca común recuerdo de nuestros orígenes, recuerdo de los grandes dragones que surcaban los cielos—

—¿Dragones?— dijiste —pensé que solo eran un mito—

—¡No lo son!— sonrió Kirishima mientras endurecía su cuerpo —¡Gracias a ellos poseo está grandiosa habilidad!—

—Los dragones son los antecesores del clan Kirishima— te menciono la pelirroja —aunque hay muchas versiones sobre nuestro origen, la más aceptada habla sobre un dragón que se enamoro de una doncella y por amor renunció a su forma sagrada pero heredó a sus hijos la habilidad de endurecer sus cuerpos como si de escamas de dragón estuviesen cubiertos—

—Es una historia muy bella— respondiste.

—¡¿Y que tiene que ver esa maldita piedra con nosotros?!— la paciencia del rubio se agotaba.

—Según mi madre, está roca es uno de los últimos regalos que los dragones le dieron a la humanidad antes de desaparecer— la mayor continúo su explicación —durante décadas se ha considerado solo un objeto sagrado, pero al parecer ustedes podría cambiar eso— entonces colocó la roca en el centro del lugar —¿podrían poner sus manos sobre ella?— obedecieron.

Al instante que sus manos hicieron contacto con la frialdad de la roca está comenzó a brillar nuevamente con ese hermoso color rojo y ambos percibieron el calor procedente del interior. En ese momento la pelirroja unió su mano a las de ustedes y el color rojo se hizo más intenso, el calor aumento a tal grado que la mesa de madera donde estaba la roca comenzó a humear.

—Lo suponía— la madre de Kirishima retiro su mano y ustedes también —mi madre solía contarme una historia para dormir en la que hablaba de él líder de los dragones Ddraig Fawr, quien sabiendo el destino que le deparaba a su especie dejo un regalo a los humanos que compartían su sangre prometiendo que sería útil en el futuro y ayudaría a traer la paz y tal vez a los dragones de regreso—

—¿Cómo es que esa roca nos ayudará?— preguntaste y Bakugou sonrió al ver que inconscientemente te incluidas en el futuro de su pueblo.

—No estoy muy segura pero revise algunos escritos antiguos y aunque la mayor parte está ilegible pude rescatar esto— les mostró un trozo de pergamino tan antiguo que parecía a punto de desintegrarse, en el se veía la extraña roca y tres personas poniendo sus manos sobre ella —este es un descendiente del clan Kirishima— señalo una de la figuras con el cabello rojo —este es un Brenin, pues está portando las joyas que le dan tal autoridad— observaste y aunque el dibujo estaba distorsionado por el tiempo notaste que eran los mismo cristales que Bakugou portaba en el cuello y orejas —y por último está es una Tywysoges, lo sé por qué aún no porta las joyas de Brenhines pero está tomada de la mano del Brenin

—Tienes razón— menciono la antigua Reina quien observaba las imágenes —incluso el dibujo de la roca se asemeja a lo que vimos hace solo unos momentos—

—¿Y que significa todo esto?— le pregunto Kirishima a su madre.

—Esa parte del texto está irreconocible— la mayor señalo el pergamino —las únicas palabras que logro leer son "tres", "tiempo", "gran bendición". Pero mientras mi madre no recuerde no puedo hacer mucho—

—¿Y si le preparas la tarta que le gusta?— sugirió el pelirrojo —siempre que la abuela come su tarta preferida comienza a hablar y contarme historias sobre el abuelo,tal vez así puedas hacer que recuerde algo—

—Podría funcionar— pensó la pelirroja —haré el intento mañana y por la tarde les informaré si descubrí algo más—

—Entonces mañana nos reuniremos de nuevo— sentenció la antigua Reina.

Kirishima y su madre se marcharon y poco después también lo hizo la antigua Reina. Bakugou te acompaño hasta la habitación que compartían dónde los esperaba la cena preparada. Comieron en silencio pues te sentías intimidada por la penetrarte mirada color rubí que no se alejaban de ti. Parecías una presa acorralada por su depredador.

De un momento a otro alguien entro y colocó frente a ustedes un par de tazas humeantes, era el té que los ayudaría con los efectos de la Madre Luna. Bakugou no lo dudo y lo bebió tan rápido como pudo e inmediatamente su mirada cayó de nuevo sobre ti.

—¡MALDICIÓN!— soltó molesto —¡ESTA PORQUERÍA NO FUNCIONA!— se puso de pie y se encerró en su habitación.

Lo observaste confundida y bebiste tu té rápidamente. Luego te acercaste a su habitación y llamaste a la puerta.

—¿Esta todo bien?— preguntaste.

—¡Lo mejor será que te encierres en tu maldita habitación de una vez!— respondió el rubio.

—¿Hice algo mal?— preguntaste preocupada.

—¡YO VOY HA HACER ALGO MAL SI NO TE ALEJAS! ¡MALDICIÓN! ¡ESTUVE A PUNTO DE SALTAR SOBRE TI Y HACERTE MÍA! ¡ASI QUE SOLO ALEJATE!— al escuchar esto sentiste un extraña necesidad de entrar a su habitación pero tú sentido de la razón pudo más y te alejaste, siguiendo sus indicaciones aseguraste tu puerta y te preparaste para dormir.

De pronto abriste los ojos y te encontrabas en un lugar oscuro, una extraña risa femenina se escuchó a tu alrededor y solo lograste divisar una cabellera rubia con dos coletas alejándose, después te pareció escuchar la voz de Todoroki pero una densa niebla se trago el sonido. Un escalofrío te recorrió la espalda y el miedo te invadió al ver cómo las sombras que te rodeaban comenzaban a pelear contra unas llamas azules para que segundos después todo se desintegrará y cayeras al vacío. Comenzaste a gritar mientras sentías la muerte cerca de ti.

Entonces alguien comenzó a sacudirte los hombros mientras gritabas con más fuerza. Abriste los ojos nuevamente y te encontrabas en tu habitación, bañada en sudor mientras Bakugou te sostenía por los hombros pidiéndote que reaccionaras.

—¿Fue una pesadilla?— balbuceaste.

—Eso parece ¿estás bien?— asentiste pero no podías despegar tu mirada de esos ojos rubí, era como si algo te llamará y te pidiera que te acercaras más —¡MALDICIÓN!— grito Bakugou y te besó.

Muchas gracias por leerme ❤️

Lamento no haber subido capitulo la semana pasada pero tenía un bloqueo y la verdad prefiero no actualizar a darles un capítulo que no me gustó escribir.
Así que por eso está semana adelante el capítulo.

¡Estoy agradecida con todo el apoyo que le han dado a mi historia! La verdad es que cuando comencé a escribirla no creí que tantas personas me leerían.

¡MUCHAS GRACIAS!
❤️

Nos leemos el viernes de la próxima semana ✌️

Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora