Una vez que los invitados fueron guiados a sus habitaciones e invitados a reunirse con ustedes para la hora de la comida por fin Bakugou y tú tuvieron la oportunidad de tener un tiempo a solas.
-Asi que la próxima Luna de la cosecha- dijiste.
-No quería decírtelo de ese forma pero la manera en que hablaste fue tan...- respondió el rubio -simplemente no me podía contener y quería gritarlo a todo el mundo-
-No hay problema, supongo que es un anuncio bastante importante para el pueblo ¿pero puedo saber el por qué de ese día?-
-Es una tradición, se cree que la Madre Luna está de buen humor al ver los frutos del campo ser recogidos rodeados de la alegría de su gente. Así que las bodas de los reyes deben celebrarse en esa fecha para que cuenten con la bendición de la Madre Luna durante todo su matrimonio-
-Suena muy bonito- dijiste y Bakugou noto inmediatamente que no compartías su alegría.
-¿Sucede algo?- preguntó mientras te tomaba de la mano.
-Es solo que no había pensado nunca en casarme, creí que siempre estaría a cargo de mi madre. Pero ahora que lo pienso hay personas con las que me habría gustado compartir un día tan importante como este, no son mi familia pero siempre se preocuparon por nosotros como una, pero ellos ya no están...- sentiste un nudo en la garganta al recordar la destrucción de tu pueblo -pero no te preocupes cuando llegue el día estaré bien-
-¡No!- te sorprendió la reacción de Bakugou -¡¿Que caso tiene que nos unamos ante la Madre Luna si tu corazón no está dispuesto a unirse al mío?!- lo miraste confundida y el te tomo de los hombros -¡Me importas! ¡MALDICIÓN! ¡ERES LA PERSONA MAS IMPORTANTE PARA MI! ¡CLARO QUE QUIERO SABER SI ESTAS TRISTE, SI TE SIENTES MAL, SI ALGO NO TE GUSTA!- te abrazo -¡YA NO ESTAS SOLA CUIDANDO A TU FAMILIA! ¡YA NO TIENES QUE FINGIR QUE ESTAS BIEN PARA NO PREOCUPARLOS! ¡AHORA YO ME PREOCUPARE POR TI! ¡ES MI TRABAJO!- lo sujétaste con fuerza mientras unas cuantas lágrimas caían por tus mejillas -Si no estás lista para casarte, si necesitas tiempo para recuperarte de tus perdidas lo entenderé perfectamente, ya habrá otra Luna de la Cosecha-
-Pero sería dentro de un año-dijiste oculta en aquel abrazo.
-¿Y que importa? Asi tenga que esperar 10 años por qué tú estés bien, lo haré-
-Yo quiero... quiero casarme contigo- dijiste avergonzada -quiero hacerlo-
-Podemos esperar- respondió el rubio aunque por dentro lo invadiá una incontenible felicidad al haberte escuchado decir eso.
-No, hagámoslo la próxima Luna de la Cosecha-
-¿Segura? No quiero presionarte-
-Es también mi elección-
-Bien- se alejo un poco de ti -entonces mostremosle al pueblo que pronto serás Reina- entonces tomo un par de los collares que portaba y se los quito después los paso por tu cabeza hasta que se sostuvieron en tu cuello -con esto todos sabrán tu decisión-
-Son hermosos- dijiste tomando las pequeñas piedras en tus manos -¿Seguro que está bien que los porte?-
-Estoy seguro de que no lucirán mejor en ningún otro lugar- sonrió y te sonrojarte más, entonces te extendió la mano -¿Que tal si damos un pequeño paseo por el pueblo?-
Caminaron hasta los establos dónde Bakugou tomo a su corcel preferido, aquel que también había sido el más difícil de domar y ahora solo se presentaba dócil ante el rubio. Aunque tú ya habías montado sobre el desconocías que solo lo podían tocar un número escaso de personas, pero en cambio contigo aquel caballo blanco se portaba como si nunca hubiese salido del mismo infierno.
-¿Sabes cuánto me tomo el poder acariciarlo de la manera en que lo haces?- dijo el rubio mientras te observa jugar con aquel semental.
-Es muy dócil, no debió ser difícil- por respuesta recibiste una carcajada de parte de Bakugou.
-¿Dócil?- el rubio aún se reía -¡Ese maldito casi me arranca la mano tres veces antes de que pudiera tocarlo!-
-No te creo- lo miraste incrédula -pero si es tan tranquilo-
-Seguro por eso se llama Diafol -
-¿Diafol? ¿Que significa?-
-Diablo, por qué solo el mismo infierno pudo escupir a un ser como él-
-Sigo sin creerte-
-No importa, igual me alegra no tener problemas para que lo montaras- entonces el rubio subió sobre la montura y después te ayudo a subir con él.
El tener su pecho contra su espalda te ponía un poco nerviosa pero pronto los paisajes y las vistas del pueblo te hicieron olvidar todo eso. No importa cuántos días pasarán este lugar te parecía cada vez más mágico.
En cuanto la gente del pueblo los vio pasar los gritos de emoción y las felicitaciones no se hicieron esperar. Bakugou se acercaba a conversar con algunas personas y te sorprendió lo rápido que te involucraba en sus problemas y toma de decisiones. Bakugou te explico que el portar esos collares te daban la misma autoridad que el poseía así que las personas comenzarían a tomarte en cuenta.
-No creo estar lista para tal responsabilidades- dijiste.
-Pero si hace unos momentos demostraste que estás más que lista para ser considerada una Reina ¿O acaso crees que cualquiera le hablaría como igual al Rey de los Mercenarios?-
-La verdad es que no se de dónde saque ese valor-
-Es un regalo de la Madre Luna- respondió Bakugou -y te aseguro que no será el único, ella te dará las habilidades necesarias para poder sobrellevar tus responsabilidades. Mi madre dice que mi padre no podía ni mantenerse de pie frente a una multitud cuando lo conoció pero aún recuerdo el último discurso que le dirigió a los guerreros y después de escucharlo todos estuvieron dispuestos a morir por él-
Entonces una mujer mayor les hizo señas para que se acercarán e inmediatamente los felicito.
-¿Debo suponer que su unión se realizará la próxima Luna de la Cosecha?- preguntó la anciana, Bakugou te observo confirmando tu aceptación, así que asentiste.
-A si será- respondió el monarca.
-Entonces debemos apresurarnos con los preparativos, no queda mucho tiempo- sonrió la mayor.
-¿Cuando será la Luna de la Cosecha?- preguntaste confundida.
-En poco más de tres semanas-
¡Y que ya tenemos fecha! 🎉🎊.
Gracias por leerme ❤️
Nos vemos el próximo viernes ✌️
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Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
FanficLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...