Los presentes habían recibido dos noticias impactantes en cuestión de segundos, nadie sabía cómo reaccionar. La antigua Reina no dejaba de llorar oculta en los brazos de Masaru quién se mantenía inmóvil incrédulo ante lo que acababa de escuchar pues hace solo unos momentos que había estado con su hijo. Uraraka se veía incapaz de moverse, no solo acaba de escuchar que aquel a quien consideraba cómo si hermano había abandonado este mundo si no que la preocupación por Midoriya había aumentado. Tus padres se acercaron a ti, pues ahora comprendían mejor tu estado de ánimo.
Dabi, por otra parte, había comprendido que era momento de tomar su decisión, pues si Bakugou había muerto probablemente el destino de los otros no fuera muy optimista y si a eso le sumaban que el enemigo se encontraba a las puertas de esas tierras solo había una cosa que seguramente les esperaría a todos, la muerte. La mayoría de los guerreros habían partido con Bakugou y probablemente nunca regresarían, aún si lo hicieran no sería a tiempo; los que quedaban en el pueblo eran mujer, niños y ancianos en compañía de solo unos cuantos hombres con capacidad de pelear. Además tu estado de salud no era el mejor, el tono pálido de tu piel mostraba la perdida de sangre que habías sufrido, no sobrevivirás a una batalla. Era momento de marcharse, si Dabi quería mantenerte con vida y a su lado debía llevarte con él a un lugar seguro, no solo por qué se lo prometió a Bakugou si no por que no podía ni siquiera imaginar la posibilidad de perderte pues hace una horas mientras te debatias entre la vida y la muerte por la perdida de sangre el pelinegro supo que si morías él lo haría contigo.
—¿Cuántos son?— le preguntaste a Shigaraki tomando el control de la situación para sorpresa de todos.
—Demasiados— respondió —podemos intentar hacerles frente pero fácilmente triplican en el número de habitantes—
—Bien, debemos empezar a movernos— trataste de sostenerte en pie por ti misma pero fue inevitable que terminarás apoyándote en el brazo de Dabi —Uraraka necesito que corras hacia el pueblo y les digas a todos que se reúnan a las afueras del castillo inmediatamente— la castaña tardó unos segundos en reaccionar pero después se limpio las lágrimas mientras asentía y corrió fuera de ahí.
—El enemigo se acerca por el este— dijo Jirou apareciendo en escena —si no los interceptamos estarán aquí antes del medio día—
—Aun tenemos un poco de tiempo— mencionaste y te dirigiste a los antiguos reyes —necesito su ayuda, si alguien conoce bien el bosque seguramente son ustedes así que necesito que guíen al pueblo a un lugar seguro, lo más lejos de la batalla— guardaste silencio unos segundos —se que probablemente usted es la única que comprenda mi dolor ahora— le dijiste a la rubia —pero estoy segura de Katsuki también se habría esforzado por evitar todas las muertes posibles así que haré lo necesario para salvar a tantos como pueda— la mayor se puso de pie y asintió.
—Me encargaré de proteger al pueblo— acepto y entonces te giraste hacia Shigaraki.
—Si tu y tus hombres quieren marcharse es el momento—
—Si él consigue lo que quiere no habrá lugar a dónde huir— respondió Shigaraki —asi que mis fuerzas están a tu completa disposición—
—Entonces, por favor, asegúrate de que se creen tantos colones como se pueda y sean nuestra primer línea de defensa— Shigaraki asintió y entonces observaste a tus padres —quiero que vayan con el resto del pueblo y sobrevivían— suplicaste.
—¿Tu que harás?— pregunto tu madre temerosa de una respuesta que ya conocías.
—Me quedaré, mantendré la posición de Katsuki todo lo que pueda— en ese momento Dabi se di cuenta de en verdad había llegado el momento de decidir.
Podía esperar a que organizaras todo y dejarte inconsciente para llevarte lejos de la batalla, te mantendría con vida a su lado pero tal vez solo prolongaria el vacío que sentías. Pero si se quedaban lo más probable es que no salieran con vida. Mantenerte viva y perdida en tu mente o morir a tu lado pero viéndote ser tu misma, era hora de decidir.
Uraraka volvió con todo el pueblo a sus espaldas, los murmullos ansioso no se hicieron esperar. Respiraste profundo y caminaste apoyada en Dabi hasta la puerta pero antes de salir hiciste un esfuerzo sobre humano para mantenerte de pie por ti misma. Fue inevitable que el pueblo no notará tu estado tan demacrado por lo que la preocupación inundó el lugar.
—¡Nuestro rey ha muerto!— dijiste alzando la voz e inmediatamente todos guardaron silencio ante la terrible noticia —¡El enemigo amenaza con invadir estas tierras en cualquier momento! ¡Quiero que vivan y por eso me quedaré aquí para darles tiempo de llegar a un lugar seguro!— todos prestaron atención pues en ese momento a pesar de tu apariencia te vieron como una verdadera Reina —Aquellos que quieran quedarse y luchar para que sus familias puedan escapar serán bienvenidos. Pero todo aquel que tema por su vida que esté listo para marcharse, los antiguos reyes serán sus guias— en ese momento aparecieron los mencionados y los murmullos de sorpresa se escucharon entre los mayores al ver a Masaru con vida —¡Me aceptaron como parte de ustedes, así que es momento de devolverles todo lo que han hecho por mi! ¡No dejaré pasar a nadie de este punto así tenga que pagar con mi vida!—
—Este es nuestro hogar ¿Cómo podríamos marcharnos sin intentar recuperarlo?— hablo un hombre mayor entre la multitud —No soy el mismo de antes pero por la Madre Luna juro que lucharé hasta morir pues si mis huesos han de descansar en lugar que sea en mi hogar—
—¡Lucharemos!— dijo una mujer —¡Lucharemos por aquellos que no puedan hacerlo! ¡No huiremos sin dar pelea! ¡Ganaremos todo el tiempo posible para nuestros hijos!—
Poco a poco una voz tras otra se fue alzando, todos estaban motivados al ver como tú qué no llevabas mucho tiempo entre ellos estabas dispuesta a entregar tu vida por salvarlos. Nadie te dejaría sola.
Se organizó un pequeño grupo para llevar a los niños, los enfermos y los incapacitados para pelear a un lugar seguro, tus padres se ofrecieron para ser los encargados de cuidarlos pues dentro del bosque había una ruinas de las que solo tú padre conocía la manera de entrar por lo que era un lugar ideal para ocultarse, los antiguos Reyes se ofrecieron a quedarse a tu lado pero negaste, no querías perder a nadie más que consideraras familia. Te despediste de toda tu familia con dolor, tal vez no los volverías a ver pero harías lo posible por darles la oportunidad de vivir.
En cualquier momento el ejército enemigo aparecería en el horizonte y la última batalla se llevaría a cabo, ya no sería una lucha por ganar si no por sobrevivir.
Un ligero spoiler: en el siguiente capítulo tendremos la decisión de Dabi.
Gracias por leerme ❤️
Nós vemos el próximo martes ✌️
ESTÁS LEYENDO
Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
FanficLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...