—¿Dónde? La aprendí en el pueblo— respondiste.
—¿QUIEN TE ENSEÑO ESA MALDITA CANCIÓN?— el rubio se había acercado a ti y te tomo de los hombros.
—Nadie me la enseño— respondiste confundida por la reacción de Bakugou.
—¡¿QUE?!—
—La escuché mientras jugaba en el lago del pueblo, pero no sé quién la cantaba—
—Si la escucharás de nuevo ¿reconocerías la voz?—
—Si, creo que si— al escucharte te tomo de la mano y te llevo de regreso al castillo ante la confundida mirada de tu madre y hermano.
El rubio te arrastró por todo el lugar hasta que se encontraron con su madre.
—¿Y esa expresión? ¿Que sucede?— Mitsuki los observaba fijamente.
—¡NECESITO QUE ENTRES EN LA CAVERNA DE LOS RECUERDOS!— exigió el rubio.
—¿Que? Sabes que solo debemos ir en busca de la guía de la Madre Luna cuando sea algo muy importante— dijo la mayor.
—¡ELLA PODRÍA HABER ESCUCHADO AL VIEJO!— los ojos de la rubia se abrieron por la impresión.
—¡Vayamos ahora mismo!—
La Reina Madre comenzó a caminar rápidamente y ustedes la siguieron. No comprendias la situación pero al ver la expresión de tus acompañantes no te pareció buen momento preguntar.
Salieron del castillo y se adentraron en le espeso bosque que rodeaba el lugar. El sol se estaba ocultando para cuando llegaron a su destino.
Era una especie de grieta oculta entre unas grandes rocas y rodeas por dos árboles enormes. Bakugou encendió una antorcha y comenzaron a bajar por la grieta, pasaron varios minutos en los que el único sonido que los acompañaba era el de sus pasos.
Finalmente la grieta se ensanchó dejando ver una enorme caverna, Bakugou encendió varias antorchas que ya se encontraban ahí entonces pudiste observar el lugar con más claridad.
Había una multitud de estalactitas y estalagmitas de diferentes tamaños que mostraban la antigüedad del lugar. Comenzaste escuchar el sonido del agua al caer y notaste una pequeña casada que desembocaba en una especie de cisterna natural. Era un lugar hermoso.
Observaste como Bakugou y su madre preparaban una extraña mezcla con musgo y barro de la caverna. Después la Reina Madre se aplicó esa mezcla sobre los ojos y se colocó bajo la pequeña corriente de la cascada.
—Acercate— dijo el rubio y obedeciste, te colocaste a su lado frente a la cascada observando el agua de la cisterna que se ondulaba con cada gota que caía.
—Mother Moon Gofynnaf am eich bendith ac rwy'n cynnig fy modolaeth i chi.
Bydda i'n ferch i ti nes dod fy esgyrn yn un â'th greadigaeth.
Fy anrheg Rwy'n diolch i chi ac unwaith eto gofynnaf am eich help.
Gad imi weld y gorffennol a anghofiais unwaith, yr atgofion na ddaliais.
Dangoswch i mi beth i'w wneud*— dijo la Reina Madre en un lenguaje que nunca habías escuchado.En ese instante el agua de la cisterna comenzó a brillar y para tu sorpresa una imagen apareció.
Entonces la misma canción que habías estado cantando se escuchó pero con una voz masculina.
—¿Es la voz que escuchaste?— pregunto Bakugou.
—Si, es la misma—
La imagen comenzó a distorsionarse hasta desvanecerse por completo. Las lágrimas invadian el rostro de la antigua Reina, quien salió del agua y se acercó a ti.
—¿Estas segura de que era la misma voz?— asentiste y ella te abrazo —Gracias—
—Entonces si fue el viejo— hablo Bakugou.
—Masaru sigue vivo— sonrió la mayor —lo sentí— se acercó a Bakugou —tu padre sigue con vida—
—¡TE JURO QUE LO ENCONTRARÉ Y LO TRAERÉ DE REGRESO!— afirmó el rubio.
La Reina Madre te agradeció una vez más antes de emprender el camino de regreso, al llegar al castillo la mayor se despidió de ustedes y se dirigió a sus tierras. Bakugou te llevo a la habitación donde habían estado hablando esa tarde.
—Hay cosas que ambos necesitamos saber— dijo antes de sentarse en el mismo lugar que antes, volvió a hacerte señas para que te colocarás a su lado y lo hiciste.
—¿Es sobre tu padre?—
—Si ¿Cuando lo escuchaste por última vez?—
—No estoy muy segura pero fue alrededor de unos 8 años— miraste al rubio —De pequeña me gustaba ir a jugar cerca del lago pero un día los demás niños dejaron de ir por qué decían que se escuchaba un fantasma—
—¿Un fantasma?—
—Si— sonreiste al recordar aquello —pero mi madre me había dicho que si le debíamos temer a alguien era a los vivos así que me arme de valor y fui al lago, al inicio no escuché nada pero de pronto alguien comenzó a cantar, según recuerdo venía de una parte del castillo—
—Asi que ahí lo llevaron—
—Comencé a ir todos los días a escucharlo, así es como aprendí la canción pero una tarde había guardias y me prohibieron el paso, después cercaron el lugar y nadie mas pudo acercarse—
—Deku intento acercarse pero no lo logró ¡MALDICIÓN! ¡ESTÁBAMOS EN EL LUGAR CORRECTO!—
—¿Entonces planeabas atacar mi pueblo para buscar a tu padre?—
—Si, la Madre Luna me lo mostró en una... en un sueño—
—¿Que le sucedió a tu padre?— el rubio se encorvo y puso sus brazos sobre las rodillas.
—¡CUANDO ERA UN MOCOSO COMETÍ UN MALDITO ERROR Y POR MI ESTUPIDEZ EL FUE CAPTURADO!— Bakugou apretó la manos con fuerza al recordar aquel momento —¡SI NO HUBIERA SIDO TAN IDIOTA!—
—Eras solo un niño— pusiste tu mano sobre su brazo —no tienes la culpa de nada— el rubio te miro fijamente por unos segundos que parecieron eternos. Su intensa mirada color rubí parecía escudriñar tu alma.
—¡Es mi deber encontrarlo!— entonces se puso de pie —¡Y SIN DUDA LO HARÉ!— te tendió la mano —pero por ahora hay un par de cosas que debo explicarte—
—¿A dónde vamos?— preguntaste mientras te ponías de pie.
—A nuestra habitación—
—¡¿NUESTRA?!— el rubio sonrió al ver tu reacción.
—Si, nuestra—
*Madre Luna pido tu bendición y te ofrezco mi existencia. Seré tu hija hasta que mis huesos se vuelvan uno con tu creación. Mi regalo te agradezco y nuevamente te pido tu ayuda. Déjame ver el pasado que una vez olvidé, los recuerdos que no tuve. Muéstrame qué hacer.
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Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
FanficLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...