—Vámonos— Bakugou entro a la habitación.
—¿Mi familia?—
—¡Dije vámonos!—
—¡Hicimos un trato!— Bakugou se acercó molesto.
—¡FUE UN DIA DIFÍCIL COMO PARA AGUANTAR TUS TONTERÍAS!— el rubio suspiró tratando de calmarse —¡Si quieres ver a tu maldita familia vas a venir conmigo!— después salió de la habitación.
Te quedaste unos segundos estática en tu lugar, decir que no te asusto sería mentir. Pero al reaccionar corriste detrás de él, al salir de la habitación te golpeaste contra su espalda, él no se había ido más bien te esperaba.
—¡Larguemonos de aquí!— te tomo de la mano y te arrastró hacia la salida.
—¡¿Tan pronto te la llevas?!— grito Mitsuki desde una ventana de el segundo piso.
—¡NO PIENSO QUEDARME A ESCUCHAR UNO DE TUS SERMONES!— respondió el rubio.
—¡SI SERÁS DESGRACIADO! ¡ESA NO ES FORMA DE TRATAR A TU MADRE!—
—¡TENGO COSAS MAS IMPORTANTES QUE HACER QUE DISCUTIR CONTIGO!— continuaron su camino.
—¡TRATALA BIEN!— fueron las últimas palabras de la mayor, quien sonreía al ver a su hijo. Sabía que no estaba molesto después de todo así era su relación.
Bakugou te llevo de la mano todo el tiempo, hasta que salieron del pueblo y se dirigieron al castillo. Pero la escena que los recibió no era la que tú esperabas, pues frente al castillo había una multitud de heridos. Al ver esto rápidamente te soltaste del agarre del rubio y corriste a ayudar. Sanabas las heridas que tu don te permitía y las que no podías sanar inmediatamente las tratabas con yerbas y medicamentos.
Bakugou se quedó observandote a la distancia.
—¡Vaya Tywysoges elegiste!— se acercó Kirishima —¡Es muy hábil, en tan solo unos minutos disminuyó la cantidad de heridos!—
—No dejes que se exceda demasiado— fueron las únicas palabras del rubio antes de entrar en el castillo.
No tenías idea del tiempo que había pasado mientras atendias heridas de todo tipo, no reaccionaste hasta que el amanecer se mostraba en el horizonte.
—Deberías descansar— dijo un pelirrojo acercándose.
—¿Pero los heridos?—
—Estarán bien, podemos encargarnos después de todo ya hiciste demasiado por nosotros—
—¿Que fue lo que pasó?—
—Una emboscada— Kirishima se encogió de hombros —pero así es la guerra—
—Es horrible—
—Si, pero si no hiciéramos nada sería peor—
—¿A qué te refieres?— Kirishima no contesto por qué fueron interrumpidos por una chica que los llamaba desde la entrada del castillo.
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Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"
أدب الهواةLibro 1 Tu destino estaba decidido desde el momento en que el Rey de los Bárbaros puso sus ojos en ti, si tan solo no hubieras salido al jardín aquel día. Ahora has hecho un trato con él y conociendo su mala fama, si no cumples lo único que te queda...