Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"

Capitulo 18

Observaste al rubio fijamente mientras tratabas de asimilar lo que te había contado, es cierto que la historia qué conocías era muy diferente de la que él te acababa de relatar pero había demasiadas similitudes como para dudar.

—Si la espada One for All es tan poderosa como se relata en las historias ¿como es que su antiguo portador no pudo vencer?— preguntaste.

—La verdad eso no lo sabemos, de los que presenciaron aquella batalla la mitad ha muerto y la otra mitad está bajo el control de tu rey— Bakugou chasqueo la lengua —no se como lo hizo pero tiene bajo su control a todos los fieles sirvientes del antiguo rey, es como si les hubiera lavado el cerebro. Así que nuestra única oportunidad es que el maldito Deku pueda recibir los regalos restantes de la One for All pues hasta donde tengo entendido el tío Toshinori no logro controlarlos todos—

—¿Por que no empezamos con el rumor que uno de los herederos está vivo?—

—Ya lo intentamos, el día que te vi por primera vez estábamos buscando el lugar adecuado para que él mitad y mitad se presentara ante el pueblo y bueno ya sabes como termino todo—

—La chica rubia que tienes en las mazmorras es la que filtró la a información de su plan ¿no?—

—Casi podría asegurarlo, por cierto que parecía que Ochako nos diría algo importante. Pero el que la One for All haya aparecido lo cambia todo—

—Bueno, esperemos que mañana tengamos buenas noticias, es hora de que me vaya a dormir— hiciste un movimiento para salir de la cama cuando el rubio de nuevo te atrajo a él.

—¿A donde crees que vas?— su aliento rozo tu oído —creí haberte dejado claro que hoy dormirías conmigo— susurró.

—P... pero mi ropa de dormir está en mi habitación— el color rojo cubrió tus mejillas.

—¿Quien dijo que necesitas ropa para dormir? Es más ¿quien dijo que íbamos a dormir?— el rubio depositó un beso en tu cuello que te causó un escalofrío y al mismo tiempo te hizo saltar fuera de la cama.

—Yo si tengo la intención de dormir ¡Pervertido!— dijiste completamente ruborizada por la sensación que provocó en ti.

—¿Pervertido yo?— Bakugou sonrió aún más —Pero si parece que la que pensó cosas inapropiadas fuiste tu, ¿qué tal que yo solo quería conversar toda la noche?— el rubio tenía la burla impresa en su rostro.

—¡Tonto!— dijiste antes de correr a tu habitación tratando de cubrir inútilmente el color de tu rostro.

—¡Más vale que te vistas rápidamente por que estaré ahí en unos minutos!— grito para que lo escucharas mientras se burlaba.

Tu primera reacción al entrar a tu habitación había sido intentar cerrar la puerta pero habías olvidado que había sido destrozada esa mañana, suspiraste  y te adentraste al vestidor para prepárate para dormir. Te observaste en el espejo, tu sonrojo era demasiado notable, pero la verdad es que te avergonzaba más él darte cuenta de que disfrutabas que el rubio jugara contigo de esa manera. En cuanto saliste del vestidor Bakugou estaba entrando a tu habitación y sin decir nada se dejó caer sobre tu cama, lo observaste dudosa.