Ante los ojos del Bárbaro [Bakugou y tu] "Saga De La Madre Luna"

Capitulo 67

En multimedia les dejo la canción con la que escribí este capítulo por si quieren escucharla.

Let's talk ~ RAENNER

Shigaraki se acerco a ti al ver qué te quedabas sola en compañía de Dabi.

-Le pedí a Kurogiri que volviera al lugar donde Bakugou lo llamo- dijo y lo miraste atenta -pero lamento decirte que solo encontró ruinas y cadáveres irreconocibles, no había forma de haber sobrevivido a eso- apretaste los labios tratando de contener el llanto que amenazaba con volver -crei que es algo que debías saber- asentiste.

-Ahora seguiré adelante sin él- fue lo único que respondiste -te agradezco que decidieras quedarte de nuestro lado- intentaste hacer una reverencia pero el te detuvo.

-No es necesario- dijo -las formalidades no son necesarias en este momento, solo necesito saber que está batalla llegará a su fin hoy-

-Asi será, ya sea que sobrevivamos o no, esto termina hoy- dijiste con seriedad y Shigaraki sonrió, tenías el verdadero porte de una Reina. Después de esto, Shigaraki se marchó para preparar la primera línea de ataque.

Mientras estabas de pie observando a todos
los que se preparaban para luchar, un fuerte mareo te invadió pero por suerte Dabi te sostuvo a tiempo.

-Se que quieres estar aquí pero lo mejor que puedes hacer es descansar- te dijo el pelinegro -necesitas reponer fuerzas para lo que viene- asentiste con la mirada perdida, Dabi te tomo en brazos y te llevo de nuevo a tu habitación donde te recostó en la cama. Estabas tan agotada que apenas tocar la almohada tus ojos se cerraron, el pelinegro se quedó sentado a tu lado, observandote y pensando que era lo que debía hacer.

Llamaron a la puerta y por ella entro la antigua Reina, aún había rastro de llanto en sus ojos pero su presencia se había vuelto más imponente como consecuencia de la batalla que se avecinaba.

-Si en este momento te la llevas lejos de aquí, nadie te culpara- menciono la rubia.

-¿Pero ella me perdonará?- no hubo respuesta -ella amaba a Bakugou, y todo lo que le queda de él está aquí, si me la llevo vivirá pero seguramente me odiaría el resto de sus días- la rubia se acerco y le extendió algo a Dabi, era un pequeño frasco que esté tomo con cuidado.

-Es un regalo de generaciones pasadas- explico la mayor -un elixir para olvidar, si se lo das ella no recordara nada de esto, incluso tomara tus primeras palabras como la verdad absoluta-

-¿Borrarle la memoria? ¿Por qué me da esto?-

-Ella esta dispuesta a dar su vida por nosotros pero no puedo dejar que lo que mi hijo más amo desaparezca de este mundo- respondió -ademas su cuerpo no está en el mejor estado, dudo que logré sobrevivir si no se cura y parece que no quiere hacerlo- te observo con lástima -tengo una idea de lo que está pasando por su mente y me temo que pase lo que pase ella no planea salir con vida de esta batalla pero es tu decisión, si alguien puede ponerla a salvo y cuidarla en el futuro eres tu-

-¿Esta segura?-

-Desde que llegaste la has cuidado mejor que nadie a pesar de que ella ama a otro, estoy segura de que nadie tomara una mejor decisión pensando en ella que tu- te dirigió una última mirada -bueno, tengo que irme, el enemigo se acerca-

Una vez en soledad Dabi se recargo en la silla en la que estaba y soltó un bufido de frustración, levantó el pequeño frasco y lo observo. Todo lo que siempre quiso estaba ahí en su mano, podía llevarte lejos y después dártelo de beber, crearte una nueva historia haciendo que olvidarás todo el dolor que estabas sintiendo en este momento, podría darte la familia feliz que tanto querías. Podría tenerte finalmente a su lado y dejar de ser un simple expectador. Te observo atentamente y justo en ese momento una lágrima corrió por tu mejilla, el dolor que estabas pasando era tanto que ni dormida podías estar en paz, con rapidez la limpió usando su pulgar.

-¿Que debo hacer?- murmuró -Si pudieras escoger otra vida ¿lo harías?- acaricio tu mejilla.

Habías sido muy fuerte al dar la cara al pueblo de la manera en que lo hiciste, te habías portado como una verdadera Reina. Dabi se sintió realmente orgulloso de ti al ver como habías tomado tu puesto a pesar del dolor. Aún así sabía que si te dejaba continuar probablemente ambos perderían la vida, no le molestaba la idea de dejar este mundo a tu lado pero tú merecías algo mejor, merecías una vida feliz pero como estaba la situación nada te devolvería lo que perdiste. Observo una vez más el frasco, él podía darte de nuevo todo lo que perdiste y mantenerte a su lado, ni si quiera tendrían que ir con su familia a las tierras heladas, podría llevarte a cualquier parte, a un lugar donde ambos fueran felices.

Su mente se debatia sobre que es lo que realmente debía hacer. Entonces se acerco a ti y por primera vez rompió todas las barreras que él mismo se había impuesto, con delicadeza acerco su rostro al tuyo y te observo, tu piel estaba pálida y tú expresión era de dolor. Observo cada faccion de tu rostro, limpio las lágrimas que caían de vez en cuando por tus mejillas. En un rápido movimiento se acerco más para depositar un ligero beso sobre tus labios, dejo su frente sobre la tuya unos segundos cerrando los ojos mientras meditaba en la decisión que estaba por tomar.

Finalmente se separó de ti y miro por la ventana hacia el horizonte, algo le decía que la batalla estaba por comenzar y como si el universo se lo confirmara en cuestión de segundos comenzó a sonar la campana del pueblo, el enemigo había entrado a las tierras de los bárbaros.

Te sacudió por los hombros y te levantaste exaltada al escuchar todo el ajetreo que provenía de afuera. Dabi te tranquilizó mientras respiraba profundamente, había tomado una decisión.

-Debo ir con los demás- dijiste tratando de ponerte de pie pero el pelinegro te detuvo.

-Primero bebé esto- te tendió una taza -te ayudará a sentirte mejor y recuperar un poco de energia-

Dabi observo como bebias aquel té mientras se repetía a si mismo que estaba haciendo lo correcto.

Gracias por leerme ❤️
Nós vemos el próximo viernes ✌️