Eres todo lo que he decaído

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Sharon y Rey dormían tranquilamente en su cuarto, era una noche muy fría, pero ambos se sentían cálidos al tener sus cuerpos presionados uno al lado del otro, esto era todo lo que Rey necesitaba para ser feliz, estar con la mujer que más amaba la cual era la única que provocaba que su corazón latiera hasta el cielo con tan solo tener su preciosa presencia. Él siempre había soñado con esto desde el segundo que la vio se enamoró de ella, estar los dos juntos, felices y enamorados, eso era todo lo que quería.

Y desde hace cinco meses ese sueño por fin se hizo realidad, él se armó de valor y le confeso a Sharon que la amaba, al principio tuvo miedo de que lo rechazara y lo decidiera, pero todos sus miedos desaparecieron cuando Sharon le confeso que ella también lo amaba. Estaban viviendo la mejor etapa de sus vidas, y solo querían disfrutar al máximo de su relación y del amor que crecía día con día.

Ellos seguían durmiendo hasta que Sharon comenzó a despertarse, ella abrió lentamente los ojos y al hacerlo miro a Rey, él aun dormía pacíficamente con una sonrisa en su rostro, la mujer de cabello rubio también sonrió mientras se acercaba aún más su rostro hasta quedar bien cerca del rostro de su amado para luego besarlo suavemente en la mejilla, al ver que Rey no se despertó volvió a darle otros besos sin tener resultado alguno. Entonces como con sus besos no lo podía despertar, ella le dio un pellizco ligeramente en el brazo que su amado tenía alrededor de su cintura.

- ¿Pero ¿qué? -gruño Rey despertarse de inmediato para ver a Sharon que lo estaba observando.

Él pensó que su reina había vuelto a tener otra pesadilla, últimamente Sharon había tenido muchas pesadillas relacionadas con su pasado, específicamente con el incendio de la mansión, ella se despertaba gritando el nombre de Lilly mientras lloraba desconsoladamente. Él hacia todo lo posible para tranquilizarla, para hacerla sentir bien, a veces se le complicaba un poco porque Sharon tenía varias heridas del pasado, pero no se detendría, haría todo lo que estaba a su alcanza para hacer a su reina feliz y que nunca más sufriera por nada más.

- ¡Rey! ¿estás bien? – inquirió Sharon acariciándole con cariño el pecho, haciendo que este saliera rápidamente de sus pensamientos.

-Sí, solo pensaba en la mujer más bella de todas –respondió el hombre de cabello negro sonriéndole rápidamente.

Sharon solo le sonrió, sin dejar de acariciarle el pecho.

- ¿Ahora me puedes explicar porque me pellizcaste en mi brazo?

-Quería despertarte.

- ¿Y no podías encontrar otra forma para despertarme? -pregunto Rey fingiendo estar molesto-. Una forma más tierna tal vez.

-Lo hice, te besé varias veces en la mejilla y no reaccionaste, tienes el sueño bastante pesado-contesto Sharon mientras se inclinaba hacia adelante para capturar sus labios en un suave beso.

-No tengo el sueño pesado, lo que pasa es que para despertarme los besos deben ser en mis labios –dijo él entre besos.

-Bueno ahora ya lo sé la para la próxima.

Rey solo se rio y volvió a darle otro beso a su amada.

- ¿Ahora vas a decirme porque me despertaste? La verdadera razón.

-Estoy un poco nerviosa por lo de hoy, es que nunca antes he ido, y tengo miedo de no ser capaz de poder hacerlo –confeso ella con tristeza-. Sé que le prometí Ámbar, pero no sé, esto es todo nuevo para mí.

-Te entiendo, pero no debes tener miedo porque yo estaré contigo en todo momento, también es nuevo para mí, ir al Jam & Roller es algo que nunca he hecho en mi vida, pero en esta nueva etapa en la que somos una familia quiero ir a ver a nuestra hija cantando, quiero ver a Ámbar patinar en las competencias, quiero pasar tiempo con ella –expreso Rey en lo que tomaba suavemente la mano que su amada tenia aun en su pecho-.Quiero que Ámbar vea que puedo ser esa figura paterna que ella siempre quiso tener, sé que en el pasado nuestra relación no era la mejor pero quiero arreglar eso, quiero que ella pueda confiar en mí y que con el tiempo pueda decirme...llamarme...

-Ella ya lo hace Rey, Ámbar confía en ti, tu eres su padre, siempre lo has sido, fuiste la figura paterna que le di ha Ámbar y no pude haber elegido alguien mejor, eres un gran hombre que siempre la ha cuidado y le ha puesto los límites que ella necesitaba para crecer-dijo Sharon con una sonrisa al recordar una reciente charla con su hija-. Además, ella ya me ha estado diciendo que quiere empezar a decirte papá.

- ¿Enserio?

-Sí, me lo ha dicho, pero ella no se ha animado a decírtelo porque no quiere incomodarte al llamarte así – conto la mujer de cabello rubio con una sonrisa, sintió su corazón acelerado al recordar cuando Ámbar se lo digo.

- ¡Nunca me incomodaría Sharon! Hablare con Ámbar sobre esto, quiero que ella me diga papá, y yo quiero decirle hija, nuestra hija –estableció él con una preciosa sonrisa.

Sharon sonrió inmensamente al oír eso, estaba contenta de la hermosa familia que hacían los tres, no odia dejar de pensar en todos los momentos construirían juntos.

- ¡Te amo Rey! Eres todo lo que he decaído para mi vida, un hombre bueno, tierno, amoroso e increíble como tú.

- ¡Yo también te amo Sharon! Eres la única mujer que yo más amo, y te prometo que te hare muy feliz en cada momento, y las cuidare ambas con mi vida porque son lo más valioso e importante que tengo en mi vida.

- ¡Gracias por hacerme feliz! Y por existir en la vida de Ámbar y la mía- respondió la mujer de ojos verdes abrazando a su amado con fuerza.

Cuando se separaron, Rey atrapo nuevamente la boca de Sharon con la suya en un apasionado beso, después del beso los dos volvieron a acostarse abrazados, sonrientes e inmensamente felices de tener uno al otro.

One-Shots ShareyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora