One-Shots Sharey

Un beso para tranquilizarte

Ya pasaron dos semanas desde que Sharon descubrió que Luna es su sobrina, y para Rey ha sido muy difícil de tranquilizarla y decirle muchas veces que todo estará bien.

Por la noche. Rey estaba en su habitación, necesitaba un descanso después de otro día bastante largo y agotador. Desde que descubrieron que Luna era Sol Benson su trabajo era más cansador, él no solo tenía que cumplir con sus deberes en la mansión, sino que también tenía que estar atento a todos los movimiento de la Sra. Sharon, estar alerta de que Alfredo no esté hablando con el personal sobre el pasado especialmente del incendio, y sin contar que siempre están Tino y Cato que no pueden estar un día sin causar problemas.

Él se acostó en la cama, pero no podía pensar en otra cosa que no sea en Sharon, le hacía muy mal verla así en ese estado, y no saber qué hacer para ayudarla. Serró por unos minutos sus ojos para poder dormir un poco, pero enseguida los abrió por que escucho la voz de la Sra. Sharon llamándolo.

¡Rey!

 Se levantó apenas escucho la voz de ella, que bueno que no se había cambiado para ir dormir. Salió de la cama y se fue al salón donde encontró a Sharon recostada en el sofá.

¡Rey!

- Si, dígame Miss Benson- dijo él acercándose a donde ella estaba.

- ¿Dónde estabas? –le pregunto ella con enojo.

- En mi habitación Miss Benson- respondió Rey sorprendido de que ella le hiciera esa pregunta.

- ¡No te dije que controlaras los movimiento de los Valentes! – dijo Sharon levantándose del sofá mirándolo con rabia.

-¡Sí! Pero ya es tarde Miss Benson, todos están durmiendo – le contesto él mirándola.- Usted también debería ir a descansar. – termino de decir con seriedad.

-¡No puedo dormir Rey! No entendes que puedo perder todo – respondió Sharon caminando nerviosamente de un lado a otro.

-Lo entiendo, pero tiene que tranquilizarse un poco, le hará mal seguir así - dijo Rey con preocupación.

- A mí nadie me da órdenes, y mucho menos un empleado – respondió ella deteniéndose en frente de él.

-Lo sé, solo me preocupaba por su salud- dijo él aparentando que las palabras de Sharon no le hacía sentir mal.

- ¡Nadie te pidió que lo hagas! – grito Sharon mientras lo miraba con desprecio.

Al escuchar eso y ver como ella lo mira así de esa forma, él solo agacho la cabeza mientras pensaba algo con tristeza. "Lo hago porque me importas".

-Tenemos que estar alerta de todos sus movimientos, no podemos dejar que Luna sepa la verdad- dijo Sharon volviendo a caminar descontroladamente de un lado a otro.

-No se preocupe eso jamás pasara – Rey le dijo tratando de tranquilizarla.- ¡Solo tiene que calmarse!

-¡Deja de pedirme que me calme Rey! No comprendes nada de lo que está pasando, voy a perder toda mi fortuna ¡Todo Rey! – Grito ella muy fuerte.

-¡Cállese Miss Benson!

- ¡No!

-¡Por favor, la van a oír!– dijo él pidiendo que bajara el volumen.

-Ningún por favor- ella se pone a gritar aún más fuerte.

Rey estaba nervioso de que los gritos de la Sra. Sharon, despertara a todos en la mansión, y aun peor de que alguien se enteraran de la verdad.

Mientras tanto Sharon no dejaba de gritar que Luna era Sol, que ella se quedaría con su fortuna, que perdería todo, hasta que de repente Rey la abrazo.

-¡Basta!

- ¡Déjame en paz!

-¡No!

- ¡Suéltame!

- Sharon escúchame, nunca dejare que Luna descubra su pasado si, su padre jamás sabrá que Luna es su nieta, ¡Te prometo que are todo lo posible para que eso nunca pase! Y si alguna vez se descubre la verdad, te juro que no te dejare sola.- dijo Rey mirándola a la cara.- ¡Siempre estaré a tu lado! Tú no te puedes ni imaginar todas las cosas que haría solo por verte feliz.- Termino de decir él con una sonrisa.

Sharon abrió grandes sus ojos de sorpresa por las palabras de él, sin saber que decir. Él aparto un poco los cabellos de ella de su cara, acariciando suavemente su rostro. Ella cerró los ojos al sentir sus cálidas manos rozando su cara.

-Rey... yo...

Temiendo que ella volviera a enloquecer y que empezará a gritar de nuevo, Rey la beso para callarla. Sharon no se negó y le devolvió el beso, él podía sentir como ella se calmaba con el beso, así que Rey se dejó llevar abrazándola y besándola.

Si esto hacia que ella se tranquilizara él no iba a negarse, después de todo él también lo estaba disfrutando.