Eran aproximadamente las nueve menos diez de la noche Rey se encontraba en el departamento de Sharon, ellos estaban planeando como seria su siguiente paso en la vengarse que estaban llevando a cabo en contra de los Valentes por medio de los cuadros que iban a falsificar para mandarlos a prisión, ambos se encontraban sentados en el sofá que la mujer de cabello rubio tenía en la sala. Mientras planeaba como a harían para sacar los cuadros de la mansión sin ser visto por nadie Rey de vez en cuando la miraba mientras que a la vez podía sentía como su cara le quemaba por lo tan cerca que los dos estaban, aparte de eso él podía sentir como su corazón latía mucho y lo único que quería hacer en ese momento Rey era concentrarse en lo que Sharon le estaba hablando pero su cabeza lo hizo ponerse a pensar en otra cosa.
Él no podía olvidar tan fácilmente de todo lo que ocurrió entre ellos dos en el pasado especialmente de la última vez que estuvieron juntos que fue cuando Sharon lo había despedido de la mansión al descubrir que él era el chantajista que mandaba los anónimos chantajeándola con contar la verdad de que Ámbar no era Sol Benson, había quedado muy enojado con ella por haber echado a la calle después de tantos años de estar a su lado, también había quedado destruido cuando esta lo rechazo luego de que él le confesara sus sentimientos y aunque se había jurado así mismo no volver a caer en el amor que sentía por ella no lo puedo cumplir. Sus sentimientos por la mujer que tenía a su lado no se habían ido para nada y ahora desde que volvieron a encontrarse parecía que sus sentimientos hubieran crecido aún más, el nuevo trato que había entre los dos hacia que eso pasara ya que ahora no eran jefa ni empleado, pero aunque Sharon había cambiado él tenía sus sospechas de que solo lo estuviera utilizando para cumplir con su objetivo de cumplir con su objetivo de vengarse y que luego de hacerlo solo lo desechara de su lado otra vez.
Este punto de vista lo hacía dudar en varias ocasiones haciéndolo sentir muy triste de que ella jamás sintiera algo por él y que solo jugara con sus sentimientos, mientras Rey estaba sumergido en esos pensamientos Sharon terminaba de mirar los papeles originales de los cuadros que iban a falsificar cuando acabo de hacerlo miro a su ex asistente personal que en ese momento estaba callado pensando, ella lo mira determinadamente pensando en él, tenía que admitir que sintió su ausencia en el tiempo en el que estuvieron separados, tenerlo a su lado la hacía sentirse bien, cómoda y segura como siempre la hizo sentir, también tenía que reconocer que desde que se encontraron otra vez ella no podía dejar de pensar en él. Sharon estaba empezando a sentir cosas por el hombre de cabello negro que en el pasado fue su empleado fiel que antes no sentía, su corazón se aceleraba con tan solo estar juntos y tan cerca como lo estaban ahora mismo, en ese momento Rey levanto la mirada y se encontró con que Sharon lo estaba mirando, los dos se miraron fijamente sin decir ni una palabra estuvieron así por unos segundos perdidos uno en la mirada del otro.
Rey sentía su corazón arder por la mirada que Sharon le estaba dando, una mirada que reflejaba sentimientos una que nunca había visto de ella hacia él, estaba seguro que pase lo que pase y que haga lo que haga Sharon siempre seria la dueña de su corazón y que su amor por ella era único y que jamás podrías dejar de amarla, por su parte Sharon también estaba perdida en su mirada, en sus ojos que no ocultaban para nada lo que sentía por ella, y eso hacía que se pusiera colorada y que su corazón saltara de la emoción como si quisiera salir de su pecho, ya no podía ocultar que no le pasaba nada con él ahora o que jamás le había ocurrido eso en el pasado siendo que si le pasaba a cada rato que los dos estaban juntos pero ella jamás se permitió que ese sentimiento avanzara entre ellos por temor a sufrir como sufrió con Bernie. Cuando ella se enteró de que él era quien estaba detrás de los anónimos la lastimo mucho porque Rey era su hombre de confianza, su mano derecha pero luego con el tiempo comprendió los motivos que llevaron a que su ex asistente la traicionara así, ella lo maltrataba mucho y jamás le demostraba un poco de agradecimiento por todo lo que hacía al contrario solo lo regañaba y lo despreciaba por ser solo un empleado, le dolió mucho haberlo despedido y decirle todo lo que le digo, estaba segada por el enojo y se olvidó por completo de sus sentimiento hacia él, ahora todo era diferente entre ellos dos y sentía que los sentimientos que había estado escondido desde hace mucho tiempo querían comenzar a salir.
-¿Qué paso?-le pregunto Rey de repente mientras salía de su trance mirándola aun con la cara toda sonrojada.
-Nada, solo pensaba que ya tenemos todos los papeles para seguir con el siguiente paso de la venganza-respondió Sharon con una sonrisa mirándolo mientras trataba de controlar el impulso de poner su mano sobre la de él.
-Sí, claro que si-expreso él sonriendo mientras se rascaba un poco la cabeza de lo nervioso que estaba.
Sharon solo asintió con la cabeza para luego bajar la mirada nuevamente a las hojas que tenía en sus manos.
-Bueno creo que será mejor que me valla-dijo el hombre de cabello negro queriendo levantase del sofá pero no pudo porque de repente Sharon le tomo la mano con fuerza.
-¡No espera! No es necesario que te vayas ya Rey, puedes quedarte un poco más-insistió ella mirándolo fijamente.-¡Puedes quedarte a cenar! ¿Claro si es que tú quieres?
-Si quiero quedarme pero ya he estado muchas horas aquí y no quiero molestarte con...-Rey estaba por seguir cuando Sharon lo interrumpió.
-¡No me molestas!
Rey la miro sorprendido por la desesperación con la que ella lo digo.
-No me molesta que estés aquí conmigo, a decir verdad me gusta mucho cuando tu vienes y pasamos un rato juntos-confeso la mujer de cabello rubio toda sonrojada mientras bajaba la mirada nuevamente aun sosteniendo la mano de Rey con la suya.
-¿Solo es eso?
Sharon al oír eso volvió a levanta la mirada hacia su ex asistente, no le digo nada solo se quedó observándolo.
-Eso de que disfrutas de mi compañía, significa algo Sharon, ¿Qué tal vez me estás viendo como algo más que un socio?-inquirió Rey mientras se acercaba más hasta quedar bien enfrente de ella.
Sharon no le respondió porque quedo congelada por lo tan cerca que el hombre de cabello negro se encontraba de ella.
-¡Sharon respóndemelo por favor!-le rogo Rey tomándola de ambas manos.-¡Quiero saberlo!-Termino de decir él mirándola con desesperación, su corazón necesitaba escuchar su respuesta.
Ella se quedó perdida en su mirada mientras su cabeza no dejaba de pensar en sus sentimientos por él, sentía que su corazón estaba a punto de explotar Sharon no le contesto solo acerco su cara a la suya hasta que sus narices se tocaron, ambos dieron un pequeño suspiro cuando sus respiraciones se mesclaron y entonces sin decir ni pensar más los dos se inclinaron y presionaron sus labios.
Sharon gimió suavemente mientras un temblor placentero le recorrió todo el cuerpo producto de la agradable sensación que sentía al estar besándose con su ex asistente personal, Rey también estaba perdido en el beso y solo quería hacer que ella sintiera todo lo que sentía por ella, el beso había empezado suave y tranquilo hasta que sus lenguas se encontraron y todo se volvió apasionado. Ahora si lo dos estaban más perdidos que antes, haciendo que se murieran más de pasión, placer y de amor, Rey soltó la mano derecha de Sharon para llévala a la mejilla de ella.
Los dedos de él se movieron suavemente por el rostro de su ex jefa sin dejar de besarla, los dos se besaron un poco más hasta que por falta de aire tuvieron que separarse, Sharon y Rey quedaron completamente agitados con sus rostros totalmente sonrojados.
-¿Eso...significa?-pregunto el hombre de cabello negro entre cortado mientras abría lentamente sus ojos para verla.
-¡Significa que si! Que si me gustas de la otra forma Rey me gusta mucho-contesto Sharon con los ojos ya abiertos, acariciando la cara de él con carriño.
-¡Yo también Sharon! Tú también me gustas, me sigues gustando como el primer día que nos conocimos-dijo Rey sonriendo inmensamente de felicidad.
Ella también le sonrió, se sentía feliz de por fin haber demostrado lo que sentía por él, después de eso Rey y Sharon se quedaron abrazados, ahora que sabía que su amor era correspondido no quería apartarse de ella por ni un segundo, daba gracias de que hoy era su día libre y de que podía quedarse con ella hasta la hora que él quisiera.
-¡Rey!-susurro ella entre sus brazos.
-¿Qué pasa?-pregunto él mirándola mientras le acariciaba la espalda.
-¡Te amo!-respondió Sharon toda sonrojada.
-¡Yo también te amo Sharon!-expreso Rey con una enorme sonrisa en su rostro.
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One-Shots Sharey
FanficDiferentes historias sobre nuestra pareja favorita de adultos más shipiada de soy Luna