Tierno regalo

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Era una linda mañana de primavera Sharon regresaba a la mansión junto con Ámbar de haber salido con ella a una exposición de flores, luego de la exposición como era todavía temprano las dos se fueron de compras al shompi y después volvieron a la mansión, cuando llegaron Sharon subió a su habitación a guardar la ropa que compro y a descansar un poco porque se sentía algo cansada, al entrar a su cuarto la mujer de cabello rubio se sorprendió por lo que encontró. Ella encontró en su mesita de luz un hermoso ramo de margaritas, Sharon camino hacia su cama dejando las bolsas de lo que compro ahí para después ir a ver las flores, las tomo en sus manos y las olio una sonrisa apareció en su rostro por la preciosa fragancia que tenían las margaritas que no estaban solas con ellas había una tarjeta de color rosada doblada, Sharon abrió la tarjeta y la leyó mientras lo hacia la sonrisa de su rostro se iba haciendo cada vez más grande por lo que decía el escrito que además al final tenía el nombre de quien le había hecho tan bello regalo.

Mientras Sharon seguía leyendo lo que decía la tarjeta Rey apareció en su puerta con una sonrisa, la mujer de cabello rubio no se dio cuenta de que él estaba en el marco de la puerta mirándola perdidamente , Rey no dejaba de sonreí al ver que ella estaba leyendo lo que él le escribió con amor, lentamente el hombre de cabello negro comenzó acercarse lentamente a su amada para abrazarla por la cintura pero cuando estaba a muy poquito de hacerlo Sharon se dio la vuelta ya sabiendo de su presencia y lo abrazo con fuerza.

-¿Pensé que no te habías dado cuenta de mi presencia mi amor?-le pregunto Rey mientras la abrazaba también.

-Bueno pensaste mal, yo me doy cuenta de inmediato cuando vos estas cerca de mí, mi vida-respondió Sharon separándose un poco de su amado para mirarlo.

-¡Así! ¿Y cómo es eso?-indago él con humor mirándola fijamente.-¿Tienes algún poder?

-No, no tengo ni un poder y tampoco lo necesito, lo único que necesito mi corazón que late como loco cuando tu estas cerca mío-replico ella con una linda sonrisa.-Y también puedo saberlo por el aroma fuerte de tu linda colonia.-Termino de decir la mujer de cabello rubio mirándolo fijamente.

Rey se rio por el ultimo comentario que su reina dijo, la abrazo con más fuerza acercándola mas cerca de él mirándola enamoradamente, Sharon también lo abrazo más cerca de ella y al igual que su amado ella también lo miraba de la misma forma que Rey la miraba. Hacia tan solo una semana desde que ambos era oficialmente novios, y lo único que sentía era felicidad por estar el uno con el otro, Rey le estaba por decir a su novia lo hermosa que se veía con esa blusa de color rojo pero no le pudo decir nada por que Sharon se inclinó rápidamente y lo beso suavemente en los labios que rápidamente fue correspondido por él.

-¿Te gusto mi regalo?-le pregunto Rey entre beso a la dueño absoluta de su corazón.

-¡Mucho, gracias por hacérmelo! Me morí de amor por lo que me escribiste en la tarjeta carriño-respondió Sharon depositando beso muy suaves en los labios de su novio.-¡Te amo Rey!-Termino de decir la mujer entre besos.

-¡Yo también te amo! Te amo más que cualquier cosa en el mundo.

Ella sonrió y lo abrazo con fuerza estaba muy feliz de que Rey sea su novio, él es un hombre inteligente, gracioso, perfecto y súper romántico que con solo decirle palabras lindas y gesto tiernos hacían que el corazón de ella explotara de amor.

-Tengo planeado algo muy especial para los dos esta noche-comento el hombre de cabello negro mirando a su amada con una linda.

-¿Qué planeaste?-pregunto ella con curiosidad sin dejar de abrazarlo.

-Una cena muy romántica en uno de los restaurantes más elegantes de la cuidad, en el cual toca una increíble horqueta mientras cenamos-contesto Rey mientras le daba un pequeño beso en la cabeza.

Sharon al escuchar lo que su novio había organizado para ellos dos esta noche, levanto su un poco su cabeza y le dio un suave beso en la mejilla para luego mirarlo con una inmensa sonrisa.

-¡Me encanto lo que planeaste cariño!-dijo Sharon con amor.

-¡Me alegra saberlo mi cielo!-contesto Rey acariciándole el rostro de ella con cariño.

Ambos volvieron a mirarse y sonriese una vez más para luego volverse a besarse, esta vez con más pasión demostrándose que se amaban mucho el uno al otro.

One-Shots ShareyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora