One-Shots Sharey

Lo siento por jugar con tus sentimientos

Domingo por la mañana Sharon se encontraba sola en la sala tomando su té, mientras lo hacia su mente no dejaba de recordar todo lo que sucedió anoche con Rey luego de que vinieran de la fiesta que organizara su amigo el diputado Herazmo, ellos había tenido una fuerte discusión luego de que Rey le reprochara a ella que solo había actuado sentir algo por él para así Herazmo no la molestara en toda la noche queriendo conquistarla para que sea su novia como siempre intentaba hacerlo, Sharon dejo de tomar su té e intento no llorar al pensar en eso aunque le era muy difícil no hacerlo, se sentía mal por haberle echo eso a Rey. En eso su padre entraba a la sala con una sonrisa que rápidamente se borro al verla triste, él pensó que tal vez algo había ocurrido anoche en la fiesta porque ella no estaba así.

- ¡Shari! ¿Está todo en orden? -le pregunto su padre con precaución.

-Si papá, todo está en orden-respondió ella con una fugas sonrisa.

- ¿Segura? -indago él sabiendo que le estaba mintiendo por como ella estaba.

- ¡Te dije que sí! -grito la mujer de cabello rubio con molestia.

-Bueno tranquila hija, es que te veo muy triste y me preocupe-dijo el hombre de edad sentándose a su lado izquierdo del sofá. -Si te está pasando algo quiero que confíes en mí, y me lo cuentes, no quiero que te lo guardes para ti como siempre lo haces. -Termino de decir su padre mirándola fijamente.

Ella solo bajo la mirada al piso mientras aun sostenía en su mano la taza de té.

- ¡Sharon por favor! Quiero ayudarte, pero si no me dices que te pasa yo no te puedo ayudar-suplico Alfredo colocando su mano el hombro de su hija.

Sharon quedo callada por unos segundos hasta que por fin hablo.

-Estoy así por Rey-susurro ella en voz baja aun mirando el piso.

- ¿Por Rey? ¿Qué pasa con él?

La mujer de cabello rubio volvió nuevamente a quedar en silencio, esto hizo que su padre se alertara más.

- ¿Él te hizo algo? -indago su padre con seriedad.

-Él a mi no, pero yo si a él-contesto Sharon con dolor mientras levantaba su rostro para mirarlo.

- ¿Qué? -pregunto él sorprendido.

-Lo que pasa es que ayer en la fiesta de Herazmo fingí que me gustaba Rey, toda la noche coquetee con él y hasta nos besamos, pero luego cuando regresamos a la mansión Rey intento besarme otra vez y yo abofetee, le grite que todo lo que paso en la fiesta fue actuado y que no sentía nada por él-conto ella conteniendo con todas sus fuerza no llorar delante de su padre.-Y ahora Rey esta enojado conmigo por jugar con sus sentimientos, y creo jamás en la vida me lo va a perdonar.

-Pero Sharon, ¿Por qué le hiciste eso a Rey? -inquirió Alfredo con molestia por lo que su hija hizo. - ¿Por qué lo usaste de esa manera?

-Solo quería que Herazmo no me molestara, pero yo nunca quise lastimar a Rey.

-Pero lo hiciste, él está muy enamorado de vos, y tu solo jugaste con sus sentimientos-le reprocho su padre muy enojado todavía, no podía creer que ella era capaz de hacerle eso a Rey. -Yo estoy totalmente de acuerdo con el enojo que él debe de tener contigo.

-Yo también estoy de acuerdo con eso papá, me merezco que Rey me odie, me merezco sufrir por lo que estoy sintiendo en este momento-dijo ella entre cerrando los ojos, sintiendo como su corazón le pesaba.

- ¿Y qué es lo que estas sintiendo ahora?

- ¡Que me gusta papá! Me gusta Rey, la noche de ayer fue perfecta y el beso que nos dimos no solo lo disfrute, sino que lo ame, sentí que después de muchos años le gustaba a alguien-confeso Sharon con una sonrisa al pensar en eso.