Estoy aquí

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Era otro año más, otro aniversario de ese acontecimiento fatal que aún seguía presente en ella como si hubiera ocurrido tan solo ayer, era una fría noche de agosto y en la mansión Benson se podía sentir la tristeza en el aire, Sharon se encontraba en la sala sentada en el sofá mirando la foto de Lilly, Bernie y Sol juntos sonrientes, una lagrima se escapo del rostro de la mujer de cabello rubio sin quita la vista de la foto. Este día era el peor para ella, era el día en que no quería pensar en el ahora y solo pensar en el pasado, pensar en su hermana menor, en el hombre que alguna vez amo y en su sobrina, recordar el último momento que estuvo con ellos en la mansión, era para el cumpleaños de Lilly una fiesta increíble que jamás olvidaría en su vida y que nunca pensó que este sería el último cumpleaños que compartiría con ellos.

De solo acordarse de ese día hacia que ella se destruyera, las dos había tenido muchas discusiones y peleas por varios motivos pero el mas especifico era por Bernie, ambas estuvieron enamoradas de él y cuando el hombre de cabello negro eligió a su hermana menor en vez de a ella eso la molesto e hizo que por años se odiaran, pero al final ambas entendieron que odiarse entre ellas no llevaban a nada por lo que decidieron dejar todo atrás y volver a ser las hermanas unidas y felices que una vez fueron, y justo cuando todo estaba bien que volvían a hacer una familia paso lo del incendio, ahora el rostro de Sharon estaba inundando de lágrimas, en eso Rey bajaba las escaleras muy lentamente sin quitar su vista de su amada que estaba en la sala, él sabia muy bien que generaba este día para ella y le daba mucha rabia de no poder aliviar ese dolor en ella. Termino de bajar las escaleras y camino hasta la sala donde se sentó al lado de su reina, apenas vio las lagrimas en su rostro Rey la abrazo haciendo que Sharon recostara su cabeza en su pecho mientras aun miraba la foto que sostenía en su mano derecha, los dos se quedaron en silencio Rey acariciaba suavemente su espalda y su cabello tratando de poder calmar un poco ese dolor que estaba sintiendo, estuvieron así por varios segundos hasta que Sharon se aparto de su amado para colocar la foto en la pequeña caja de madera en donde tenia todos los recuerdos de ellos y del incendio.

- ¿Quieres que hablemos sobre cómo te sientes? -le pregunto Rey mientras volvía abrazarla.

-No ahora, no quiero aburrirte con mis penas y dolores del pasado-respondió Sharon con la mirada baja.

-No lo haces, yo quiero escucharte, para mi todo lo que te pasa o sientes es importante para mí-dijo el hombre de cabello negro en lo que tomaba con delicadeza la mano de ella, Sharon levanto la vista y lo miró fijamente. -Nunca me cansare de escuchar todo lo que me cuentas del pasado, lo que me cuentas de Lilly, de Bernie y de tu sobrina sol, ellos eran tu familia y yo se que la herida por perderlos es muy grande y que nunca se serrara en ti tan fácilmente, por eso quiero que sepas que aquí estoy para cuando me necesitas, cuando quieres desazogarte o contar lo que te afecta aquí estoy, yo te amo y lo ultimo que quiero en esta vida es que mi reina sufra.-Termino de decir Rey con amor mientras entrelazaba sus dedos con los de ella.

Sharon no pudo evitar el sonrojo que apareció en su rostro, si que su amado sabía que decir para hacerla sentir mejor.

-Prometo que hablaremos de esto, pero mañana, ahora ya es tarde-comento ella aferrándose aun mas al cuerpo del dueño de su felicidad y amor. - ¡Gracias Rey! Gracias por ser quien hace que mi corazón muera de amor cada día que pasa.

- ¡Para servirte mi vida! ¿Vamos a dormir?

- ¡Por supuesto!

Rey se levantó con cuidado del sofá para luego inclinar su mano para ayudar a Sharon a ponerse de pie, ella sonrió ante el tierno y caballeroso gesto de su novio, al hacerlo ambos quedaron cara a cara mirándose el uno al otro, con sus respiraciones sincronizadas y sus corazones latiendo como locos, Rey envolvió sus brazos alrededor de la cintura de la única mujer que podía amar en este mundo acercándola mas cerca de él para luego besarla. El beso era suave y cálido, ambos querían demostrarse el amor incondicional que sentía, se besaron hasta quedar sin aire, cuando se separaron una hermosa sonrisa adornaba sus rostros.

- ¡Rey!

- ¿Sí?

- ¡Yo también te amo! Eres el único hombre que logro aliviar mis dolores, con tu amor haces que la oscuridad que me asechaba desaparezca de inmediato de mi y que solo conozca lo que es la felicidad-conto Sharon sin dejar de mirarlo fijamente. -Estar contigo es todo lo que necesito para ser feliz. -Termino de decir la mujer de cabello rubio con una lagrima de emoción en su rostro.

Rey sonrió aun mas al oír eso, estiro su brazo y con cariño paso su mano limpiando la lagrima que caía del rostro de su reina y después sin quitarle sus manos del rostro de Sharon volvió a inclinarse para besarla nuevamente, este beso solo duro unos segundos porque ya era muy tarde y ambos están ya cansados, Sharon termino de guardar los otros papeles en la caja para luego ir a guardarla a la caja fuerte y para luego finalmente irse abrazada con Rey a su habitación la cual ya venían compartiéndola desde ya hace un año.

One-Shots ShareyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora