Segura en tus brazos

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Rey estaba en su cuarto leyendo las ultimas carpetas con la información de los viejos propietarios de la mansión de Cancún, lamentablemente ni una de estas familias tenían hijas que concordaran con la edad que tendría que tener Sol Benson, él dio un largo suspiro de fastidio mientras arrojaba la carpeta a la pila con las otras, no sabía por dónde seguir buscando a Sol, pero no se podía rendir ahora sea como sea tenia que encontrarla por Sharon, al pensar en ella se le rompió el corazón al acordarse de la discusión que escucho que tuvo Sharon con su padre por el pasado, cuando vio que ella comenzó a llorar le dieron muchas ganas de entrar corriendo a la sala y abrazarla para calmar ese dolor que estaba sintiendo en ese momento. Podía ser que Sharon tenía un carácter difícil, que siempre lo despreciaba, y lo humillaba en cada momento que podía, pero él no podía verla así, no podía verla sufrir, aunque ella lo tratara como basura y digiera que no servía para nada, él no podía ver a la mujer que amaba estar así, se levanto de la cama y salió de su cuarto para ir a la cocina por un poco de agua.

En lo que caminaba por el pasillo, paso por la habitación de Sharon que al escuchar que ella se estaba quejando decidido entrar a verla, la puerta de su habitación se encontraba entre abierta por lo que él se asomo para ver si ella estaba despierta, al hacerlo la encontró dormida, pero dando vueltas en su cama mientras luchaba contras las sabanas, era evidente que estaba teniendo una pesadilla, Rey entro silenciosamente para luego acercarse al borde de la cama y le puso una mano en el hombro de su jefa con suavidad.

- ¡Miss Benson! Despierte, esta teniendo una pesadilla-dijo Rey en voz baja mientras le seguía sacudiendo el hombro.

La habitación se encontraba iluminada por la luz del velador que había en una de las dos mesitas de noche que la mujer de cabello rubio tenia a ambos lados de su cama, su asistente volvió a llamarla, y cuando ella comenzó a moverse, él se siento en el borde de la cama Sharon abrió sus ojos mientras se levantaba de golpe mirando para todos lados aun aturdida por la pesadilla que había tenido.

- ¡Tranquilo Miss Benson! Esta bien, esta en su cuarto-susurro el hombre de cabello negro tratando de calmar a su jefa.

Ella al darse cuenta que estaba despierta, y que estaba en su cuarta se calmó, por otro lado, se sorprendió de que Rey estuviera en su habitación a estas horas de las noches.

- ¡Rey! ¿Qué haces aquí? -pregunto Sharon con una voz ronca y agitada.

-Sali de mi cuarto para ir a la cocina a tomar un poco de agua, y cuando pase por su pueta la escuche quejarse y me preocupe mucho por usted, entre y la encontré dando vuelta en la cama muy nerviosa-conto él sacando su mano del hombro de ella. -Perdóneme si la desperté. -Termino de disculparse su asistente bajando brevemente la mirada al piso.

-No Rey, no te disculpes por eso, al contrario, gracias por preocuparte por mí, sé que nunca lo hago pero te agradezco que siempre estés cuidando de mi-dijo la mujer de cabello rubio con una pequeña sonrisa. -Eres al único que le importo de verdad en esta casa.

- ¿Lo de importar? ¿Lo esta diciendo por su padre?

Sharon no respondió, solo asintió con la cabeza, borrando la sonrisa de su rostro mientras miraba para otro lado.

- ¡Miss Benson!

-Estaba teniendo una pesadilla muy fea, cosas de mi pasado que quisiera que mi cabeza borrara para siempre-respondió ella comenzando a derramar lágrimas. -Pero no lo puedo hacer, y eso me duele mucho. -Termino de decir Sharon mientras bajaba la mirada, todavía derramando lágrimas.

Rey se le quedo mirándola con tristeza no pudiendo soportar verla así, movió sus manos rápidamente para poder tomar gentilmente la mejilla Sharon haciendo que esta levantara la vista hacia él, y lo mira a los ojos, Rey le dio una suave sonrisa.

- ¡Aquí estoy Miss Benson! No pienso jamás dejarla sola, jamás me alegare de su lado en ni un momento, usted no está solo nunca más-expreso Rey mirándola con carriño mientras limpiaba las lágrimas de su rostro.

-Lo sé, sé que ya no estoy sola-afirmo la mujer de ojos verdes volviendo a sonreír. - ¡Gracias Rey!

Él sonrió aún más al escuchar eso, Sharon podía demostrar ser una persona fría y distante, pero eso solo lo usaba como un disfraz para ocultar a la Sharon de verdad, esa Sharon buena, esa Sharon alegre, esa que siente todo, aunque demuestre lo contrario, pero aun más esa Sharon que le teme a la soledad algo que vivió de pequeña con su padre, y que jamás lo pudo superar.

- ¡De nada Miss Benson! -contesto él sacando sus manos de su mejilla. -Sera mejor que me valla, así usted puede volver a dormir.

Rey estaba a punto del levantarse de la cama, cuando Sharon le tomo la mano con fuerza.

-No, quédate Rey-le pidió Sharon sin soltar su mano. -No quiero estar sola esta noche, ¿Puedes quedarte conmigo por favor?

El corazón de Rey dio un vuelco enorme por lo que le estaba pidiendo, era raro escuchar a Sharon pedir eso porque ella es una mujer que nunca te dejaba ver lo mal que se sentía emocionalmente, siempre era mujer fría y sin corazón que no le importaba nada más que ella, bueno ese era el disfraz que siempre usaba ante los demás, pero ahora estaba siendo ella misma, una mujer que siente muchas cosas pero que prefieres callarlas para no sufrir.

-Claro que me quedare Miss Benson-contesta Rey volviendo sentarse en la cama, se inclino a desatarse los codones de sus zapatos para luego acostarse al lado de Sharon.

Apenas él se acostó la mujer de cabello rubio se deslizo en sus brazos, Rey se sorprendió, pero también la abrazo suavemente, los dos se quedaron en silencio abrazados, Rey bajo la vista por unos segundos no pudiendo creer que de verdad él estaba abrazado con Sharon en su cama, su corazón latía con fuerza en su pecho.

- ¡Rey!

-Hum

- ¡Gracias! Me siento muy segura en tus brazos-dijo Sharon con los ojos cerrados, y una linda sonrisa en su rostro.

Rey no respondió solo sonrió, mientras acerco sus labios a la frente de Sharon la cual coloco un tierno beso en la frente de la misma.

- ¡Ya le dije que no es nada Miss Benson! Me alegra saber que se siente segura conmigo, ahora duerma un poco necesita descansar -respondió el hombre de cabello negro cerrando sus ojos. -Y no se preocupe si vuelve a tener otra pesadilla porque estoy aquí para protegerla. -Termino de decir Rey sonriente mientras la abrazaba con más fuerza.

Luego de eso Sharon y Rey se quedaron completamente dormidos, Sharon ya no soñó coas feas esa noche porque tenia a su lado a su guardián que la protegía y la cuidaba de todas las cosas malas no solo en la vida real sino también en sus sueños.

One-Shots ShareyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora