CAPITULO 5

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Severus estaba de buen humor en su oficina envolviendo cuidadosamente los regalos para los mellizos, eran las dos de las mañanas cuando inexplicablemente dos siluetas cayeron sobre su escritorio aplastando ambos regalos hasta finalmente caer al suelo en un ruido seco.

—¡Joder! ¡Maldita sea!

Todo su buen humor se fue al carajo, saco su varita y se acercó con cautela a ambos desconocidos que estaban tirados en suelo en una posición extraña, arrugo la naríz al olor asqueroso que emanaba de ellos y lo que captó su atención fue el giratiempo totalmente destruido a un la lado de ellos.

—¡Maldicion!— Severus sintió que envejeció de nuevo teniendo un mal presentimiento con ellos, miro hacia el techo y alzo ambos brazos. —¡Por Salazar! ¡Dejame disfrutar mis vacaciones maldita sea!

Quiso patalear como un niño sintiéndose frustrado y miro tanto a los regalos aplastados para luego mirar a los dos extraños andrajosos desmayados al parecer, se inclino hasta ellos para descubrir sus rostros y frunció el ceño al verlo a ambos, dos varones de unos veinti tantos años, embarrados de lodos... Que asco.

¡La alfombra Severus! ¡La alfombra!

Sus manos cubrieron su rostro ahogando su grito y decidió en llamar a Minerva para que lo ayudara, era una suerte que se mujer estuviera despierta aún y para su desgracia vino con su pijama ridícula.

—¡Porque no los limpiaste Severus!— la jefa de Gryffindor lo regaño.

—Lo iba hacer pero llegaste antes de que llegaras— no se acordó en realidad. —Deja de ser amargada y ayudame con el de la derecha.

La bruja le lanzo una mirada mortal y elevó al muchacho provocando que el lodo siguiera goteando por toda la alfombra, el azabache gruño molesto y agito la varita limpiando el lodo pero no el olor, miro al muchacho detenidamente e inclinó ligeramente la cabeza al ver aquella nariz...

No es posible. Ese lunar lo conozco y esa nariz me suena.

—¡Por las barbas de Merlin!— Severus se volvió hacia la bruja mayor y se acerco a ella.

Puta madre.

—¿Que hace James Potter aqui?— pregunto observándolo con incredulidad. —No, no es Potter o bueno el intento de Potter.

Ambos adultos se sentaron en el sillón mirando expectantes a los viajeros esperando a que se levanten y les diera una explicación, paso una hora exactamente en la Severus se olvidó de la existencia de ellos y se volvió a su escritorio y sacar su plan "B".

Definitivamente debe darle regalos a esos dos.

Minnie también se olvidó de ellos y se centro en un libro que encontró debajo de sillón, se ruborizó cuando leyo el título.

La princesa y el mago: libro 2.

Ellos estaban tan concentrados en sus cosas que soltaron un grito cuando la copia del intento Potter dio un salto como un gato y se tropezó sobre el otro viajero, el cual hizo una mueca de dolor cuando la rodilla del intento de Potter aplastó su barriga.

—¡James!— gruño arrugando su rostro en gesto de dolor y se encogió en su lugar. —¡Joder que tienes gusanos en el culo!

—¡Perdón!— grito sobre saltando a los maestros. —Estaba soñando que me caía de un peñasco y me asusté.

Severus se aclaró la garganta llamando su atención, el adulto llamado James se volvió hacía el, McGonagall presencio el momento en que su rostro palideció al ver al maestro de pociones cabredo.

DESTINATUS ||THEODORE NOTT|| (SAGA DESTINO) Parte 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora