DESTINATUS ||THEODORE NOTT|| (SAGA DESTINO) Parte 1

ESPECIAL DE NAVIDAD

Harriet miro con horror a su hermano, el cual estaba disfrazado de un ciervo, es decir, ya sabe que su padre se puede transformar en una especie de venado pero esto ya es exagerado por parte de su tío.

Se alarmo cuando escucho la risa de su tío, lo que significa que ahora le toca a ella, con todas sus fuerzas que su pequeño cuerpo le permite comenzó a gatear intentando esconderse pero sabia que su habitación no habia ningun hueco para esconderse pero lo que si noto, fue aquella tela que sabia utilizar su padre para escabullirse de su madre.

Asi que sin pensarlo dos veces se lo puso.

—Harriet adivina quien va a tener el disfraz de...— Sirius se detuvo en su lugar cuando noto que solo estaba Harry vestido de ciervo sentado jugando con sus peluches. —Harry donde esta tu hermana.

Harry simplemente se encogió de hombros mientras metía en su boca la patita del peluche y comenzaba a mascar.

La pequeña Harriet aprovecho aquella distracción y gateó hasta salir por completo de su habitación y poder salvarse de aquel horroroso disfraz que su tio pensaba en hacerle usar para la cena de esta noche.

Se sintió extraña de repente pero no le importó, se quito aquella tela grande cuando no sintió la señal que solia dejar para saber la distancia de la escalera ya que no era ni la primera ni la última vez que bajaba de la escalera cuando estaba con esa tela en su cuerpo.

Pero sintió un miedo cuando no reconoció el lugar donde actualmente se encontraba, miro a su alrededor con sus ojos brillantes en lugar donde se encontraba habia mucho lujo, cosa que en la casa donde vivía con sus padres y su hermano.

Gateó un poco explorando aquel despacho lujoso que era tan bonito que no pudo evitar ir hasta un sillón hermoso y apoyarse en el hasta ponerse de pie, con sus piernas temblorosas.

Sus ojos esmeralda se enfocaron en la pequeña mesita que estaba cerca del sillón bonito y ahi habia una bandeja con unas apetitosas fresas. Apretó sus labios e intento separar su mirada de aquella tentadora bandeja, incluso apoyo su rostro en el asiento del sillón meditando de que aquello no era suyo y no podia hacer eso...

Pero luego pensó, es una niña chiquita y los adultos fueron descuidados al dejar aquella bandeja con aquellas tentadoras fresas ahí, asi que es lo que podia pasar si ella tomaba unas cuantas.

Sin volver a pensarlo estiró su manito regordeta y agarró la fresa más grandes la llevo hasta su boquita y lo masco con su par de dientes y asi sucesivamente fue con una y con otra.

Pero lo que no sabia ella era que otra persona la estaba viendo desde hace un buen rato con el ceño fruncido.

—¿Quien eres?

Harriet se congeló hasta el punto de caer de culo al suelo y vio a un hombre guapo de unos intensos ojos azules mirarla.

El hombre vio la cara de la niña embarrada como también lo estaba su ropa, contuvo un gemido de frustración al ver lo descuidada que era al comer esta niña.

Harriet miro su manita que aun habia una fresa asi que con cuidado ocultó su mano detrás de ella para dejarla debajo del sillón.

Se sobresalto un poco cuando vio al hombre acercarse con una caminada elegante, era muy raro para ella ver a aquel hombre con una tunica negra, pero estaba ligeramente abierta ya que mostraba su perfecto traje.