Adicción +18 ©JJK

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NARRA JUNGKOOK
Le doy un último vistazo a la estatua que había en el centro de aquel patio exterior rodeado de piscinas lujosas. No me convencía del todo, le pediría a Doyun que la cambiase por otra mejor. Bebo lo que quedaba en mi copa antes de que un camarero me la quitara para entregarme otra llena. Habían venido muchas personas a ver la inauguración, al fin y al cabo era el primer hotel que inauguraba yo, el hijo de los Jeon y futuro dueño de toda la cadena. Me había encargado de decorarlo absolutamente todo, y junto con el arquitecto habíamos hecho un buen trabajo para que sus columnas tuvieran un aspecto similar a las que había en los templos griegos.

— ¡Aquí está el artífice de esta maravilla! —me giré hacia mi padre y sus amigos más fieles.

— Te felicito, Jungkook, este hotel es completamente perfecto —habló un hombre de baja estatura e hinchado abdomen.

— Todo se ve tan bien —habló otro hombre observando su alrededor— No esperaba menos del heredero de los Jeon —los tres rieron.

— Gracias —dije de forma seria antes de girarme de nuevo a la estatua. Me estaba enfadando esa obra de arte y sabía el porqué.

Aquella estatua representaba a Aquiles, héroe griego de la guerra de Troya, lesionado por una flecha que impactó en su talón y su nombre es "El Complejo de Aquiles" su verdadero significado era el complejo de falsa sensación de seguridad y autocontrol. Se decía que una persona padece este problema cuando trata de ocultar, a todo coste, los defectos, fallos y puntos débiles que tiene como persona.

Su significado me recordaba a la forma que tenía ________ de verme. Odiaba que se metiera en mi cabeza, y odiaba aún más que supiera todo el contexto con mi tema de las mujeres. Gracias a que sabía demasiado no quería que me acercara a ella, y aunque anoche si hubiera querido la hubiera hecho gritar de todas las formas posibles, sabía que hoy se hubiera ido y no querría mirarme a la cara. Era la mujer más difícil que alguna vez había querido llevarme a la cama. Iba a volverme loco.

— Disculpa, Jungkook —me giro hacia uno de los hombres de antes— Quería presentarte a mi hija, se ha quedado impresionada con la decoración griega del hotel.

Miré a la chica. Ella me dio una sonrisa coqueta antes de repasarme de pies a cabeza con sus ojos. Le doy una media sonrisa antes de extenderle mi mano. Ella la toma echando su pelo hacia atrás.

— Mucho gusto... —me detuve.

— Hyori —habló lento.

— Bueno, dejo que habléis, voy a volver con tu padre —el señor se despidió.

Hyori pasó su lengua por sus labios antes de estirar su espalda hacia atrás para pronunciar sus pechos. Era tan evidente que ya no tenía que hacer yo nada. Aún nuestras manos permanecían unidas. Doy un pequeño tirón en ella para pegarla un poco a mí y acortar la distancia.

— ¿Te gusta la decoración? —ella asintió.

— Aunque aún no he visto la de las habitaciones...

Sonreí victoriosamente. Tiré de ella sin importarme si alguien nos veía. Sus tacones resonaban por los pasillos. Abrí una puerta y la cerré con seguro. Me giro hacia ella cuando ya se había lanzado sobre mí. Intenta besar mis labios pero se lo impido elevando mi cuello. La tomo para conducirla hacia la cama. Ella se tiende sobre la cama y se deshace de sus calzones. Yo miro hacia todos lados.

— En mi bolso, lindo.

Voy hacia su bolso que estaba en el suelo y encuentro varios condones. Abro uno de ellos y vuelvo hacia la cama. Ella eleva su vestido mientras yo desabrochaba mi cinturón. Me coloco el condón sin tener aún una erección. Abro sus piernas y me introduzco sin piedad. Ella comienza a gritar mientras se abrazaba a mi espalda. Voy a su cuello para divertirme un rato. Cierro mis ojos y mi mente empieza a mandarme imágenes de ________. Su cuello con lunares y sus pechos...