Adicción +18 ©JJK

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Veo como los agentes toman fotos y guardan muestras de todo. Me mantengo de pie junto a la puerta. Aunque llamé a la policía anoche, nadie vino hasta por la mañana. La anciana que vive a mi lado acaricia mi espalda en señal de apoyo. Fui a su casa echa un mar de lágrimas y me ofreció a pasar la noche allí. Hoy no había ido a trabajar y no había avisado a nadie de que no llegaría. Sigo derramando lágrimas por todo. Me habían robado lo único que tenía y Jungkook me había pisoteado sin tapujos.

Un hombre se acerca a mí.

— Oficial Gul —me mostró una placa— ¿Es usted la dueña de la propiedad? —asiento— Estamos tomando todo lo que nos pueda ayudar a encontrar a las personas que hicieron esto —miró un papel— ¿Le desapareció algo?

— Todo mi dinero y unas joyas que tenía en la habitación —él lo apunta.

— ¿Sospecha de alguien? —niego— Gracias por su colaboración, señorita, pero debo pedirle que hasta que encontremos a los ladrones deberá permanecer fuera de la casa.

— ¿Qué? P-pero no tengo dónde ir...

— Lo siento mucho —el oficial se marchó hacia donde un agente le llamaba.

¿A dónde me iba a ir ahora? Estaría loca si decido volver a casa de mi madre, y no tenía otro lugar a donde ir. Alguien da unos golpecitos en la puerta de la entrada. Mis ojos captan al cartero, quien parecía alucinar con todo lo que sucedía en el interior.

— ¡B-busco a... —leyó la carta— ...Kyun _______!

— Yo —me acerqué. Él me sonrió.

Me entregó un sobre y me entregó un bolígrafo.

— Citación judicial —habló y yo le miré— Si es tan amable de firmarme aquí —señalé y firmé.

El chico se fue y yo abrí la carta. ¿Cómo que citación judicial? Tenían que estar haciéndome una broma de cámara oculta. Abro el papel y comienzo a leer. Comienzo a hiperventilar y tomo asiento sobre el sofá. Baek me había denunciado por incumplir el contrato del piso que alquilamos juntos. Al parecer él lo había estado pagando todo y ambos constábamos en el contrato. Me pedía de vuelta todo el dinero que no había pagado este tiempo atrás y una indemnización. ¿Tendría que pagar más?

Siento un dolor nada normal en mi pecho. Tenía que irme de mi casa y pagar millones de wones que no tenía. Abro mi bolso para buscar unos pañuelos cuando veo un pequeño papel. Lo saco y leo los números que había escritos. ¿Debería llamar a esa chica? No la conocía de nada y seguramente no me ayudaría. No tenía a nadie más, tenía que probar suerte. Saco mi teléfono y comienzo a escribir el número. ¿Cómo me dijo que era su nombre?

— ¿Hola? —se escuchó su voz al otro lado.

— H-hola, sí, ¿Hui? S-soy ________, nos conocimos el otro día en el ascensor del hotel Sapphire...

— ¡Oh, sí! La chica que se acuesta con Jungkook —sentí repugnancia— ¿Qué tal todo?

— En realidad... —sollozo— Me preguntaba si podríamos vernos en algún lado...

— ¿E-Estás llorando? Oh, mierda, ya lo entiendo, sí, claro, podemos vernos en una hora en el restaurante Rêveuse —habló con un perfecto francés.

— Sí, claro, muchas gracias.

Me levanto tomando mis cosas. El oficial se vuelve a acercar a mí.

— Precintaremos la puerta para que sólo pase personal autorizado —me entregó una tarjeta— Si tiene algo más que contarnos llámeme a este número.

— Gracias.

Salí de mi casa viendo como colocaban un precinto amarillo para que nadie pasara. Salgo al exterior abrazándome a mí misma y comienzo a caminar hacia el restaurante en el que había quedado con esa chica.