Miro de nuevo mi rostro en la cámara de mi teléfono. Mi maquillaje estaba intacto; ni muy cargado, ni muy casual, simplemente perfecto. Mis ojos se posan de nuevo en aquella señora que estaba en el mostrador. Solo estábamos ella y yo en aquella sala de espera para el despacho del Presidente de este gabinete.
Estaba bastante nerviosa en este momento. Casi podía gritar de emoción por haber recibido una noticia así, al fin iba a empezar a trabajar después de acabar mis estudios.
Y este lugar era un sueño hecho realidad.
La puerta de madera maciza negra se abre dejando ver a un hombre alto, de mediana edad y con signos de envejecimiento acelerado. Su mirada choca conmigo y me da una corta sonrisa antes de dirigirse hacia la mujer del mostrador. Se gira de nuevo hacia mí.
— Supongo que tú eres _______ —asiento mientras me levantaba. Hago una leve reverencia consiguiendo que volviera a sonreír— Acompáñame.
Le sigo hasta su despacho.
Miro hacia todas partes sin perderme ni un solo detalle de todo este lugar. ¿De verdad no estaba soñando? Este edificio era una locura, los mejores psicólogos daban terapia en este lugar, y yo estaba aquí ahora.
Visualizo el despacho ordenado y con fragancia masculina y tomo asiento cuando este señor me lo ofrece. Le miro atentamente mientras él parecía ojear de nuevo mi currículum, y mis manos se movían nerviosas sobre mis piernas.
— Voy a ser sincero con usted, señorita...
— Kyun, Kyun _________.
— Señorita Kyun —vuelve a hablar— No estamos interesados en ampliar la plantilla de psicólogos por el momento, pero cuando recibí su currículum no puede no fijarme en lo impecable que es —sonrío un poco avergonzada— Veo que su tesis fue muy bien puntuada por los psicólogos de la universidad y que incluso mostró análisis redactados por usted.
— S-sí, tengo familia con algunas dependencias... —pienso en mi hermana y en mi madre, aunque ers mejor no decir nada sobre ellas— Mi tesis trató principalmente sobre ellas.
— Me encantaría que te unieras a nuestro equipo —sonrío emocionada por esas palabras— Pero como te dije estamos al completo, por eso escribí en la carta que sería un contrato de prácticas —hace una pausa— Obviamente remuneradas, pero no verás a tantos pacientes como los demás.
— Está bien —me animo a la situación— Los comienzos son así —él asiente sacando el contrato de una carpeta.
— Puedes firmar después de leerlo.
Está claro que no iba a leerlo. Me daba igual morir, o si había vendido mi alama al diablo, pero tenía trabajo y eso era lo importante. Él parece impresionarse cuando le entrego el contrato firmado sin antes leerlo. Lo toma para dejarlo sobre los demás documentos.
Yo sigo sonriendo como una maniaca. Acababa de firmar un contrato con el mejor gabinete de psicólogos del país, ya podía morir en paz.
El hombre abre su boca para seguir hablando, pero la puerta a mi espalda se abre para que un chico alto entrara levemente. Mierda, que guapo, ¿Iba a tener compañeros así? Él me mira y me da una leve sonrisa que hace que yo me incline un poco.
— Disculpad —él mira al hombre— Papá, Jungkook acaba de llegar.
— Saca a todos los psicólogos asignados a la sala de espera, ahora saldré a verle —el chico asiente— Gracias, Namjoon —vuelve a centrarse en mí— Disculpa, señorita Kyun... —me levanto cuando él lo hace primero— En cuanto seleccionemos a su primer paciente podrá empezar a trabajar, la llamarán de la oficina de secretarios para informarle del horario.
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Adicción +18 ©JJK
Fiksi Penggemar"Todos creyeron que le curaría su supuesta adicción al sexo, pero fue ella quien la acabó provocando..." Después de que las aventuras sexuales de Jungkook llegaran a oídos de su sofisticada y bien posicionada familia, deciden hacerle ver a un especi...