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Me estaba muriendo.

Me sentía cada día peor. Supuestamente según con la medicina que me había mandado debía sentirme bien en unos días, pero hoy después de dos semanas solo había experimentado nauseas, mareos, falta de energía, sueño extremo, falta de apetito e incluso alucinaciones.

— __________, tienes que comer... —esquivo la cuchara que Jungkook sostenía frente a mí— Llevas demasiadas horas sin alimentarte.

Le doy una mirada cansada. Seguramente me veía horrible y ya comenzaba a darme pena de que Jungkook me viera en este estado. Niego varias veces. Aunque quería hablar se me hacía casi imposible. Daeun se adentra a la habitación sosteniendo un plato con distintas frutas. Se sienta a mi lado y le da una mirada a Jungkook.

— Vamos, ________ —me mira con tristeza— Solo una —no podía negarme a esas insistencias dulces aunque sintiera millones de náuseas.

Abro la boca y tomo todo el contenido. Me daba miedo tragarlo, pero tenía que hacerlo al tener a dos personas pegadas a mí mirándome fijamente.

Hace unos días Jungkook recibió una llamada de Tailandia. Al parecer le había prometido a alguien que vendría a Corea, pero debido a mi salud iban a retrasarlo unas semanas. No me había enterado muy bien de esa historia, ya que sentía mucho sueño en aquel momento.

Trago aquella sopa caliente y le doy una medio sonrisa a Jungkook. No se había separado de mí en todo este tiempo, incluso había anulado reuniones para estar a mi lado y poder vigilarme en todo momento. Llevo mi mano a mi barriga cuando emite un fuerte pinchazo. Me deshago de la manta a toda velocidad y saco las fuerzas de donde no las tenía para ir al baño siendo vista por los dos. Cierro la puerta y me dejo caer de rodillas frente al retrete. ¿Cómo podía seguir vomitando sin tener alimentos en el estómago? Esto era extremo. Mi trasero toca el suelo después de tirar de la cadena. Cierro mis ojos sintiendo el dolor en mi cabeza. Paso mis manos por mi pelo escuchando la puerta abrirse.

Abro mis ojos para ver a Jungkook tomar asiento en el suelo frente a mí. Ni siquiera podía mirarle bien el rostro por las millones de luces que veía cada vez que abría mis ojos. No me percaté de que estaba llorando hasta que él estiró su mano para limpiar las lágrimas de mis mejillas y acariciarla con una mueca preocupada.

— Deberíamos llamar al médico —niego de nuevo.

Cada vez que decía eso siempre me negaba a hacerlo. Ya tenía todo lo que necesitaba y podía ser que aún no hiciera efecto el medicamento, esperaría todo el tiempo que hiciera falta hasta que me pusiera bien.
Daeun se adentra también sosteniendo un vaso con agua y las pastillas. Primero me entrega las que me dio el médico y tras tomarla me da las que Subium me había traído. Las tomo y siento como Jungkook se levanta para ayudarme a hacer lo mismo. Casi me cargaba debido a la poca fuerza que tenía. Tomo asiento sobre la cama sintiendo todo mi alrededor moverse. De nuevo aquellos mareos. Llevo mi mano a mi frente y cierro los ojos. Me sentía exactamente como si llevara bebiendo alcohol durante horas.

Abro mis ojos cuando siento a Jungkook levantarse. Lo veo salir a toda velocidad de la habitación mientras pasaba su mano por su cabello. Era capaz de notar su desesperación, pero no tenía energías para decirle que todo saldría bien. Su madre se deshace de las bandejas sobre la cama y me ayuda a tenderme para adentrarme a la cama y poder dormir. Tras unos segundos escucho la voz de Jungkook y la de su madre muy lejanas, de nuevo volvía a dormirme de repente.

***

NARRA JUNGKOOK
— ¡No me voy a relajar, mamá! —hablo con desesperación sin dejar de llorar. Ella me hace un gesto para que no grite— ¿No ves su estado? Solo hace empeorar —tomo asiento en el sillón sosteniendo mi cabeza— No quiero que muera... —estallo en llanto.

Adicción +18  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora