019

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Dos años después de ir a Oxford...

Tomo mi teléfono. ¿Quién me llamaba a estas horas de la madrugada? Llevo el teléfono a mi oreja sintiendo a Oliver moverse a mi lado. Apretó su agarre en mi cintura mientras escondía su rostro en mi cuello.

— ¿Dígame? —hablo con voz somnolienta mientras mis ojos permanecían cerrados.

— ¿Kyun _________? —asiento como si la persona pudiera verme— Le llamamos del hospital Central de Seúl —abrí mis ojos— Temo ser yo quien le informe de esta noticia pero su hermana recibió una brutal paliza en la cárcel y... —mi corazón se acelera— Está en coma, muy grave. Su teléfono es el único que consta de familiar cercano, ¿Podría venir al hospital cuánto antes?

Me levanto haciendo que Oliver abriera sus ojos. Él eleva su cuerpo mientras frotaba uno de sus ojos. Sus pelos iban hacia todas partes y tenía su torso trabajado desnudo.

— Lo siento, yo vivo en el extranjero... no puedo ir en este momento.

— Oh, entiendo, ¿No hay otro familiar por aquí para que pueda venir a firmar su ingreso en cuidados intensivos? Sin la firma no podemos tratarla como es debido.

— ¿Sirve la firma del padre de su hija?

Llamaría a Baek si eso me libraba de ir a Corea.

— Si están casados, puede servir.

— No lo están —pasé la mano por mi pelo corto.

— Entonces necesitamos que usted venga —parecía preocupado— Sino la atendemos podría morir en cualquier momento —llevé mi mano a mi rostro— Puedo retenerla aquí unos días hasta que llegue...

— Está bien... —dije con fastidio— Iré a firmar, llegaré en unos días.

— Gracias, señorita.

Aquel hombre colgó el teléfono. Paso ambas manos por mi rostro con frustración. Oliver acaricia mi espalda por encima de mi camiseta y deja un par de besos en mi hombro en señal de apoyo.

— ¿Qué ocurre, amor? —me giré a mirarlo.

— Tengo que ir a Corea —él me obligó a meterme en la cama de nuevo y colocó mi pelo tras mi oreja— Mi hermana está grave en el hospital...

— No te preocupes —me dio una sonrisa— Mañana compraré los billetes e iremos juntos —le di una sonrisa más calmada— Pediré un permiso en el hospital para estar fuera —asentí y le abracé— Yo me encargo, amor, descansa...

Cerré mis ojos sintiendo el calor de su cuerpo.

***

— Pasajeros del vuelo 876, les informo que estamos a punto de aterrizar en Seúl, por favor, abrochen sus cinturones y no se muevan de los asientos hasta que toquemos tierra, gracias.

Escuchamos la voz del piloto. Oliver abrochó su cinturón aún sonriéndole a la pequeña niña que había estado jugando con él la mayoría del vuelo. Sonreí con dulzura al verle tratar a aquella pequeña de una forma tan dulce. Él se gira a verme y toma mi mano para dejarlas reposar sobre su pierna. El avión aterriza y cuando tenemos nuestros equipajes caminamos hacia un taxi.

— ¿Hacía dónde vamos? —preguntó el hombre.

Miré a Oliver. Él se había encargado de planear el viaje. Sentí molestia cuando me dijo que había reservado para que estuviéramos en Corea durante cuatro días, yo solo quería ir, firmar, y tomar el primer avión de vuelta.

— Al hotel Sapphire —me tensé.

¿Había reservado una habitación en aquel hotel? De pronto mi corazón comienza a palpitar muy rápido. Me conocía el camino de memoria y tras unos largos minutos nos encontrábamos en una de aquellas habitaciones guardando nuestras pertenencias. Oliver llamó a la recepción para que nos pidieran un taxi que nos llevara al hospital. Tuvimos que esperar más de diez minutos a que alguien nos atendiera. En ese tiempo pude darme tiempo para pensar. Agradecía al universo de que Jungkook no estuviera en el hotel, hubiera sido horrible verle de nuevo. Hacía dos años que no sabía nada de él y creía haber superado lo que sentía por él. Ahora tenía a Oliver y llevábamos casi dos años saliendo, tenía una vida junto a él... además, me había pedido matrimonio hace un mes y no podía estar más feliz por eso.

Adicción +18  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora