Sluggy

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Colegio Hogwarts, 12 de enero de 1978.

Como había prometido, ella se había negado terminantemente a usar vestido, principalmente por que la mayoría de su ropa (que por obvias razones ya no utilizaba) eran cortos, sin mangas o dejaban algo de piel al descubierto.
Así que habían optado por usar un pantalón de jeans acampanados color azul obscuro y una blusa blanca con flores amarillas obviando campantemente la nota sobre "etiqueta rigurosa, usar traje y vestido" que venía junto a la invitación.

Arreglarse para un evento de Eminencias había sido una exageración, ¿por qué le importaría verse bien frente a un profesor y el resto de sus compañeros? Principalmente en una cena donde solo estarían alumnos de sexto y séptimo grado que ya la conocían.

El evento empezaría a las 6:00 pm así que no entendía el por qué estar en la habitación de Regulus desde la jodida 1:30 pm ayudándole a buscar que ponerse.
Le había mostrado múltiples trajes de alta costura, de distintos colores y cortes que juraría soñaría con trajes y corbatas.
No conforme con ello Rabastan la había arrastrado hasta la habitación que compartía con Barty y Rosier ¡Sólo para volver a pasar por lo mismo!
Y cuando creía que las cosas no podían empeorar, literalmente la habían arrastrado hasta su habitación.

—No lo entiendo, ¡Ya me he vestido! ¿Qué es tan difícil de entender?

—Querida no te ofendas pero pareces  como sí estuvieras a punto de salir a las calles a pedir limosna.— Contestó Rabastan empujándola dentro de la habitación.

—Sólo por que digas "no te ofendas" antes de un comentario ofensivo no quiere decir que funcione, Bastian.— Contestó dejándose caer a la cama viendo como comenzaban a buscar entre sus cajones.

No complacidos con ello habían comenzado a tirar TODO su guardarropa al suelo por ser, en palabras de Barty "Una aberración contra la moda."

¿Qué tenían de malo sus jeans acampanados, sus blusas olgadas de algodón, sus suéteres de lana y sudaderas?

Cuando Severus apreció en su puerta y creyó tener el apoyo del chico (pues el también llevaba solo un pantalón negro y una camisa blanca) no obstante también se había vuelto víctima de los gritos de Regulus.

—Te juro que los mataré— Habló la chica una vez que los tres habían salido de la habitación dejándolos solos esperando su tan necesitado (nuevamente palabras de Rabastan) cambio de imagen. Ella no podía siquiera verlo a los ojos.

—Conozco un lugar perfecto en el bosque prohibido donde nadie encontrar sus cuerpos— Había sido la respuesta del Snape observando de reojo como la chica parecía tener un sonrojo cubriendo desde la raíz del cabello hasta el cuello.

Casi dos horas después y de haberse negado rotundamente a usar falda,  Regulus finalmente había accedido a dejarle usar un pantalón (cortesía claro de sus múltiples trajes) una camisa blanca y permitiéndole muy a regañadientes, usar una de sus sudaderas con la única condición de que combinara con el color del pantalón.

Aún así observándolos a todos juntos ella sabía la belleza que cada uno tenía.
Es más, Regulus podía usar un maldito costal de papas y aún así verse increíble.
Rabastan tenía ese aire de chico millonario filántropo que le hacía ver atractivo y Barty con esa actitud despreocupada y el negro que acentuaba muy bien su tono de piel (y al juzgar por la mirada depredadora de Reg) lucía bastante sexy.
Pero quien más había llamado su atención era Severus, alejándose de toda aquella ropa olgada y negra, usando un traje a su medida de color claro resaltando su piel pálida sin lucir enfermiza era increíblemente atractivo. En toda la maldita extensión de la palabra.

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