Colegio Hogwarts, 01 de abril de 1978.
A dos días para las vacaciones de pascua Bartemius la estaba volviendo loca, con cada sugerencia a doble sentido, cada pregunta y con esa mirada que parecía volverse más desquiciada con la necesidad de encontrar un chisme nuevo.
Regulus a pesar de estar bastante distraído últimamente seguía a ciegas las pésimas ideas de Barty, habían llegado al punto de dejarla encerrada en su propia habitación con Severus durante horas. Después de la tercera vez en donde Rabastan también había entrado al "plan" donde harían "Surgir el amor en los futuros esposos" optaron por continuar con las clases de oclumancia y legeremancia, era eso o quedarse por horas encerrados de forma incómoda.
A Severus este hecho se le estaba dificultando, cada uno de los pensamientos de Darcy le hacia tener un mar de dudas que muchas veces no tenían respuesta.
Ella era muy distinta a lo que aparentaba ser, ella no era una persona positiva todo el tiempo.
Tenía pensamientos que podían llegar a lo suicida, pensamientos negativos hacia su propia persona, odiaba su cumpleaños por que era un recuerdo constante de que su madre había muerto.
Odiaba su cuerpo y se odiaba a si misma.
Los recuerdos de su pasado aún la atormentaban, recuerdos de su secuestro, de las esposas, de que literalmente haya visto a su madre dándole indicaciones de cómo escapar y parecía ser que las únicas preguntas en su mente eran "¿Qué hubiera pasado sí?"A veces solo intentaba enfocarse en los recuerdos antiguos donde podía verse a una Darcy más pequeña intentando abrir un obsequio o riéndose de alguna cosa que Rabastan hubiera dicho, aceptado los retos del Crouch como adentrarse en en lago negro a pesar de que la mayoría no sabía nadar o fingiendo no escuchar el drama de Reggie pero manteniéndose preparada y mentalizado la mejor respuesta para el chico.
Narcissa, quien desde primer año parecía haberla tomado bajo su ala y siendo su apoyo.
Algunos más recuerdos de sí mismo peleando con ella, riendose de los insultos creativos que solía usar para describirlo, la cantidad de poder que la chica tenía al momento de hechizar a cualquiera y que al final a pesar de cada pelea ella se encargara de sanar las heridas provocadas por el grupo de merodeadores.Darcy no estaba mejor, cuando ella era quien debía intentar invadir la mente del Snape, algunas veces era como estamparse contra un muro de roca provocando un dolor de cabeza, otras veces, cuando parecía tan distraído era entrar a una nube de recuerdos tan gris como el cielo antes de una lluvia.
Era toparse con recuerdos de autocrítica, insultos que iban desde "fenómeno" a "Quejicus" que aunque cada vez que lo escuchaba de los merodeadores parecía no afectarle la realidad era otra, el hecho de que el Lord pareciera casi respirar en su cuello todos los jodidos fines de semana durante su aprendizaje de pociones en Little Hangleton.
Los recuerdos de golpes, palizas, insultos de sus propios padres eran mucho peor conforme Severus crecía.
El peor recuerdo de Severus parecía ser la muerte de su padre. La culpa, el odio, la soledad invadían tanto la mente del chico que se pregunta como es que seguía cuerdo.
Cada vez que se adentraba en la mente del chico intentaba encontrar algún recuerdo feliz.
Ninguno de la infancia funcionaba, al inicio, los recuerdos de Evans y él en el parque tal vez de los ocho o nueve años hubiese servido pero la sensación de hundimiento aparecía.
Los recuerdos también iban a Lucius, siendo tanto su apoyo indispensable en sus momentos más vulnerables como una figura casi paterna.
También estaban Regulus o Barty, principalmente a Reg, ellos en la biblioteca, ellos hablando de pociones siendo Reg su ayudante, ellos compartiendo una conversación en la sala común o riéndose de algún chiste de Barty.
Y finalizar estaban los recuerdos donde ella aparecía, sus peleas y la forma en que parecían buscarse inconscientemente el uno al otro para pedirse disculpas, la forma en que parecía contener la risa con sus insultos, admiraba su valentía, astucia e inteligencia.
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Slytherin Family
FanfictionA veces solo se necesita un golpe de suerte para cambiar todo el destino, el tuyo, el mío, el nuestro. A veces las apariencias engañan y un error puede desencadenar más problemas cual efecto mariposa. -Juntos haremos que el mundo se ponga a nuestro...